Incel: Comprensión desde la psicología

Incel: Comprensión desde la psicología

Javiera Gonzalez, Cinthia Fajardo

         El término Incel, fue propuesto en 1993 por una mujer que buscó un espacio virtual con el objetivo hacer comunidad entre personas que tenían problemas para socializar, el cual llamó “proyecto de celibato Involuntario”. Lo que comenzó como una red virtual amistosa, que intentaba aportar en los procesos de socialización de gente tímida o segregada, pronto comenzó a generar un espacio con un objetivo diferente, bajo el poder de hombres que utilizaron la red para descargar un odio social, pues, insultaban a las mujeres por haberlos rechazado como pareja y a  hombres que sí tenían éxito en formar relaciones amorosas. Este acto de odio se refuerza y masifica cuando la figura de un joven estadounidense de 22 años se transforma en un líder para el movimiento, al realizar una matanza en una facultad de Santa Bárbara, California, cuando asesina a siete personas y deja trece heridos, para posteriormente suicidarse. Lo anterior justificado con un manifiesto de 150 páginas, en donde se da con detalle una teoría respecto al porqué un grupo específico de hombres no tiene éxito en relaciones amorosas, “durante los últimos ocho años de mi vida he vivido en soledad, rechazo y deseos incumplidos por chicas que no se sintieron nunca atraídas por mí”, declaró el joven en un video que deja como registro antes del atentado.

       A partir de lo anterior, los Incels, quienes se definen como involuntariamente célibes va en aumento, teniendo como base la creencia de ser excluidos de la sociedad y de lo que consideran el derecho de tener relaciones sexuales, actuando así en constante misoginia y actitudes de odio intra e inter grupal, perpetuando su segregación y rechazo. Por tanto, resulta atingente cuestionarse las motivaciones internas, el aumento de atentados y agresiones por la creencia inamovible de que la mujer es un objeto sexual y además maligno, como así también el pensamiento compartido de que la sociedad completa los segrega a partir del rechazo femenino.

Luigi Zoja, analista junguiano y escritor italiano, propone el concepto “paranoia” como un  trastorno caracterizado por una fuerza autónoma y de contagio grupal, en el cual tienen lugar las ideas obsesivas basadas en hechos falsos. Lo anterior, perfectamente vinculable con los Incels, puesto que comparten varias ideas absurdas respecto a las mujeres, como por ejemplo que éstas son “hiperémicas”, haciendo alusión a que supuestamente buscarían siempre relaciones arriba del estatus social y atractivo propio, siendo injustas en no seguir la distribución equitativa del atractivo físico, dejando excluidos al grupo de Incels.   Otro termino analogable es la “proyección persecutoria”, donde el individuo atribuye su destructividad a un otro, justificando la agresión y aliviando un sentimiento de culpa, tal como sucede frente a los diversos atentados y agresiones de diversos tipos hacia las mujeres, culpando a estas mismas de negar el derecho a los Incels de mantener relaciones sexuales y justificando así su actuar, creando una imagen adversa de mujeres que por daño, interés y maldad rechazan a cierto tipo de hombres. Así, también existe la “coherencia absurda” la cual Zoja describe como la justificación de un fenómeno mediante la correlación hilarante o exagerada  de algo;  desde los Incels  es posible observar esto en diversas manifestaciones discursivas, una de ellas es la  “píldora negra”,  teoría interna que postula que al no tener sexo, no eres atractivo, por lo tanto no tendrás jamás relación, familia, éxito y por tanto no serás jamás feliz. Lo anterior, conlleva a un temor al rechazo, formando un grupo para evitar que lo rechacen y rechazando en consecuencia a mujeres. Por último, es atingente destacar la psicopatía colectiva, definida por Zoja como una desaparición de la lógica y de los principios morales, deshumanizando al adversario, tratándolo como una masa homogénea y que debe ser castigada colectivamente, tal como sucede en este caso con todas las mujeres, víctimas de permanente acciones de odio, objetivación sexual e injusticia.

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