Ensayo de el cuerpo nunca miente

EL CUERPO NUNCA MIENTE

Alice Miller

Alice Miller habla en este libro sobre todo lo que hay detrás de una frase que parece nada más que un simple acto de amor. Honraras a tu padre y a tu madre. Aunque parece un mandamiento inofensivo, envuelve una peligrosa amenaza pues en algunas ocasiones podemos encontrarnos con padres que al humillar y maltratar a sus hijos no podrían merecer por parte de ellos ni la más mínima cantidad de amor; sin embargo, debido a que desde pequeños se nos inculca amarlos y respetarlos, en la actualidad se vuelve impensable el hecho de no mostrar ninguno de esos sentimientos hacia ellos.

Tanto es el miedo a desobedecer el cuarto mandamiento y ser castigados por ello que continuamente reprimimos todos esos “malos” sentimientos que nuestros padres nos provocan, logrando con esto, que nuestro cuerpo que desde el punto de vista de Alice Miller es la fuente de toda información vital, exprese a manera de enfermedad todo aquello que no nos atrevemos a decir. Según la autora, es como si nuestro cuerpo mandara un mensaje de auxilio para poder ser liberado.

Podemos encontrar tantas personas que viven encerrados en sus cuerpos que de alguna manera pide que lo rescaten. Es difícil tener que reconocer que en realidad, en vez de sentirnos agradecidos con nuestros padres, sólo podemos sentir ira y miedo. Que en realidad no les debemos nada más que todo nuestro sufrimiento, pero eso es algo que no podemos decirles y debemos vivir con ello o al menos, eso es lo que nos han hecho creer. Al parecer todos somos prisioneros de nuestra verdad, esa verdad que gracias a nuestra moral, debemos guardar sólo para nosotros porque nadie entendería todo eso que sentimos además de que ante los ojos de la sociedad, expresarlo sería aberrante.

Pero no todo está perdido, aún podemos liberarnos de todo aquello que sentimos aunque no es fácil encontrar un “testigo cómplice” que pueda comprendernos de la manera que esperamos. Las terapias convencionales apartan a los psicólogos de lo que realmente siente su paciente. Ellos también están cautivos en ésta moral que no permite que nos adentremos a nuestros verdaderos sentimientos, tampoco ellos han podido profundizar a sus más lejanos recuerdos por el mismo miedo que al igual que a nosotros les han inculcado. Una terapia común puede ayudarnos temporalmente pero en cualquier momento podemos regresar a nuestra prisión, es por eso que Miller destaca que lo que necesitamos es a alguien que pueda escucharnos sin espantarse de lo que tenemos que decir, que pueda ponerse de nuestro lado sin juzgar nuestros sentimientos, sólo de esta manera es que podremos liberarnos de todo lo que nos enferma, de lo que nos atemoriza y sobre todo quitarnos este peso que hemos cargado desde el día en que nacemos.

REFLEXIÓN

Me parece sorprendente todo lo que desconocemos de nosotros mismos por el miedo a cómo reaccionarían los demás con ello. Es cierto que la sociedad no está preparada para una verdad como la que en este libro se revela. Es indignante que desde que nacemos, tengamos que ocultarnos de nosotros mismos y pagar las consecuencias de toda la presión y estrés que nuestros padres depositan en nosotros, sobre todo porque las personas dicen que seremos castigados si expresamos lo que realmente sentimos. Es lamentable también que nuestros padres hayan tenido que pasar por eso, y que si no se hace nada al respecto, las generaciones siguientes seguirán creciendo siguiendo este modelo que a mi parecer no es nada sano y mucho menos por nuestro bien ya que como nos pudimos haber dado cuenta, esta forma de “amor” y “comunicación” nos ha hecho más daño de lo que habíamos creído.

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