Ensayo Administracion

El proceso de evaluación o la evaluación como tal se ha sido reconociendo como necesaria dentro de cualquier proceso de planeación de carácter estratégico que se implemente dentro de los planteles de educación, sin importar el nivel de que se trate. Sin embargo, aún persisten serios problemas para entender, y en consecuencia aplicar, los principios que rigen dicha dinámica. Bajo estos referentes, es fácil observar como se elaboran esquemas de trabajo acompañados de dudosos instrumentos que pretenden ser evaluativos, dando lugar a la recolección de datos y cifras, la más de las veces inconexos y arbitrarios, que muy poco aportan al entendimiento del nivel de desempeño con el cual se desarrolla el acto educativo. En este sentido, el presente documento tiene como objetivo precisar la metodología que lleve al administrador educativo a operar un programa de evaluación sustentando en los principios de la investigación analítica, descriptiva, explicativa, normativa, valorativa y experimental.

Considero que la evaluación es quizás el proceso más vital de la formación profesional. Un sistema de evaluación de alta calidad permite orientar de manera correcta los diferentes aspectos de un curso, brinda a los estudiantes una retroalimentación apropiada, asegura que los buenos estudiantes sean reconocidos por haber aprendido lo suficiente, y sirve de base para certificaciones reconocidas por todos. Cuando los procedimientos son correctos, los estudiantes pueden confiar en la calidad de su formación, y los empleadores pueden confiar en los estudiantes calificados.

Por lo mismo es el estímulo más importante para el aprendizaje. Cada acto de evaluación da un mensaje a los estudiantes acerca de lo que deberían estar aprendiendo y cómo deberían hacerlo. Las tareas de evaluación necesitan ser elaboradas teniendo esto en mente.

La evaluación es quizás el más vital de todos los procesos involucrados en la formación técnica y profesional. Con un sistema de evaluación de alta calidad, los estudiantes pueden confiar en la calidad de su formación y los empleadores pueden tener confianza en los estudiantes calificados. Sin ellos, sin embargo, ambos se sienten amenazados. Muchas prácticas de evaluación siguen siendo tan válidas hoy como lo fueron siempre. No obstante, también es cierto que han surgido nuevos desafíos en este campo y que los enfoques tradicionales no siempre logran darles

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