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INTELIGENCIAS INTRAPERSONAL E INTERPERSONAL

JohaDelicius0Trabajo23 de Febrero de 2017

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA [pic 1][pic 2]

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS

INTELIGENCIAS INTRAPERSONAL E INTERPERSONAL

                                                                 Autores: Johana García

                                                                                     

Caracas, Junio de 2016

INTRODUCCIÓN

       El término inteligencia es utilizado cotidianamente por niños, jóvenes o adultos, sin embargo, son pocas las personas que usan dicha palabra de forma correcta, tergiversando su significado y alejándolo de lo que realmente representa, que no es otra que la propiedad que posee el cerebro o la mente para solucionar problemas que se presenten en su vida cotidiana relacionando habilidades. Partiendo de dicho término el profesor y psicólogo Howard Gardner presenta su teoría sobre las inteligencias múltiples, afirmando que existen a su vez nueve tipos distintos de inteligencia encontradas en todo ser humano, algunas en mayor o menor medida, y es allí donde reside la importancia de conocer cada una de dichas inteligencias y cómo se manifiestan.

       Como se dijo anteriormente, existen 9 tipos de inteligencias, entre ellas encontramos la inteligencia verbal-lingüística, inteligencia lógico-matemático, inteligencia musical, inteligencia visual-espacial, inteligencia intrapersonal, inteligencia interpersonal, inteligencia corporal-kinestésica, inteligencia naturalista e inteligencia existencial. Sin embargo, se hará énfasis en dos inteligencias específicas y relacionadas entre sí, la inteligencia intrapersonal y la inteligencia interpersonal. La primera, hace referencia al autoconocimiento mientras que la segunda se basa en la empatía.

INTELIGENCIA INTRAPERSONAL E INTELIGENCIA INTERPERSONAL

Aprendizaje

        Desde tiempos remotos el ser humano ha realizado grandes interrogantes, algunas sin una respuesta concreta, transformándose así en motivo de discusión entre teóricos y prolongándose en el tiempo, otras por su parte, han llevado a la realización de inventos increíbles y al entendimiento del propio ser humano.

       El mundo que nos rodea brinda una cantidad innumerables de estímulos sensoriales al cerebro, contribuyendo al conocimiento y aprendizaje de cada persona, siendo importante en este proceso el almacenamiento de información en nuestra memoria, ayudando así al accionar de la persona a un estímulo que se asemeje al previamente aprendido e ir modificándolo a través del tiempo.  Este constante aprendizaje nos permite modificar nuestras habilidades, conocimientos y conductas ante situaciones específica, dependiendo de qué estimulo se trate.

       Se cree que el aprendizaje es la única operación ligada a las acciones intelectuales, sin embargo, estas además contemplan actividades físicas que requieren ser perfeccionadas, así como también aplicar actividades donde se aplique técnicas o metodologías.  Gagné (1965), define aprendizaje como un cambio en la disposición o capacidad de las personas que puede retenerse y no es atribuible simplemente al proceso de crecimiento. Mientras que para Hilgard (1979), se entiende por aprendizaje el proceso en virtud del cual una actividad se origina o se cambia a través de la reacción a una situación encontrada, con tal que las características del cambio registrado en la actividad no puedan explicarse con fundamento en las tendencias innatas de respuesta, la maduración o estados transitorios del organismo.

        Por su parte, Díaz (1986), defiende que llamamos aprendizaje a la modificación relativamente permanente en la disposición o en la capacidad del hombre, ocurrida como resultado de su actividad y que no puede atribuirse simplemente al proceso de crecimiento y maduración o a causas tales como enfermedad o mutaciones genéticas. Finalmente, Knowles y otros (2001), se basan en la definición de Gagné, Hartis y Schyahn, para expresar que el aprendizaje es en esencia un cambio producido por la experiencia, pero distinguen entre: El aprendizaje como producto, que pone en relieve el resultado final o el desenlace de la experiencia del aprendizaje. El aprendizaje como proceso, que destaca lo que sucede en el curso de la experiencia de aprendizaje para posteriormente obtener un producto de lo aprendido. El aprendizaje como función, que realza ciertos aspectos críticos del  aprendizaje, como la motivación, la retención, la transferencia que presumiblemente  hacen posibles cambios de conducta en el aprendizaje humano.

         En estas definiciones hay algunos puntos de coincidencia, cuando hablan sobre un cambio de conducta y como resultado de la experiencia.

        Una definición que integra diferentes conceptos en especial aquellos relacionados al área de la didáctica, es la expresada por Alonso, Gallego y Honey (1994), quien defiende que el aprendizaje es el proceso de adquisición de una disposición, relativamente duradera, para cambiar la percepción o la conducta como resultado de una experiencia.

        Gallego y Ongallo (2003), hacen notar que el aprendizaje no es un concepto reservado a maestros, pedagogos o cualquier profesional de la educación ya que todos en algún momento de la vida organizativa, debemos enseñar a otros y aprender de otros:

  1. Al incorporarnos a un nuevo puesto de trabajo.
  2. Cando debemos realizar una presentación a otras personas: dar a conocer informes, nuevos productos, resultados anuales de la organización.
  3. Siempre que necesitemos persuadir de que los que nos escuchan tomen una decisión que consideremos la mejor para ellos (y para nosotros).
  4. Al pedir aclaraciones, o darlas, en los momentos en los que nos las soliciten.
  5. Cuando solicitamos información que los demás tienen o pedimos aclaraciones sobre aspectos que no han quedado suficientemente claros.

Inteligencia

        El término inteligencia se utiliza de forma cotidiana, sin embargo, su definición se torna un poco abstracta dependiendo del contexto y el uso que se le dé, alejando dicha palabra de su significado real. Se puede considerar a una persona “inteligente” cuando posee habilidades que le permiten resolver problemas de manera adecuada y eficaz. Sin embargo, hay autores que demuestran que su significado es mucho más amplio.

       Según Butcher (1979), la inteligencia es la capacidad global de actuar con un propósito, de pensar racionalmente y de enfrentarse de manera efectiva con el ambiente. La American Psychological Association (APA), una organización científica y profesional de psicólogos de EEUU, lo expuso así, los individuos difieren los unos de los otros en habilidad de comprender ideas complejas, de adaptarse eficazmente al entorno, así como el de aprender de la experiencia, en encontrar varias formas de razonar, de superar obstáculos mediante la reflexión. A pesar de que esas diferencias individuales puedan ser sustanciales, éstas nunca son completamente consistentes. Las características intelectuales de una persona variarán en diferentes ocasiones, en diferentes dominios, y juzgarán con diferentes criterios.

         El concepto de “inteligencia” es una tentativa de aclarar y organizar este conjunto complejo de fenómenos. Mainstream Science on Intelligence (1994), definición que fue suscrita por cincuenta y dos investigadores defienden que la inteligencia es una capacidad mental muy general que, entre otras cosas, implica la habilidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y aprender de la experiencia. No es un mero aprendizaje de los libros, ni una habilidad estrictamente académica, ni un talento para superar pruebas. Más bien, el concepto se refiere a la capacidad de comprender nuestro entorno. Por su parte, Howard Gardner (1983), definió la inteligencia como la capacidad de resolver problemas o de crear productos que sean valiosos en una o más culturas. Fue una idea novedosa porque cambiaba radicalmente la idea que se tenía de la inteligencia como algo inamovible, que se tenía o no se tenía. Al definirla como capacidad nos abre una puerta a los educadores ya que se puede desarrollar mediante las experiencias vividas, el entorno y la educación recibida. Por otro lado, las investigaciones de Gardner le llevó a concluir que todos los seres humanos tienen nueve inteligencias en mayor o menor grado: verbal-lingüística, lógico-matemática, espacial o visual, musical, corporal-kinestésica, intrapersonal, interpersonal, naturalista y existencial.

        En este punto, se tenía la idea de que la cognición humana era calificable y cuantificable, que era posible describir a las personas poseedoras de inteligencia, describir cuán inteligentes son. Pero la realidad es que es imposible cuantificar la inteligencia de forma única, ya que existen no menos de nueve inteligencias diferentes, cada una con parámetros cuyo cumplimiento les da tal definición. Lo verdaderamente sorprendente es que cada persona, o al menos la mayoría, posee las 9 inteligencias, sin embargo, la diferencia radica en cuán desarrollada se tiene cada una de ellas, cuál predomina y cuál es la menos desarrollada. Este sorprendente descubrimiento realizado por Gardner, se ha tomado para tumbar la teoría obsoleta de que son inteligentes sólo aquellas personas que desarrollan la lógica y la matemática de forma eficiente, dejando al resto en un peldaño más abajo en la escalera de los éxitos.

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