Estudio De Autoestima

Antecedentes

La autoestima consiste en la autovaloración de uno mismo, de los aspectos que componen la base de la identidad de la persona, es decir, la personalidad, las actitudes y habilidades. La importancia de la autoestima radica en que afecta a nuestra forma de ser y a la percepción de nuestra valía personal. Por tanto afecta a nuestro comportamiento y a la manera como nos relacionamos con los demás.

El concepto de autoestima se remonta a James (s. XIX), quien, en una de sus obras, Los Principios de la Psicología, estudiaba el desdoblamiento de nuestro “yo global” en un “yo conocedor” y un “yo conocido”. Este desdoblamiento nace de la autoestima, y es consciente para todas las personas.

A principios del siglo XX la influencia inicial de la psicología conductista redujo el estudio de los procesos mentales, sustituyéndolo por el estudio de las conductas observables, por lo que se descuidó durante mucho tiempo el estudio de la autoestima, considerada por aquel entonces como una hipótesis poco susceptible de medición rigurosa.

A mediados del siglo XX aparece la psicología humanista, y con ella la autoestima vuelve a ser estudiada, tomó un lugar importante en el concepto de autorrealización personal y en el tratamiento de los trastornos psíquicos. Se empezó a estudiar la satisfacción personal y el tratamiento psicoterapéutico, y así se hizo posible el descubrimiento de nuevos elementos que ayudaban a entender las causas por las que las personas tienden a menospreciarse, a sentirse desmotivadas e incapaces de cumplir sus metas. Rogers (1967), fue máximo exponente de esta psicología humanista, y elaboro una teoría sobre la aceptación y autoaceptación incondicional como una de las mejores vías para aumentar la autoestima.

Por otra parte Burns (1990), considera que la autoestima es un conjunto de actitudes que tiene el individuo hacia sí mismo. La persona se percibe a nivel sensorial, es decir, piensa sobre sí mismo y sobre sus comportamientos, y evalúa lo que le lleva a sentir, las emociones relacionadas consigo mismo, y todo esto provoca tendencias conductuales dirigidas hacia sí mismo, hacia la forma de ser y de comportarse, y hacia los rasgos del cuerpo y del carácter, y esto forma las actitudes que llamamos autoestima. En definitiva, Burns define la autoestima como: la conducta del individuo es el resultado de la interpretación peculiar de su medio, cuyo foco es el sí mismo.

Otros investigadores como Coopersmith (1967), Brinkman et al. (1989), López y Schnitzler (1983), Rosenberg (1965), aunque tienen conceptos de autoestima diferentes, coinciden en algunos aspectos básicos como por ejemplo que la autoestima es relevante para la vida humana y que constituye un factor importante para el ajuste de emociones, cognitivo y práctico de la persona.

Así, la autoestima se ha operativizado como una variable que mide distintas situaciones psicológicas, educativas y sociales. También se ha tomado como una variable independiente, en el sentido de que influye sobre la conducta orientándola hacia una dirección o como variable dependiente ya que responde a la influencia de factores externos. El modo tan variado en que aparece la autoestima en la conducta humana demuestra que no hay una solución definitiva al problema de la autoestima (Ross, 1992), sino que hay varias formas de abordar este constructo.

Sin embargo, la importancia concedida al estudio de la autoestima, preferentemente en los ámbitos de la psicología profunda, de la personalidad, de la psicología social y de la psicoterapia, ha sobrepasado el espacio propio de la ciencia psicológica, y se ha constituido en una constante de la investigación social cuando se ha tratado de la conducta del individuo con los demás o, más precisamente, del yo y la influencia del contexto social (Mruk, 1998; Rosenberg, 1981).

Actualmente el estudio de la autoestima ha llegado a un nivel social y educativo muy importante, más amplio de la que se ha concedido en el ámbito de la investigación psicológica. Los trabajos pioneros de Rosenberg (1965) y de Coopersmith (I967) han vinculado este constructo psicológico a problemas sociales como el abuso de drogas, la delincuencia, el fracaso escolar, la familia o la adolescencia. El bienestar de la sociedad depende de sus ciudadanos... muchos problemas, si no todos los que plagan nuestra sociedad, tienen sus raíces en la baja autoestima de aquellas personas que configuran la sociedad, (Mecca et al, 1989).

MÉTODO

Participantes

La muestra utilizada para llevar a cabo esta investigación ha sido de 154 sujetos escogidos aleatoriamente entre estudiantes de 12 a 18 años de edad, a los que se les pidió realizar el test de manera totalmente anónima y sincera. La media de edad es de 14,71 la moda 14 y la desviación típica de dicha variable es de 1,45. En cuanto al sexo encontramos que 50.6% de los participantes son mujeres y el 49.4 son hombres.

Instrumentos

Para medir el constructo autoestima se ha utilizado un test que consta de 18 ítems, pertenecientes a una única dimensión. La escala utilizada tenía como puntuación mínima un 1 y como puntuación máxima un 5. El valor 1 correspondía con “Nunca”, el valor 2 con “Casi nunca”, el valor 3 con “A veces”, el valor 4 con “Casi siempre” y el valor 5 con “Siempre”. Es importante aclarar que los ítems 3, 4, 7, 8, 11, 12, 15 y 18 ítems se invirtieron para que todos los ítems del test estuvieran en la misma dirección, y así poder analizarlos. Así, una alta puntuación en el test significa que el sujeto posee una alta autoestima.

En primer lugar el cuestionario consta de un párrafo introductorio que explica las advertencias y las instrucciones a seguir para realizar correctamente la prueba, dejando constancia del carácter anónimo del test y pidiéndoles indicar su edad y sexo, ya que se considera información relevante para la investigación.

Procedimiento

Después de elaborar el cuestionario eligiendo la variable a medir e ítems correspondientes, fue aplicado de forma impresa a 154 sujetos. El lugar y el momento en el que se realizaron los test fue aleatorio utilizándose para ello varios días, ya que dependía de la disponibilidad de los sujetos y profesores del centro. El tiempo empleado por los sujetos para realizar la prueba no superaba los 15 minutos y lo realizaron en horario de tutoría en el centro escolar.

En todos los casos el cuestionario fue realizado de forma individual, voluntaria y completamente anónima y los sujetos disponían de las instrucciones a seguir expuestas antes de la presentación de los ítems. Una vez recogidos todos los cuestionarios, se analizaron los datos con el programa SPSS.

Análisis de los datos

En primer lugar

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