Etapas psicosexuales (Otto Fenichel)

Ana Marìa Vega Amador

Etapas psicosexuales (Otto Fenichel)

Etapa oral.

Al ocuparnos del desarrollo del yo fueron señalados los factores a causa de los cuales el conocimiento de la realidad se produce en conexión con la experiencia del hambre y la saciedad, despues aparecen la primeras percepciones en que se vinculada una especie de incorporacion oral y que el primer acto de juzgar es la decisión acerca de si una sustancia dada era o no comestible.  Esto se complementa con el fenómeno autoerótico de la succión del pulgar que se considera un reflejo innato. Se observa que este acto se ha independizado de la función de nutrición.  La succion del pulgar demuestra que el placer que proporciona el pecho no se basa únicamente en la gratificación del hambre, sino támbien en la estimulación de la membrana mucosa oral erógena.

En el adulto persistira el erotismo oral en fenómenos como: el beso, las prácticas perversas, la costumbre de beber, fumar y muchos hábitos de la comida, sin olvidar que el beber y el fumar contienen toxinas  que cambian la dinámica de los conflictos institntivos.

La "introyección oral" es tambien la realizadora de la "identificación primaria". La idea de comer el objeto o la de ser comido por un objeto siguen siendo la forma en que es percibido inconscientemente todo restablecimiento de la unión con los objetos, convertirse en la misma sustancia. La idea de ser comido no siempre es fuente de temor, sino que puede támbien, en determinadas circunstacias, ser fuente de un placer oral.  Se ha descrito el anhelo de volver a unirse con un objeto al que se ha cedido la propia omnipotencia, de cada caso individual depende de que este hecho este unido a un anhelo positivo o a una ansiedad.

Abraham distinguió dos subetapas en esta etapa: una preambivalente, en la que subjetivamente, no existen los objetos y sólo se busca la succión placentera, y otra ambivalente, que aparece despues de la erupción de los dientes, y que tienen como fin morder el objeto.

Entre las neurosis, el ciclo maníaco-depresivo y las adicciones son los que presentan manifestaciones de fijación a nivel oral. Sin embargo, puesto que en el desarrollo psíquico se observa la persistencia de niveles primitivos del desarrollo detrás de los niveles mas maduros, las caracteristicas erótico-orales no faltan tampoco en todas las demas neurosis.

La etapa sádicoanal.

Durante el segundo año la zono erógena anal parece convertirse en la principal instancia ejecutiva de todas las exitaciones, la que, sea cualquiera el lugar en que se originan, tienden ahora a descargarse en la defecación. El fin primario del erotismo anal es el goce de las sensaciones placenteras de la excreción.  Las tendencias de retención anal constituyen un buen ejemplo de las combinaciones de placer erógeno y seguridad contra la ansiedad. El temor a la excreción originalmente placentera puede conducir a la retención y al descubrimiento del placer de esta.

El objeto del primer acto sádicoanalson las heces mismas, cuya "expulsión" es percibida como una especie de acto sádico. En segundo lugar, el factor de "poder social" implícito en el hecho de controlar los esfínteres: en el aprendizaje de los hábitos higiénicos el niño encuentra la oportunidad de demostrar eficazmente su oposición a los mayores.

El erótismo anal hace que las heces como objeto sean tratadas por el niño de una manera contradictoria: el niño expulsa de su cuerpo la materia fecal y la retiene como si se tratara de un cuerpo amado: ésta es la raíz fisiológica de la "ambivalencia anal". El recto como órgano hueco de excreción puede expulsar activamente algo pero támbien puede ser estímulado por un cuerpo extraño que penetre en él. Las tendencias masculinas derivan de la primera aptitud y las femeninas de la segunda de ahí la raíz fisiológica de la vinculación entre erotismo anal y bisexualidad.

El hecho de que esta etapa aun se da en una edad de omnipotencia puede verse la sobrevaloracion narcisista por controlar los movimientos intestinales.

La heces se convierten en un objeto amado en forma ambivalente. Son amadas y se les retiene o se las reintroyecta, y se juega con ellas, y son odiadas y se les expulsa.

El cuidado y aprendizage de hábitos higiénicos del niño transforman gradualmente las tendencias anales autoeróticas en tendencias objetales. Los objetos entonces, pueden recibir el mismo trato que las heces.

La sobrevaloración narcisista se expresa ahora se expresa ahora en un sentimiento de poder sobre la madre, en cuanto a darle o no darle las heces.

Para Abraham, el tomar en consideración el bienestar del objeto, que es lo que constituye el amor, tiene su comienzo probablemente, en una segunda etapa de la fase anal; su primera manifestación es la disposición a sacrificar las heces en obsequio del objeto.

La etapa uretral.

La aparición del erótismo uretral se halla entrelazada con el erótismo genital infantil, en etapas posteriores aparece como un oponente pregenital de la sexualidad genital autentica. en esta etapa el niño se da cuenta de la diferencia entre sexos en relación con la micción. Por ello aparece combinado frecuentemente con el complejo de castración.

Los fines originales de este erótismo son autoeróticos y pueden volverse mas tarde hacia los objetos. Este aparato se convierte entonces en el ejecutor de las fantasías sexualmente exitantes acerca de orinar sobre los objetos o que los objetos orinen sobre uno, o de fantasías en las que la relación con la micción es mas oculta.

Frecuentemente los niños orinan activamente la ropa o la cama para alcanzar un placer autoerótico. Más tarde, la eneuresis puede aparecer como síntoma neurótico.

La fase fálica. La angustia de castración en el varón.

Al llegar a su término la sexualidad infantil, la concentración geniral de todas las excitaciones sexuales es un hecho.

El hecho de que una descarga genital general de todas las formas de excitación sexual surja hacia el cuarto o quinto año de edad no significa que antes de esa época los genitales no hayan tenido una funcion de zona erógena.

Sea cual sea la fisiología de la erogeneidad, desde el punto de vista psicologico, la libido es una sola, que puede desplazarse de una zona erógena a otra pero depende de ciertas fijaciones que se hayan creado entran las fuerzas que se resisten a ese desplazamniento, las fijaciones pregenitales, en los neuróticos, estorban la progresiva concentración genital de las excitaciones durante el acto sexual.

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