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Identidad En El Normalismo Mexicano


Enviado por   •  6 de Febrero de 2013  •  2.753 Palabras (12 Páginas)  •  535 Visitas

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“Crisis de Identidad en el Normalismo Mexicano”

¡Tengo sed de saber y no me enseñas;

tengo sed de avanzar y no me ayudas;

tengo sed de creer y me despeñas

en el mar de teorías en que sueñas

hallar las soluciones de tus dudas!

“Incoherencias” Amado Nervo.

Desde hace mucho tiempo se dice que la educación mexicana está en crisis; en reiteradas ocasiones las autoridades han manifestado la urgente inquietud por elevar la calidad de la educación en nuestro país. Reformas, propuestas, métodos y tecnologías se han implementado de forma vertiginosa en este campo y sin embargo, los resultados de las evaluaciones aplicadas a los alumnos del nivel básico, arrojan una serie de datos poco halagüeños. “La educación es el camino” sostenemos en el SNTE pero ¿qué dificulta que se siga adecuadamente esta vía?.

La historia nos narra como fue construida la educación en México con la influencia de grandes hombres como Alfonso Reyes, Jaime Torres Bodet, Rafael Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, entre muchos (Larroyo, 1979), donde la figura del maestro destaca por ser el prócer del desarrollo en todos los aspectos; si bien es cierto que en innumerables sitios encontramos reconocimientos a su labor social, también es verdad que su actuación principal fue la de dotar a las generaciones de las armas de la razón y el conocimiento para que se defendiesen en la brega de la vida.

Pero por desgracia, como asegura Bourdieu (1998) llegó la época donde al proceso educativo ha sido transformado en un campo de interés solo para ejercer la dominación de quienes ostentan el poder; se olvidó su esencia, esa intención la de colaborar en la búsqueda de satisfactores que resolvieran las necesidades de la gente y su comunidad.

(Subtema 1.1) “El Enfoque Basado en Competencias” según Tobón (2004) es una iniciativa que pretende normar el desempeño de los educandos en todos los niveles, unificando los criterios desde una perspectiva globalizadora que aspira a equiparar los perfiles de egreso de las personas en los diversos escaños educativos; independientemente de su geografía, etnia, religión, edad, sexo y nacionalidad. Esta iniciativa surge de los filósofos franceses Alain Touraine (1997), Jaques Delors (1996) y Edgar Morín (1999); quienes hacen la propuesta ante la UNESCO con la intención de fomentar la equidad educativa para logar mayor justicia laboral en la competencia profesional de las nuevas generaciones de trabajadores del orbe, además de pugnar por alcanzar el respeto para sí mismo y en la interacción con los demás.

Es precisamente Delors quién postula que la proyectada educación integral se sostiene en cuatro pilares dialécticos: Saber Conocer, Saber Hacer, Saber Convivir y Saber Ser; dándole una trascendente resignificación al quehacer docente y así surgen para ponderar su labor necesariamente “Los Estándares de desempeño” (Subtema 1.2) que tanto revuelo y resistencia han causado en el gremio magisterial al sentir dicho estándar ajeno, punitivo y descontextualizado.

Respecto a “Las estrategias y procesos para educar con base en competencias” (Subtema 1.3) las autoridades de la SEP junto con el SNTE han realizado diversos acuerdos, convenios y programas con el objetivo de mejorar la calidad educativa en nuestro país; implementándose jornadas exhaustivas de capacitación docente para profesores en servicio y realizando reformas a los planes curriculares del las escuelas normales para que los futuros docentes se familiaricen con la emergente propuesta. No obstante ello, Hernández (2008) y otros advierten que hay evidencias del fracaso, porque los resultados obtenidos en diferentes instancias, así como en los exámenes de oposición que se realizan para la selección de aspirantes a laborar en el sistema educativo son prueba fehaciente de que no se han alcanzado los niveles deseados (Echeverria, 2009).

De igual manera “las implicaciones de la enseñanza del Ingles como segunda lengua en la educación básica” (Subtema 1.4), en el discurso suenan muy alentadoras y convincentes; pero en la práctica enfrentan la problemática de que los docentes no dominan esta lengua y peor aún no les interesa hacerlo; ya que en las instituciones que cuentan con el servicio de maestros especialistas en la didáctica del idioma de Shakespeare, la gran mayoría de profesores responsables de grupo no se disponen a adquirirlo; dedicando el tiempo de esta asignatura para atender pendientes o simplemente hacer un “coffee break”, como acontece tradicionalmente con las clases de educación física y artística (Zebadúa, 2008).

Y ni qué decir de “El docente de la Educación Básica y las Tecnologías de la Información y la Comunicación” (Subtema 1.5) donde a pesar de los esfuerzos de las autoridades en dotar a las escuelas de computadoras, internet, enciclomedia, cañones, pizarrones interactivo-virtuales, televisiones y aparatos de video; la actitud de algunos educadores de cuidar al máximo los recursos es la justificación para no permitir a los educandos el hacer uso de los aparatos. Otros manifiestan el temor infundado de su manejo, pero no hacen nada por aprender a usarlos. También hay algunos pocos, que permiten que sus propios alumnos sean quienes los capaciten en la inercia de las nuevas tecnologías.

Por último (Subtema 1.6) “ El Docente ante los retos de la diversidad …”

a) Ecológica.- cuando desgraciadamente en contra de la tradición histórica de la influencia social del magisterio mexicano, se ha pretendido divorciar el binomio escuela y comunidad; los maestros en su salón, los padres del acceso para fuera y ya está. Donde los edificios se convierten en propiedad de los directivos, los maestros en deidades infalibles, los planes y programas en dogmas de videntes iluminados y los educandos en sumisos borreguitos. Se debe tener cuidado, ya que romper con dichas estructuras es sinónimo de crear problemas, de ser revoltoso o no ser institucional.

b) De Género.- Diría Erickson (1989) ¿cómo se puede garantizar que el proceso educativo pugne por el respeto a la diversidad de género?, cuando se tiene evidencias de prejuicios de algunos docentes en ese tenor y además existen entre las filas del magisterio personas con diversas preferencias sexuales que en algunos casos se manifiestan patológicamente pero aunque escandalizan a la comunidad reciben el benevolente amparo de las instituciones. Ciertamente el principal

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