Trastornos De Inicio En La Infancia
Tavos_Last_Bet1 de Diciembre de 2013
8.088 Palabras (33 Páginas)461 Visitas
Trastornos de inicio en la infancia,
la niñez o la adolescencia
El hecho de presentar una sección específica destinada a trastornos que suelen diagnosticarse
por primera vez durante la infancia, la niñez o la adolescencia es sólo una cuestión de conveniencia,
y no se pretende sugerir que exista alguna distinción clara entre trastornos «infantiles» y
«adultos». Aunque la mayor parte de los sujetos con estos trastornos se presentan en la asistencia
clínica durante la infancia o la adolescencia, a veces los trastornos en cuestión no se diagnostican
hasta la etapa adulta. Además, varios trastornos incluidos en otros apartados de este manual suelen
tener su inicio durante la infancia o la adolescencia. Al evaluar a un niño o a un adolescente,
el clínico debe tener en cuenta los diagnósticos incluidos en este apartado, pero también los que
se describen en otras secciones de este manual. Los adultos pueden ser diagnosticados asimismo
de trastornos incluidos en este apartado si su presentación clínica satisface criterios diagnósticos
relevantes (p. ej., tartamudeo, pica). Por otro lado, si un adulto tuvo en su niñez síntomas que cumplían
todos los criterios diagnósticos de un trastorno, pero ahora presenta éste de forma atenuada
o residual, puede indicarse con la especificación «en remisión parcial» (p. ej., trastorno por déficit
de atención con hiperactividad, tipo combinado, en remisión parcial). En la mayor parte de los
trastornos DSM-IV (pero no en todos) se presenta una tabla de criterios que se aplica tanto a niños
como a adolescentes y a adultos (p. ej., si un niño o un adolescente tienen síntomas que cumplen
los criterios de trastorno depresivo mayor, se les asignará este diagnóstico prescindiendo de
su edad). Las variaciones en la presentación de un trastorno atribuibles a etapas del desarrollo se
describen bajo el epígrafe «Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo». En la página
640 se exponen algunas cuestiones relacionadas con el diagnóstico de los trastornos de la personalidad
en niños o adolescentes.
En esta sección se incluyen los siguientes trastornos:
Retraso mental. Este trastorno se caracteriza por una capacidad intelectual significativamente
por debajo del promedio (un CI de aproximadamente 70 o inferior), con una edad de inicio
anterior a los 18 años y déficit o insuficiencias concurrentes en la actividad adaptativa. Se presentan
códigos separados para retraso mental leve, moderado, grave y profundo, así como para
retraso mental de gravedad no especificada.
Trastornos del aprendizaje. Estos trastornos se caracterizan por un rendimiento académico
sustancialmente por debajo de lo esperado dadas la edad cronológica del sujeto, la medición de su
inteligencia y una enseñanza apropiada a su edad. Los trastornos específicos incluidos en este
apartado son: trastorno de la lectura, trastorno del cálculo, trastorno de la expresión escrita
y trastorno del aprendizaje no especificado.
Trastorno de las habilidades motoras. Incluye el trastorno del desarrollo de la coordinación,
caracterizado por una coordinación motora que se sitúa sustacialmente por debajo de lo
esperado dadas la edad cronológica del sujeto y la medición de la inteligencia.
Trastornos de la comunicación. Estos trastornos se caracterizan por deficiencias del habla o
el lenguaje, e incluyen trastorno del lenguaje expresivo, trastorno mixto del lenguaje receptivoexpresivo,
trastorno fonológico, tartamudeo y trastorno de la comunicación no especificado.
Trastornos generalizados del desarrollo. Estos trastornos se caracterizan por déficit graves
y alteraciones generalizadas en múltiples áreas del desarrollo. Se incluyen alteraciones de la interacción
social, anomalías de la comunicación y la presencia de comportamientos, intereses y actividades
estereotipados. Los trastornos específicos incluidos en este apartado son trastorno autista,
trastorno de Rett, trastorno desintegrativo infantil, trastorno de Asperger y trastorno
generalizado del desarrollo no especificado.
Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador. Este apartado incluye
el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, que se caracteriza por síntomas manifiestos
de desatención y/o de impulsividad-hiperactividad. Se presentan subtipos para especificar
la presentación del síntoma predominante: tipo con predominio del déficit de atención, tipo
con predominio hiperactivo-impulsivo y tipo combinado. También se incluyen en este apartado
los trastornos de comportamientos perturbadores: el trastorno disocial se caracteriza por un
patrón comportamental que viola los derechos básicos de los demás o las principales normas o reglas
sociales propias de la edad del sujeto; el trastorno negativista desafiante se caracteriza por
un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante. Este apartado incluye asimismo dos
categorías no especificadas: trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado
y trastorno de comportamiento perturbador no especificado.
Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentarias de la infancia o la niñez. Estos
trastornos se caracterizan por alteraciones persistentes de la conducta alimentaria y de la ingestión
de alimentos. Los trastornos específicos incluidos aquí son: pica, trastorno de rumiación y trastorno
de la ingestión alimentaria de la infancia o la niñez. Obsérvese que anorexia nerviosa y
bulimia nerviosa han sido incluidas en «Trastornos de la conducta alimentaria», sección que aparece
después en el manual (v. pág. 553).
Trastornos de tics. Estos trastornos se caracterizan por tics vocales y/o motores. Se han incluido
los siguientes trastornos específicos: trastorno de la Tourette, trastorno de tics motores
o vocales crónicos, trastorno de tics transitorios y trastorno de tics no especificado.
Trastornos de la eliminación. Se incluye la encopresis, la deposición repetida de heces en
lugares inadecuados, y la enuresis, la emisión repetida de orina en lugares inadecuados.
Otros trastornos de la infancia, la niñez o la adolescencia. Este grupo se dedica a trastornos
no incluidos en los anteriormente citados. El trastorno de ansiedad por separación se caracteriza
por una ansiedad excesiva e inadecuada desde el punto de vista evolutivo concerniente a
la separación respecto del hogar o de las personas con quienes el niño está vinculado. El mutismo
selectivo se caracteriza por una persistente incapacidad para hablar en situaciones sociales específicas
a pesar de que el niño hable en otras situaciones. El trastorno reactivo de la vinculación
de la infancia o la niñez se caracteriza por una relación social manifiestamente alterada e
inadecuada evolutivamente, que se produce en la mayor parte de los contextos y se asocia a una
crianza claramente patógena. El trastorno de movimientos estereotipados se caracteriza por un
comportamiento motor repetitivo, aparentemente impulsivo, y no funcional, que interfiere marca
damente las actividades normales y, a veces, puede dar lugar a lesiones corporales. El trastorno
de la infancia, la niñez o la adolescencia no especificado es una categoría residual para codificar
trastornos que tienen su inicio durante la infancia, la niñez o la adolescencia y que no cumplen
los criterios de ningún o trastorno específico de esta clasificación.
Los niños o adolescentes pueden presentar problemas que requieran atención clínica y que no
se definan como trastornos mentales (p. ej., problemas de relación, problemas relativos a abuso o
abandono, duelo, capacidad intelectual limítrofe, problema académico, comportamiento antisocial
de un niño o adolescente, problema de identidad). Todos ellos se numeran al final de este manual
en el apartado «Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica» (v. pág. 691).
El DSM-III-R incluye dos trastornos de ansiedad específicos de niños y adolescentes, el trastorno
por ansiedad excesiva y el trastorno por evitación, que han sido subsumidos bajo las denominaciones
de trastorno de ansiedad generalizada y fobia social, respectivamente, dadas sus similitudes
en ciertas características esenciales.
Retraso mental
Características diagnósticas
La característica esencial del retraso mental es una capacidad intelectual general significativamente
inferior al promedio (Criterio A) que se acompaña de limitaciones significativas de la actividad
adaptativa propia de por lo menos dos de las siguientes áreas de habilidades: comunicación,
cuidado de sí mismo, vida doméstica, habilidades sociales/interpersonales, utilización de recursos
comunitarios, autocontrol, habilidades académicas funcionales, trabajo, ocio, salud y seguridad
(Criterio B). Su inicio debe ser anterior a los 18 años de edad (Criterio C). El retraso mental tiene
diferentes etiologías y puede ser considerado como la vía final común de varios procesos patológicos
que afectan el funcionamiento del sistema nervioso central.
La capacidad intelectual
...