INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EL ESTUDIO DE LA FELICIDAD
Enviado por Annel Alessandra Meraldo Chalco • 5 de Agosto de 2020 • Informes • 1.647 Palabras (7 Páginas) • 195 Visitas
“Año de la universalización de la salud”
FACULTAD DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA
ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS AERONÁUTICAS
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EL ESTUDIO DE LA FELICIDAD
Curso
COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL
Ciclo
2020 - I
Docente
Dra. Maria Eugenia Soto
Lima - Perú
ÍNDICE
- Datos generales 2
- Título del artículo 2
- Autor del artículo 2
- Ciudad de edición 2
- Año de publicación 2
- N° de páginas 2
- Esquema 2
- Resumen 3
- Conclusión 4
- Fuentes de consulta 5
- DATOS GENERALES
- Título del artículo: Inteligencia emocional y el estudio de la felicidad
- Autor: Pablo Fernández Berrocal, Natalio Extremera Pacheco
- Ciudad de edición: Zaragoza, España
- Año de publicación: Julio 2009
- N° de páginas: 21 páginas
- ESQUEMA [pic 1]
- RESUMEN
Algunos autores consideran que la felicidad es un constructo tan escurridizo que su estudio siempre quedará vetado para la ciencia. Curiosamente, con esta definición nadie podría definirse como una persona feliz y sólo podríamos describir nuestra felicidad en términos retrospectivos o presentes. Los investigadores sobre Psicología Positiva han consensuado que para una definición operativa del concepto de felicidad necesitamos de tres componentes claves La Psicología Positiva considera este análisis como incompleto y plantea que la felicidad estaría determinada por la combinación de los aspectos genéticos y de personalidad, los circunstanciales y los intencionales. Supondría aproximadamente un 50% de la varianza y refleja características de personalidad muy estables como extraversión y neuroticismo. Estas actividades darían cuenta del 40% de la varianza y permiten un espacio extenso para el cambio y la mejora de la felicidad. En este artículo nos centraremos en las actividades intencionales, ya que es la dimensión sobre la que podemos desde la Psicología Positiva incrementar y mejorar el bienestar personal. La Psicología Positiva o, como algunos autores la han denominado, “la ciencia de la felicidad” centra su interés en analizar las fortalezas, virtudes y destrezas humanas como base para comprender los factores que contribuyen al bienestar subjetivo. En este punto, es donde Psicología Positiva e Inteligencia Emocional se dan la mano y plantean un interés compartido. Por un lado, la Psicología Positiva analiza el bienestar subjetivo o las emociones positivas alcanzadas por el individuo tras poner en práctica sus fortalezas y virtudes. En este sentido, la IE considera la utilidad pragmática y adaptativa de las emociones negativas, en línea con otros autores que han demostrado la funcionalidad de éstas y lo deseable de expresarlas en determinados contextos sociales. Cuando Daniel Goleman publicó su ya clásico libro titulado Inteligencia Emocional, redefinió el concepto de varias formas, bien en su primera formulación asociándolo con el « carácter » de la persona, o bien en un segundo acercamiento concibiéndola como un conjunto de competencias socio - emocionales relacionadas con el éxito en el ámbito laboral. Con una filosofía contraria a la de esta oleada de libros divulgativos, el grupo de Salovey y Mayer ha sido siempre muy cauto en sus trabajos, ha seguido una método científico de investigación, una metodología rigurosa de evaluación y, desde su primera conceptualización, ha entendido la IE como una capacidad para procesar información relacionada con las emociones, donde la inteligencia y las emociones son los elementos vertebradores de su trabajo.
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