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Eoría de los bloques funcionales

amilcar villanuevaDocumentos de Investigación8 de Febrero de 2017

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INTRODUCCIÓN

La presentación del preciso tema generaliza y especifica en ciertas áreas sobre los bloques funcionales, abarcando desde información sobre el precursor y tomando en cuenta la conceptualización del mencionado tema. Los bloques funcionales poseen tres divisiones, las cuales cada una brinda generalidades como especificaciones respecto a cada bloque funcional.

En las divisiones de cada bloque funcional, se presenta características, subdivisiones conceptuales y ubicación de ciertas áreas funcionales las cuales podrá dar lectura en este documento informativo. Conocerá tanto aspectos funcionales de cada bloque como también consecuencias al no presentar dichas funciones.

La ubicación de cada área funcional retroalimentando las áreas de Brodmann para mayor entendimiento al lector y comprensibilidad informativa; entre lo ya mencionado, se presenta en este trabajo.

OBJETIVOS

GENERAL:

Conocer los tres bloques funcionales del cerebro: primer bloque del tono y vigila; segunda bloque de recepción, análisis y almacenamiento de información y el tercer bloque programa, regular y verificar la actividad, para aplicarlos a disposición de casos psicológicos.

ESPECÍFICOS

  • Comprender la especialización que tiene cada área funcional del cerebro de acuerdo a las actividades cotidianas y como están actúan de manera cognitiva en las personas.

  • Explicar los diferentes tipos de patología que puede llegar a padecer las personas y que afecten los bloques funcionales del cerebro y como estas se están relacionadas con problemas psicológicos.

  • Especificar donde se encuentran ubicados los bloques funcionales según el mapa arquitectónico de Broodmann.

TEORÍA DE LOS BLOQUES FUNCIONALES

Alexander Romanovich Luria, psicólogo y médico, nació el 16 de Julio de 1902, en Kazán, Rusia. Hijo de padres judíos, Roman A. Luria, médico, y Eugenia Hasskin, Discípulo de Lev Semiónovich Vygotski, fue uno de los fundadores de la neurociencia cognitiva, parte de la neuropsicología. Con la publicación de sus dos obras más importantes, La afasia traumática y Las funciones corticales superiores del hombre, basados en su investigación de los casos de heridas cerebrales durante la Segunda Guerra Mundial, se puso a la cabeza de la neuropsicología mundial. Luria describe toda actividad mental con base en tres unidades funcionales del cerebro.

Los procesos mentales humanos son sistemas funcionales complejos y que no están localizados en áreas estrictas, sino que tienen lugar a través de la participación de grupos de estructuras cerebrales que trabajan concertadamente; cada una de las cuales efectúa su particular aportación a la organización de este sistema funcional.

De acuerdo con esto, la primera tarea esencial debe ser descubrir las unidades funcionales básicas que componen el cerebro humano, y el papel ejecutado por cada una de ellas en las formas complejas de actividad mental.

Existen sólidos fundamentos para distinguir tres principales unidades funcionales del cerebro cuya participación es necesaria para todo tipo de actividad mental, estas podemos cifrarlas en una unidad para regular el tono o la vigilia, una unidad para obtener, procesar y almacenar la información que llega del mundo exterior y una unidad para programar, regular y verificar la actividad mental (Anexo 1).

1. Primera Unidad Funcional: Unidad para Regular Tono y Vigilia, y Estados Mentales.

Tenemos la Unidad para regular tono y vigilia y estados mentales, tales estos que los procesos mentales humanos sigan su curso corrector, el estado es esencial. Solo bajo condiciones óptimas de vigilia es posible que el hombre reciba y analice la información, que los necesarios sistemas selectivos de conexiones puedan ser llamados a la mente, que su actividad sea programada, y comprobado el curso de sus procesos mentales, corregidos sus errores y mantenida su actividad por el curso debido, Las estructuras responsables de la producción y mantenimiento del tono cortical no se encuentran localizadas en el mismo córtex, sino debajo de él, en la región del tallo encefálico, y es la formación reticular, quien está especialmente adaptada por su constitución anatómica (red nerviosa) y funcional para cumplir un papel de mecanismo activador de la corteza cerebral, en ella  se intercalan los cuerpos de las células nerviosas conectadas entre sí mediante cortos procesos.

Es conocido que esta precisa regulación de los procesos mentales es imposible durante el sueño; el curso de reminiscencias y asociaciones que se desarrollan es desorganizado en carácter, y la actividad mental propiamente dirigida es imposible.

¨La asertividad organizada, dirigida a una meta, requiere el mantenimiento de un nivel óptimo de tomo cortical¨, señalo Pavlov hace muchos años. Tenemos un cierto grado que se caracteriza de concentración de los procesos nerviosos y un cierto balance en las relaciones entre la excitación e inhibición y finalmente, por una gran movilidad de los procesos nerviosos, de modo que es fácil cambiar de una actividad a otra. Son estas características fundamentales de aerodinámica optima las que se desaparecen en el sueño o estado que le precede, cuando el tono cortical disminuye.

En estos estados de inhibición o como Pavlov los llamaba, estados ¨físicos¨, la ley de la fuerza se rompe, y los estímulos débiles pueden evocar respuestas tan fuertes como los estímulos fuertes. La excitación se extiende sobre la red de esta estructura nerviosa, conocida como la formación reticular, no como impulsos simples aislados y en desacuerdo con la ley del todo o nada, sino gradualmente, cambiando su nivel poco a poco, modulando así el estado total del sistema nervioso.

Algunas fibras de esta formación reticular suben para terminar en estructuras nerviosas superiores, tales como el tálamo, el núcleo caudado, el archicortex y finalmente, las estructuras del neocortex. Estas estructuras fueron llamadas: el sistema reticular ascendente (Anexo 2, A). Este juega un papel en la activación del córtex y la regulación  del estado de su actividad.

El sistema reticular descendente como mostraron, estos subordinan estas estructuras inferiores al control de programas que aparecen en el córtex y que requieren la modificación  y modulación del estado de vigilia para su ejecución (Anexo 2, B).

Las fuentes principales de activación:

-Procesos metabólicos del organismo o economía interna.

Conducen al mantenimiento del equilibrio interno (homeostasis), están conectados con los procesos respiratorios, digestivos y otros órganos.

-Llegada de estímulos del mundo exterior.

Conduce a la producción de formas completamente diferentes de activación, manifestadas como un reflejo de orientación.

-Intenciones y planes, por proyectos y programas.

Se forman durante la vida consciente del hombre que son esenciales en su motivación y que se efectúan en la íntima participación, inicialmente externa y más adelante interna.

2. Segunda Unidad Funcional: Unidad para Recibir, Analizar y Almacenar Información.

Esta unidad tiene la estructura de una red nerviosa “no especifica” que desempeña su función de modificación gradualmente el estado de la actividad cerebral, paso a paso, sin tener ninguna relación directa ni con la recepción y procesamiento de información externa ni con la formación de intenciones, planes y programas de conducta complejos dirigidos a una meta.

La primera unidad funcional del cerebro, situada principalmente en el tallo cerebral, diencefalo, y las regiones medias de córtex (Anexo 3), difiere esencialmente del sistema de la segunda unidad funcional del cerebro, cuya función primaria es la recepción, análisis y almacenaje de la información.

Esta unidad se localiza en las regiones laterales del neocórtex en la superficie convexa de los hemisferios, de las que ocupa las regiones posteriores, incluyendo la región visual (occipital), auditiva (temporal) y sensorial general (pariental).

Su estructura histológica consiste en una red nerviosa continua, sino en neuronas aisladas que están en la parte del córtex ya descritas y que a, diferencia del sistema de la primera unidad funcional no trabajan con el principio de cambios graduales, si no que obedecen a la ley de “todo o nada”, recibiendo impulsos discretos         y reenviándolos a otros grupos de neuronas.

En sus propiedades funcionales, los sistemas de esta unidad están adaptados a la recepción de estímulos que viajan desde los receptores periféricos hacia el cerebro, a su análisis en un gran número de elementos componentes muy pequeños y a su combinación dentro de las estructuras funcionales dinámicas requeridas (o, en otras palabras, su síntesis dentro de los sistemas completos).

Finalmente, queda claro con lo que se ha dicho anteriormente que esta unidad funcional del cerebro consiste en partes que poseen una especifidad modal alta, por ejemplo, que sus partes componentes están adaptadas para la recepción visual, auditiva, vestibular o sensorial general. Los sistemas de esta unidad también incorporan los sistemas centrales de recepción olfatoria y gustativa, aunque en el hombre están tan eclipsados por la representación central de los sistemas exteroceptivos superiores, al recibir el estímulo de objetos distancia, que ocupan un lugar eminentemente pequeño en el córtex.

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