Impacto en las creencias de la salud
Alvaro GallosoTesis27 de Mayo de 2019
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INTRODUCCIÓN
Con el pasar de los años, los diversos campos de las ciencias han ido evolucionando mediante la implementación de nuevos equipos, el recibimiento de nuevas ideologías y la eliminación de ciertos paradigmas. Entre estas ilustres adaptaciones obtenemos una que se vuelve más peculiar conforme más se admira. En 1986, un reconocido neurólogo austriaco postuló que así como existían enfermedades físicas en los seres humanos, también existían enfermedades psicológicas que afectaban a nuestra especie. Tras un tiempo de análisis más profundo, el cuerpo médico aceptó esta teoría y nació el psicoanálisis junto con la Psicología Clínica.
Lo peculiar de esto es lo siguiente. Si la mente, y su cascarón, el cerebro, son susceptibles a ser afectados por enfermedades, desórdenes y demás, acaso una idea errónea no puede tener el mismo impacto. Por más descabellado que suene, es una posibilidad, y una que debe ser tomada en serio. Si es posible que los pensamientos se corrompan y generan enfermedades y desórdenes con síntomas tan reales como los de una gripe o una fiebre, entonces es consecuente afirmar que una creencia (en el concepto de idea) genere un impacto en la salud.
En este proyecto sostendremos ese punto de vista y lo fundamentamos. Nuestra principal motivación es descubrir hasta qué punto la salud de un individuo se puede ver beneficiada por “buenas creencias” o, en su defecto, conocer que tan perjudiciales son ciertos pensamientos para poder lidiar con ellos a fin de delimitar su impacto en la salud humana. Para desarrollar esta investigación y poder llegar a claras y lógicas conclusiones hemos dividido este proyecto monográfico en cuatro capítulos: Marco conceptual y nociones generales, Trabajo de campo e investigación, Aplicaciones prácticas y Conclusiones finales. Además de esto tenemos adjuntas las secciones de anexos y referencias.
CONTENIDO
Introducción………………………………………………………………………………....2
- Capítulo 1 : Marco conceptual y Nociones generales…………………………..4
1.1. Conceptos Generales y Específicos…………………………………………..4
1.1.1. La salud…………………………………………………………………………..4
1.1.2. Creencias………………………………………………………………………...5
1.1.3. El Impacto………………………………………………………………………..5
1.2. Teorías Relacionadas…………………………………………………………....6
1.3. Antecedentes……………………………………………………………………...7
1.4. Problemas Locales...…………………………………………………………...10
- Capítulo 2 : Trabajo de Campo e Investigación
- Capítulo 3 : Aplicaciones Prácticas
- Capítulo 4 : Conclusiones Finales
Referencias
Anexos
CAPÍTULO 1
- Marco Conceptual y Nociones Generales
1.1. Conceptos generales y específicos
El Impacto de las Creencias de la Salud, nuestra tesis, cuenta con una base teórica previa que debe ser tomada en cuenta para su completo entendimiento. Como es apreciable, es un concepto dividido en una trinidad que serían básicamente la salud, las creencias y por último el impacto, cada una desglosándose individualmente. Conociendo la trinidad que guía nuestra tesis, podemos comenzar con el primer elemento: La salud.
1.1.1. La salud
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (1926) “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (N°2, pg 100). De este minúsculo concepto, rescatamos una infinidad de conceptos, pero los esenciales con tres. Inicialmente, recibimos la declaración que la salud es un “estado de bienestar”. Un estado es cambiable, y es comparable por mucho con una emoción. Si la salud es una emoción, entonces asumimos que consta de una continuidad no muy estable o que, en su defecto, debe buscarse su estabilidad a fin de hallar comodidad. Además de esto, nos muestra que el enfoque actual de esta ya no es únicamente el bienestar físico, sino también el mental y social lo cual extiende los límites hacia nuevos horizontes más densos y complicados como el de la psicología, donde un malestar no necesariamente es algo perceptible o al rubro social donde la especulación, las relaciones interpersonales y demás pueden impactar al individuo.
1.1.2. Creencias
Ahora que ya conocemos los límites de la Salud gracias al análisis de su concepto, definamos correctamente una creencia. Bajo el enfoque de salud, podemos asumir que una creencia es “una idea o pensamiento que se asume como verdadero” (RAE, 2015) o también “el firme asentimiento y conformidad con algo” (RAE, 2015). Bajo cualquiera de los dos conceptos, una creencia asimila ser una verdad asumida como tal, o en otras palabras, una consideración empoderada por el individuo. Si quisiéramos ser más exquisitos con esta definición, podríamos pasar a ejemplificar. A pesar de ser un término mayormente usado en teología y misticismos, uno de los ejemplos más empleados para explicar el concepto de creencia es la fe. Esta es, en esencia, la creencia en aquello que no se ve o se percibe, lo que nos muestra el carácter subjetivo de una creencia. A pesar de esta subjetividad, tenemos la otra cara de la moneda de las creencia, o mejor dicho, su faceta perceptible. La faceta perceptible de una creencia no es más que la parte real de esta, pero no en su definición sino más bien en la realidad del individuo. En nuestro ejemplo, la faceta percibible o “real” de la fe yace en los cambios que genera en las personas tales como la aparición de positivismo, el desarrollo de la capacidad de proyectarse, entre otras más. En otras palabras, se puede asumir que aunque una creencia es una simple idea que adquiere valor otorgado por el individuo, posee también la capacidad de generar impacto en los mismos.
1.1.3. El impacto
Pero es así, al asumir que las creencias poseen impacto, que aparece esta palabra acompañando al segundo concepto de la trinidad y dejando a la especulación su real significado. La RAE posee múltiples lecturas de este término, aunque hay una peculiaridad en su progresión. Inicialmente, se afirma que un impacto es “huella o efecto producido por un choque” (RAE, 1840), cosa que años más tarde daría paso a la segunda definición que dice que un impacto es una “impresión emocional intensa que causa un determinado hecho o su difusión” (RAE, 1950) y por último recibimos el concepto que ahora empleamos que sustenta que un impacto puede ser también “el conjunto de efectos que un suceso o hecho produce en el entorno físico, social y/o psicológico” (RAE, 2001). Si nos damos cuenta, la definición siempre se habló de un efecto post-evento, pero en el 2001, justo cuando mundialmente se aceptaba que el entorno psicológico y social tenían relevancia para la salud, apareció la última definición que muestra una conexión directa con la salud. Pero si nuestra trinidad conceptual es tan evidente, ¿por qué no hay investigaciones del tema?
1.2. Teorías relacionadas
Hace no mucho, muchas investigaciones adoptaron como enfoque a las creencia en la salud y de ella surgieron múltiples autores. Por ejemplo, Purnell y Paulanka (2003) plantean que “una creencia es algo que es aceptado como verdad, especialmente como un principio o un cuerpo de principios aceptados por la gente en un grupo etnocultural” (p. 376). Este declaración es completamente cierta, pues mayormente es un grupo el que adopta una creencia y es este mismo el que la hace perdurar a lo largo de las generaciones. Según esta misma investigación, las creencias pueden ser prescriptivas, es decir, ideas o pensamientos sobre los cuales recae la armonía de la familia y el buen resultado social. Un ejemplo claro es el caso de las embarazadas, donde se busca que asistan a controles médicos, mantengan una dieta balanceada y tengan descanso pues la creencia afirma que así los bebés crecerán “grandes y fuertes”.
Además de esta, existen creencias restrictivas que hacen relación a las cosas que no se deben hacer para tener resultados positivos. Volviendo con las mujeres embarazadas, se presume que estas no deben de estar en lugares ruidosos o de alta contaminación, pues de esa manera el desarrollo del bebé se verá afectado. Por último, contamos con las creencias tabú las cuales se dirigen hacia las acciones que probablemente causen gran preocupación o resultados negativos para el sujeto, la familia o la comunidad. Entre estas tenemos la creencia que al la mujer embarazada generar fuerza, es más posible que pierda el bebé.
Lo único que comparten los tres tipos mencionados es que, dependiendo del grado de relevancia que se les dé, pueden generar un impacto en el individuo. Dougher (1995) afirma que “las creencias, desde el punto de vista cognoscitivo, son entidades que afectan el ambiente y las características conductuales” (p. 3), afirmación verídica, pues como sabemos influyen en las decisiones que tomamos y usualmente generan una motivación para realizar cambios en nuestra conducta ayudándonos a cambiar comportamientos riesgosos por comportamientos saludables como hacer ejercicio o comer alimentos saludables para tener una mejor calidad de vida y prevenir enfermedades. Sin embargo, Jodelet (2003) modela las creencias como “representaciones sociales, que expresa la orientación (de acción) general, positiva o negativa frente al objeto de representación" (p. 115). Como mencionamos anteriormente, las creencias pueden influir en nuestros comportamientos pero no siempre son saludables sino que también pueden ser negativos como postula Jodelet.
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