Ensayo-Estimulación temprana.

Ensayo Estimulación temprana.

Incluso si no se ha visto desde ese punto, la estimulación temprana ha existido desde siempre, aunque claro que no con ese nombre, en términos simples podemos llegar a comprender la estimulación temprana como los ejercicios que se les da a un infante para generar un mejor desarrollo motriz, sin dejar de lado el que se forme un vinculo afectivo con la persona con la que realiza aquello estímulos, con esto podemos indicar que la estimulación temprana, incluso antes de ser llamada así, era y sigue siendo los momentos que se pasa con la madre,  el cariño que le da la madre al infante está lleno de estímulos que lo ayudan a un mejor desarrollo, las caricias que ella le proporciona así como los movimientos con los que ayuda al pequeño cuerpo para que este tenga mayor libertad.

Hoy en día la estimulación temprana es conocida mayormente por ser una especie de escuela, una formación especial para los infantes, algo del que al parecer no todos gozan puesto que son aulas especiales, en principalmente, instituciones privadas. Los padres llegan a dejar a sus hijos a estas instituciones muchas veces con la idea de que el pequeño saldrá de ahí superdotado, sin embargo, y a pesar de que si se gane un desarrollo mayor, no se realiza el lazo afectivo que debería estar ligado con la estimulación temprana.

La idea de proteger al hijo esta, en casi todos los casos, presente dentro de la mente de las madres, desean un buen desarrollo para el infante asi como el que siempre estén sanos y salvos, esto es algo que podríamos llamar instinto materno, sin embargo y a pesar de lo que muchos creen es posible que aquel instinto no sea heredado sino aprendido, puesto que si fuera heredado no se darían casos en los que las madres no soportan a sus hijos.  El instinto materno, con relación a la estimulación temprana puede tomarse como un saber transmitido de generación en generación, puesto que es lógico pensar que si a uno le han enseñado a cuidar a los demás se haga lo mismo con los hijos, pero incluso dentro de este saber aprendido hay excepciones, por llamarlos de alguna manera.

Podemos preguntarnos ahora mismo ¿Cómo saber cuando un niño es realmente deseado? Hay personas que afirman no estar preparados por mas años que tengan, otros que dicen que si desear tener un hijo y anhelarlo, así como también están los que se resignan ante un pequeño infante que nunca planearon tener. Teniendo estos posibles escenarios podríamos deducir que quienes desearon tener un pequeño lo cuidarían mejor que los que solo se resignaron, y sin embargo no siempre pasa aquello, la función que deberían ejercer los padres se desplazan a otras personas, ya sean abuelos, tíos, o incluso personas ajenas a las familias.

Cuando el deseo de cuidar, proteger y ayudar a un infante no se encuentran es muy difícil que la función materna la ejerza la madre, dejando a un lado el lazo afectivo que debería unirlos para que se vea esa función en otra persona. No es necesario ser la madre biológica del infante para que este pequeño la acepte como tal, como una madre que lo cuida y lo protege.

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