Inteligencia Espiritual
kiron8417 de Agosto de 2013
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Elementos que intervienen en nuestra salud física, mental y emocional.
el estrés soy yo. La reacción que presenta una persona cuando se ve sometida a un reto. Hay cambios tanto psicológicos como fisiológicos que afectan al individuo, y en parte depende del grado de malestar que provoca una situación estrante. Pero dos personas no pueden alcanzar el mismo nivel de estrés ante una misma situación; hay individuos que se fortalecen ante la adversidad mientras otros se derrumbar al primer contratiempo, lo que implica que somos responsables en gran medida de nuestro comportamiento frente a las siutaciones que lo producen, mantienen o intensifican.
Un individuo aprensivo ante la posibilidad de sufrir un cambio radical y pesimista vivirá la experiencia como una amenaza. Visto de esta forma, no hay manera de escapar del angustioso estrés. Sin embargo, otro menos ansioso, intepretrara la misma situación como un episodio sencillo e ineludible con escaso riesgo, mayor seguridad y confianza en si mismo.
Un mundo estresante. En un principio se pensó que el estrés depende exclusivamente del entorno y se identificaron aquellas circunstancias que producen mayor tensión. Lo que la teoría anterior desafia; ya que, ¿Qué resultaría mas estresante: Un accidente, un examen, una oratoria laborl? Solo se podría medir dentro del comportamiento que tenga cada persona frente a ellos.
Nuestra mente es capaz de convertir en estresantes situaciones lo que para algunos serian hasta deseables. Un destacado psicólogo estadounidense (Lazarus), se planteo la diversidad de comportamientos ante la misma situación, concluyendo que la respuesta se encuentra en el tipo de apreciaciones o valoraciones que la gente hace de los acontecimientos estresantes. Sus estudios determinaron que exisen una serie de preguntas que nos hacemos automáticamente ante cuqlueri situación, nuestro dia a dia esta plagado de acciones realizadas de forma automática, pero hay otras en las que se pone en marcha nuestra valoración de forma instantánea. Para Lazarus, esta valoración pone en manifiesto el grado de amenaza que representa la situación y los recursos que tenemos para hacerle frente, siendo asi los responsables de nuestras emociones ante los hechos que marcan nuestro entorno.
Yo y mis circunstancias. Aquí se convergen dos factores: la situación que provoca estrés y la reacción del individuo ante este. Ambos se influyen mutuamente, existen situaciones en la que la sensación de amenaza es inevitable y en las que el peligro es real y palpable. No respondemos todos ante la misma situación de peligro y cada persona entenderá los sucesos de forna distinta dándole mayor o menor grado de amenaza.
Estrategias para hacerle frente al estrés.
El afrontamiento puede ser exitoso y reducir la tensión, o bien resulta inefica y empeora la sensación de amenaza, he aquí donde interviene nuestra inteligencia emocional y mental. Por ejemplo, si se encendia la cocina nuestra reacción podría ser avisar a los bomberos, conseguir un extintor, desmayarse, echar agua lo que podría empeorar , etc. Resulta evidente cual es la actuación mas acertada, sin embargo, todas ellas son estrategias de afrontamiento ante una misma situación conflictiva.
Ampliar el arsenal de recursos. Hay que tener presente que la estrategia que nos funciono en una situación anterior no necesariamente podría aplicar para la situación actual. Casi todo el mundo es especialmente diestro en una estrategia particular de afrontamiento y ante el estrés es necesario dominar mas de una; existe formas para cada situación y cda momento y debemos ser capaces de utilizarlas bien sea expresar agresividad, manifestar humor, planificar tiempo, cabmiar el habito, buscar ayuda, entre otras.
Formas de afrontamiento. Existe una gran diversidad, y la forma elegida por cada persona
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