INTELIGENCIA ESPIRITUAL EN MEXICO
EditharathEnsayo13 de Julio de 2016
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INTELIGENCIA ESPIRITUAL EN MEXICO
Psic. Edith Arath Aguiñaga. U.N.A.M
Maestría en INTELIGENCIA ESPIRITUAL
Fundación Ramón Gallegos
Junio 2016. México.
- ¿UNA INTELIGENCIA PARA CADA NECESIDAD HUMANA?
- ¿QUE ES LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL?
- ¿PARA QUE NOS CAPACITA?
- ¿QUE CONSECUENCIAS TIENE SU ATROFIA?
- ¿COMO HACER PARA CULTIVAR LA IES?
México, como el resto del mundo, no ha podido mantenerse ajeno a los vertiginosos cambios que la era moderna y post moderna han impreso en la mente y el comportamiento humano, tratando de dar respuesta a tres de los problemas básicos generales de la humanidad:
- El problema material. ¿Cómo sobrevivir y garantizar la satisfacción de necesidades básicas para cada uno de los mexicanos?
La construcción de herramientas que desembocó la era industrial, y el vertiginoso desarrollo de la Ciencia y la Tecnología, marcó el inicio de la era moderna. Sin negar en lo absoluto las ventajas de tal despliegue revolucionario, al paso del tiempo ya nos cuestionamos sus ventajas en el balance de ganancias y costos, que recién la factura ecológica y social ya nos pasa la elevada cuenta. La habilidad intelectual para aprender a producir satisfactores, generó riqueza material, sin la base moral y ética de distribución equitativa, despertó la ambición de los que lograron el poder capitalista, y la ambición e ignorancia despertaron la avaricia y despilfarro, los mismos que continuaron produciendo satisfactores, para lo cual tuvo que crear necesidades inexistentes en la naturaleza humana, y así fomentar el consumismo, el resultado ha sido una era de marcado Hedonismo, una carrera por el número, por los satisfactores superficiales, por la comodidad, la competitividad, plagada de estrés y sus enfermedades. De manera colateral, una carrera que condujo a las guerras mundiales por la ambición del poder económico y social, acelerando aún más una era industrial y científica que ahora se especializa “inteligentemente”, en la construcción de armas, en una carrera hacia la propia muerte. México, no quedo al margen, sin poder económico real, se resignó al poder de mano de obra y consumismo de 2ª mano. No obstante, su riqueza natural y cultural, México ha venido perdiendo la batalla al irse rindiendo ante la competencia científico-tecnológica, y la ignorancia, muy conveniente, para los dueños del capital.
- El problema social. Ante la llegada del post modernismo, y la lucha social por los derechos de los grupos más desprotegidos, por la igualdad social y el ecologismo, logramos frenar medianamente el desenfreno de la modernidad. Ante esta filosofía de igualdad, las jerarquías desaparecen, incluyendo la jerarquía de valores; ahora todo tiene un valor relativo, incluso la verdad, la honestidad, y cualquier otro referente de valor, nuestra perspectiva se aplana, como un extenso desierto sin montañas ni valles. Nuestros valores dejaron de tener una jerarquía, nos atoramos en el Nihilismo, y ante la máscara de igualdad, resultó que todo es lo mismo, y si es lo mismo, todo da igual, nada es bueno, nada es malo, todo es relativo y todo depende del cristal con que se mira. La lucha por la igualdad de derechos, sin una base moral y ética, está desplegando la lucha violenta y desafiante en México, como la que ahora vemos en pos de las Reformas Políticas, sin liderazgo real, pues ante la ignorancia lacerante, seguimos siendo objetos de manipulación entre las partes que continúan luchando por el poder, sin ganas ni intensión de satisfacer las necesidades sociales reales de nuestro país.
- El problema Espiritual. Si, la Espiritualidad es una necesidad humana y es un derecho fundamental, que no ha podido, ni podrá pasarse por alto, so pena de continuar estancados en una falta de sentido y de valores sin los cuales la vida misma pierde sentido de ser vida. Es esta necesidad la que ha despertado nuestra evolución, y continúa atisbando desde muy dentro de nosotros, la necesidad de saber ¿porqué estamos vivos?, ¿ porqué vale la pena vivir?, e incluso, ¿porqué vale la pena morir?, si ese fuera el caso. Para hacerle frente, hemos de restaurar nuestra jerarquía de valores, que nos ayuden a diferenciar lo correcto de lo incorrecto, la verdad de la falsedad, generando sabiduría real, esa que no se lee ni se escribe, pero que da solución real a todos nuestros problemas, sacándonos de Hedonismo y Nihilismo en que la mayoría de la población se encuentra estancada.
Como cada problema, necesita ser resuelto desde el nivel correspondiente en que se generó cada reto. La Inteligencia es esa facultad de todo ser humano para resolver los problemas que se le presentan. Por mucho tiempo, la inteligencia lógico-matemática fue considerada la única inteligencia, lo cual generó incluso la construcción de parámetros para medirla, como el generado por Binet para medir la inteligencia operativa, lógica-matemática y verbal, herramienta muy usada para valorar a los empleados y a los alumnos, clasificando de manera mecánica y dualista a aquellos que podrían ser más útiles al sistema y quienes estarían relegados en las filas del sistema de producción de valores materiales. Como sea, la Inteligencia Cognitiva podía solucionar el problema material y nos ha facilitado desarrollar la habilidad de controlar a la Naturaleza.
Ante el problema social, la necesidad de intercambio y socialización, el problema de ¿cómo vivir juntos sin lastimarnos?, ¿Cómo satisfacer la necesidad de justicia y seguridad social?, aún con la influencia utilitaria y mercantilista, el nuevo problema también se transformó en ¿cómo poder vender y venderse mejor socialmente?. El problema ameritó el reconocimiento y estímulo de múltiples habilidades, como la Inteligencia Emocional, descrita por Goleman a mediados del siglo pasado como la habilidad de manejar nuestras emociones, o como el descubrimiento de las Inteligencias Múltiples, descritas por Gardner, y que nos descubren como personas capaces de aprender y de expresarnos a través de 8 Inteligencias: Lingüística, Lógica-matemática, Espacial, Musical, Corporal y Cinestésica, Intrapersonal, Interpersonal y Naturalista. Al reconocer que todos tenemos un estilo diferente de aprender y conocer el mundo, la educación dejó, o al menos intentó dejar de ser estandarizada, si bien continúa funcionando con contenidos de información, este reconocimiento democratiza y enriquece el proceso educativo formal, haciéndolo independiente de cualquier cultura o moral, pero también es cierto que definitivamente nos encerró en una perspectiva individualista, generando marcado egocentrismo, y la trampa del egoísmo, que en nada a ayudan a solucionar el problema social.
La Inteligencia Cognitiva ha logrado resolver el problema material, y las Inteligencias Múltiples, el problema social, pero solo de manera parcial, ya que ambas han carecido de un fundamento moral y ético que les guíe y les marque límites y alcances reales, sin esta guía que nos aclare el rumbo a seguir, nos perdemos en senderos falsos y aparentes.
Ahora, a inicios del s. XXI, la necesidad de Espiritualidad nos reclama interna y externamente, la ola de violencia en nuestros niños y adolescentes carentes de sentido y valor de la vida no pueden ser pasados por alto, son indicador de la emergente transformación para cubrir nuestra imperante necesidad de Espiritualidad, y solo el ejercicio de nuestra Inteligencia Espiritual podrá dar solución, una solución real, e incluso, podrá reorientar el camino a seguir para terminar de dar sabia solución a los problemas anteriores.
Nunca ha existido una sociedad humana que no haya tenido una forma de espiritualidad. La necesidad de lo sagrado nunca se ha podido abolir, sobre todo en culturas ricas en su expresión espiritual, como la de México, que se ha castigado, se ha disfrazado, se ha manipulado, pero no se ha extinguido, ni se podrá extinguir del todo. La espiritualidad es perenne, porque es parte de nuestra naturaleza humana.
La espiritualidad es laica, no puede pertenecer a ninguna religión, le pertenece al ser humano en general, es independiente de cualquier credo, si bien puede manifestarse a través de alguno de ellos, la religión es opcional, por lo que la educación dirigida a cultivar la Inteligencia Espiritual, no se contrapone con el fundamento del artículo 3º de la Constitución Mexicana, con respecto a la laicidad de la educación en México . La Inteligencia Espiritual es libre de dogmas, fanatismos y mitos, bajo los cuales muchas atrocidades se han cometido contra la humanidad. La religión es opcional y no es garantía de mejores seres humanos, la Inteligencia Espiritual es un potencial humano, vivo.
En México, y en gran parte del mundo, nos enfrentamos a una crisis de moral y valores, ya que desde la modernidad terminaron por ser desechados, valorando más la generación de riqueza sin importar el costo. Justo ahora, comenzamos a asomarnos a esos “costos” personales, sociales, culturales, ecológicos y espirituales, y en las cuentas, según nuestra Inteligencia Cognitiva y Emocional, salimos perdiendo en todos los sentidos, pues hemos perdido el rumbo a seguir, ¿de qué sirve lo que sea que hemos logrado, si la humanidad no cesa de correr hacia su extinción?
La Inteligencia Espiritual no nulifica las anteriores inteligencias, ni muchos menos es ajena a los problemas que han tratado de resolver tanto la inteligencia Cognitiva como las Inteligencias Múltiples, ya que la Inteligencia Espiritual es compatible con ellas, es más, las incluye y les da un sentido de ser, les señala el rumbo adecuado a seguir, ¿acaso no es esta nuestra necesidad primordial hoy por hoy? Todas las cosas y las personas tienen un valor intrínseco, que no es el del dinero. Las relaciones sociales no se compran, se cultivan. El sentido y razón por la cual aún no nos sentimos satisfechos, es por la falta de amor en nuestra vida. La Inteligencia Espiritual es y está de manera potencial en cada ser humano, es inalienable, pero como cualquier inteligencia, hay que estimularla para que germine con todo su potencial.
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