Ensayo Totem y tabú

Las generaciones que han ido apareciendo en pleno siglo XXI son compuestas por jóvenes que se destacan por ser personas hiperconectadas, con una sólida educación y grandes aspiraciones a futuro. Además de estas características, ha surgido un rasgo en común la cual se halla en un ámbito más personal, el cual la mayoría de ellos no aspira a formar una familia, mucho menos a tener sus propios hijos.

Particularmente el hecho de que dichas generaciones estén tomando decisiones como: el no plasmar una descendencia. Se puede hacer relevante la existencia de un Tótem y Tabú en las nuevas colectividades humanas.

De cierta manera el horror al incesto, se ve en la vida de los salvajes, ya que, es un estadio previo de nuestro propio desarrollo cultural. Pues si esto es cierto, encontraremos notables concordancias entre la psicología del salvaje y la psicología del neurótico, de esta manera podremos comprender ambas bajo una nueva luz.

Pues el término salvajes podría ser similar a las generaciones pasadas que estaban regidas por un totemismo: pues existía un antepasado benefactor y protector que unía a los miembros más que los mismos lazos de sangre.

Pero pareciera que las nuevas generaciones de hoy en día, ya no toman en cuenta la descendencia o aquella representación de sus ancestros (Tótem) pues pareciera que han sido destruidos por un olvido.

Sin embargo en un tiempo atrás todos los descendientes del mismo tótem eran considerados parientes consanguíneos (de la misma sangre), aún siendo de distintas familias. Pero hoy en día a tales generaciones de cierto modo, parece ya no existir esa parte, pues el hecho de no querer tener descendientes implica haber eliminado todo lazo libidinal, descartando a su vez la herencia del viejo sistema del matrimonio para así emprender una vida más autónoma.

Ante esta situación surge en la misma sociedad un tabú, pues aún existen muchos prejuicios sobre este gran tema que lleva a formalizar una relación y a su vez realizar una descendencia. Pues se debe considerar que las parejas de hoy en día sufren una presión de toda la sociedad. Ya que esta presión social llega al punto de que cuando una pareja estable a una edad considerable no tiene hijos, casi todo el mundo cree que no los pueden tener. Pero al aclarar que en realidad dicha pareja no quieren convertirse en padres.

La respuesta de terceras personas reacciona de forma asombrada, siendo criticados como personas egoístas ante la vida.

Tal violación de lo establecido ante la sociedad, y salirse de lo permitido, tenía que ser castigado.

Esto nos da la idea que el pensamiento de las nuevas generaciones al no querer tener hijos, es un acontecimiento que genera un miedo.

Ante esta situación es muy claro que el fenómeno del tabú era presente en aquellas generaciones, y actualmente aún permanece, pues la prohibición de hacer o decir algo determinado como “el no querer tener hijos” la misma sociedad lo ve como si fuera una violación a tales prohibiciones que se convierten, a su vez, en prohibidos e interdictos, como si hubieran recibido la totalidad de una carga peligrosa.

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