Inicio De La Vida E Infancia
winrry1716 de Mayo de 2014
10.997 Palabras (44 Páginas)255 Visitas
INTRODUCCIÓN
Los seres humanos nos desarrollamos a partir de la unión de dos diminutas células: el óvulo y el espermatozoide. Los óvulos maduros miden 0,135 milímetros de diámetro, tan grande como el pequeño punto que cierra esta frase. El espermatozoide es aún más microscópico, se considera que en cada eyaculación puede haber de 120 a 600 millones de ellos. Es increíble que el resultado de la unión de tan pequeñitas células sea un posible ser humano, seres con capacidades extraordinarias dentro de los seres vivos de nuestro planeta. Individuos con inteligencia que podrán construir o destruir el mundo de los ya nacidos.
La fecundación es la fusión de células sexuales o gametos en el curso de la reproducción sexual, dando lugar a la célula cigoto donde se encuentran reunidos los cromosomas de los dos gametos. En los animales los gametos se llaman respectivamente espermatozoide y óvulo, y de la multiplicación celular del cigoto parte la formación de un embrión, de cuyo desarrollo deriva el individuo adulto. La fecundación humana es un proceso por medio del cual, un espermatozoide se une a un óvulo para iniciar el desarrollo de un nuevo ser.
Fecundación
La fecundación de un óvulo materno por un espermatozoide paterno ocurre dentro de la Trompa de Falopio y forma el cigoto que corresponde al primer estado del desarrollo de un nuevo ser humano. El núcleo del óvulo contiene los 23 cromosomas maternos y el del espermatozoide los 23 cromosomas paternos. Ambos sets cromosómicos poseen cambios epigenéticos (esencialmente grados de mutilación diferentes). Estos cambios epigenéticos son denominados impronta genética, y son complementarios y requeridos para generar biológicamente a los seres humanos. Las mitocondrias maternas contribuyen con su genoma a constituir el genoma del cigoto. Este cigoto por divisiones sucesivas y diferenciación formará cada una de las células presentes en el embrión, feto, recién nacido, niño y adulto.
El cigoto es diferente a cualquier otra célula del organismo humano. Para el biólogo no hay duda que el cigoto tiene una estructura genética nueva, distinta a la del óvulo y del espermatozoide, distinta a la de los padres. Con ella se inicia la primera etapa del desarrollo de un nuevo organismo humano. Es un desarrollo continuo y previsible que llegará hasta la formación completa del organismo. Este desarrollo es dirigido ya en sus inicios desde el interior del cigoto. No es controlado desde afuera por la madre sino que está determinado desde sus inicios por el nuevo código genético inscrito en el cigoto desde el momento de la fecundación y activo desde los primeros momentos. Se trata de un nuevo código genético diferente al del padre y de la madre, es decir, una combinación genética con un programa cualitativamente nuevo de instrucciones. Es un nuevo genoma cuya estructura fundamental se mantendrá a lo largo de todo el desarrollo, que identifica al embrión unicelular como biológicamente humano y especifica su individualidad6.
Eventos tempranos de la fecundación
La Biología Celular, la Embriología y la Genética actuales nos informan que luego de fusionarse las membranas del espermatozoide con la del óvulo comienza una serie de eventos biológicos que desencadenan el desarrollo embrionario y que empieza con una serie de interacciones entre el óvulo y el espermatozoide, que ingresa al citoplasma materno. Entre estas interacciones conviene señalar a las aportadas por el proteoma (conjunto de proteínas celulares) materno y su efecto sobre las estructuras derivadas del espermatozoide. Cabe mencionar que en la fecundación ingresa el espermatozoide completamente, es decir, cabeza (conteniendo pronúcleo y centriolo), segmento intermedio (conteniendo las mitocondrias paternas) y cola (conteniendo el flagelo). Las mitocondrias paternas son destruidas en el citoplasma del cigoto, de allí que todas las mitocondrias humanas (y el genoma mitocondrial) sean de origen materno.
Entre los primeros hechos bioquímicos relacionados temporalmente con la fecundación destacan: un gran flujo de iones hacia el óvulo (especialmente deCa+2), cambios en la carga eléctrica de la membrana del óvulo, cambios morfológicos del núcleo paterno (desintegración de la envoltura nuclear, de condensación de la cromatina), el intercambio de proteínas presentes en el ADN del núcleo paterno (protaminas) por histonas presentes en el citoplasma del óvulo, la síntesis de ADN en cada pronúcleo materno y paterno por separado (sin ocurrencia de singamia). Luego de la fecundación y durante la fase de “transición maternacigótica” (MZT) se degradan los transcritos maternos (ARNm) para dar paso a la transcripción del genoma del embrión, el que ya puede comenzar a expresarse a tan sólo pocas horas de la fecundación. La activación del genoma del cigoto (embrión) es consecuencia de la reprogramación del patrón de expresión de los genes en el cigoto, es decir, generación de cambios en el estado epigenético a nivel de metilación del ADN y de modificaciones químicas de las histonas. Todas estas evidencias científicas confirman que en el momento de la fecundación se inicia el funcionamiento de un nuevo organismo humano.
Posteriormente, alrededor de 30 horas post fecundación, ocurre la primera división del cigoto que genera las dos primeras células que se denominan blastómeros, cada una con 46 cromosomas. Cada blastómero tiene la capacidad de reprogramarse y originar un ser humano completo, si es separado del embrión ya sea artificialmente in vitro o espontáneamente como ocurre en el caso de gemelos idénticos (o mellizos monocigóticos). Es decir, se trata de células totipotenciales. Sin embargo, se ha demostrado que estas células totipotenciales tienen ya un cierto destino. La Dra. Magdalena Zernicka-Goetz y el Dr. Richard Gardner han empezado a cambiar la percepción de que el desarrollo de mamíferos es completamente regulado y demuestran que el plan básico del embrión se empieza a establecer desde la fecundación y que, por lo tanto, el destino del embrión mamífero queda establecido desde el primer momento del desarrollo. Esto ha puesto una pregunta sobre la inocuidad del diagnóstico genético pre implantacional en que se retira un blastómero. Luego, cada blastómero se divide mitóticamente de dos en dos. En el estado de 4 u 8 células el genoma del embrión comienza a expresarse más masivamente, es decir, se configura un epigenoma –un genoma con una serie de cambios en el patrón de expresión y que se hereda a lo largo de las divisiones embrionarias. Al cabo de 3 días el embrión está lleno de células (blastómeros) y semeja una mora (mórula). Desde el estado de 2 blastómeros hasta mórula, actualmente es posible realizar diagnóstico genético pre implantacional de los embriones humanos obtenidos por fertilización in vitro. Para ello se realiza una biopsia de blastómeros, es decir, obtención de un blastómero, para obtener su ADN y realizar diagnósticos genéticos moleculares y seleccionar los embriones que se implantarán. Al cuarto-quinto día el embrión crece y se produce una cavidad generando un blastocito. En el blastocito aparecen territorios celulares comprometidos con funciones específicas. La masa celular interna del blastocito posee las células troncales pluripotenciales (“stem”), que son las encargadas de producir cada una de las células de los diferentes tejidos propios del embrión humano. Al 7° día post fecundación el embrión llega al útero donde se implanta (anida) y comienza la producción de hormonas que, detectadas en tests de laboratorio, permiten identificar clínicamente la presencia de embarazo. En ello se sustenta la definición de embarazo según la Organización Mundial de la Salud. Es importante destacar que la mujer ha estado embarazada sin saberlo con un embrión en desarrollo durante 7 días. Durante estos 7 días se produce un intercambio de señales entre el embrión y su madre. Éstas modulan el desarrollo del embrión y preparan el endometrio para la implantación. Es el primer diálogo (biológico) entre la madre y su hijo.
Posteriormente el embrión al estado de blastocito continúa su desarrollo y alrededor de los días 14-16 se produce la gastrulación, que originará los diferentes órganos del feto. Es interesante notar que hasta el día 16 es posible que el embrión se divida y genere siamesas. Otro hito embriológico importante es la aparición del surco neural, considerado el primer indicio del futuro sistema nervioso central en el día 14.
Pese a que las ciencias biológicas han demostrado indiscutiblemente que el desarrollo de un nuevo ser humano comienza con la fecundación, varios países han cuestionado que la vida del embrión antes de la implantación sea la de un nuevo ser humano o si sería o no merecedor de respeto en estas condiciones6. Otros países han ido más allá e incluso afirman que el respeto a un ser humano está condicionado a su estado de desarrollo o a su capacidad de expresar sus potencialidades completamente. Por ejemplo, legalmente en Inglaterra y en varios países de la Comunidad Económica Europea se llegó a un consenso de que la condición humana del embrión se adquiera los 14 días de desarrollo, puesto que en este día comienza a manifestarse el sistema nervioso del embrión y coincide con el fenómeno embrionario de gastrulación que pudiera generar siamesas. Por ello, en estos países europeos, el embrión humano sólo es sujeto que merece respeto desde el día 14. Antes de ese día el embrión es un “objeto” o “cosa” (llamada “pre embrión”) y por lo tanto susceptible de manipulación. Ello sustenta la clonación terapéutica
...