Inteligencia Emocional (D.Goleman)

PRIMERA PARTE: EL CEREBRO EMOCIONAL

Capitulo 1: ¿Para qué sirven las emociones?

Desde el punto de vista de la T.evolucionista autoinmolación parental -> éxito reproductivo. Desde la perspectiva de los padres supone un acto motivado por el amor.

Nuestro bagaje emocional tiene un valor de supervivencia y esto se ve confirmado por el hecho de que las emociones han terminado integrándose en el sistema nervioso en forma de tendencia innatas y automáticas de nuestro corazón. Cuando nos vemos arrastrados por las emociones, nuestra inteligencia se ve francamente desbordada.

Cuando las pasiones aplastan a la razón

Las reacciones automáticas (como el miedo) han terminado inscribiéndose en nuestro sistema nervioso porque sirvieron para garantizar la vida durante un período largo de tiempo.

Para bien o para mal, nuestras valoraciones y nuestras reacciones ante cualquier encuentro interpersonal no son el fruto exclusivo de un juicio exclusivamente racional o de nuestra historia personal, sino que también parecen arraigarse en nuestro remoto pasado ancestral

Impulsos para la acción

Todas las emociones son, en esencia, impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución. La distinta impronta biológica de cada emoción evidencia que cada una de ellas desempeña un papel único en nuestro repertorio emocional. Cada emoción predispone al cuerpo a un tipo diferente de respuesta.

- ENOJO: + flujo sanguíneo, ritmo cardíaco y tasa de hormonas.

- MIEDO: sangre se retira del rostro a la musculatura esquelética larga (piernas) para facilitar la huida. El cuerpo se paraliza. Respuesta hormonal pone al cuerpo en estado de alerta.

- FELICIDAD: inhibe los sentimientos negativos. Entusiasmo y disponibilidad para afrontar cualquier tarea.

- AMOR: activa el sist.nervioso parasimpático (opuesto a miedo e ira). Respuesta de relajación. Favorece convivencia.

- SORPRESA: el arqueo de cejas aumenta el campo visual y permite que penetre más luz, nos proporciona más información sobre el acontecimiento inesperado.

- DESAGRADO: intento para cerrar las fosas nasales ante un olor nauseabundo o para expulsar un alimento.

- TRISTEZA: disminución de la energía y entusiasmo. Oportunidad de reflexionar, llorar, sopesar consecuencias y planificar un nuevo comienzo.

Estas predisposiciones biológicas a la acción son modeladas posteriormente por nuestras experiencias vitales y por el medio cultural en el que vivimos.

Nuestras dos mentes

- MENTE RACIONAL: comprensión. Somos conscientes. Capaz de reflexionar.

- MENTE EMOCIONAL: impulsiva, poderosa aunque ilógica.

Hay cierto equilibrio entre ambas mentes. Pero cuanto más intenso es el sentimiento, más dominante llega a ser la mente emocional. Esto parece derivarse de que ante situaciones de peligro nos guiamos por emociones, instintos e incluso llega a ser más adecuado que pararnos a pensar en qué hacer.

Este equilibrio refleja el funcionamiento de circuitos cerebrales distintos aunque interrelacionados.

El desarrollo del cerebro.

El cerebro humano con casi un kilo y medio de células y jugos nerviosos, tiene el tamaño de casi tres veces mayor que el de nuestros parientes más cercanos, en la escala evolutiva, los primates no humanos.

El hecho de que el cerebro pensante surgiera del emocional, es muy revelador con respecto al pensamiento y sentimiento, el cerebro emocional existió antes que el racional.

La raíz más primitiva de nuestra vida emocional es nuestro sentido del olfato, en el lóbulo olfativo, el olor se convirtió en el sentido supremo para la supervivencia.

Sistema Límbico (borde): parte del cerebro que circula y bordea el tronco cerebral. Cuando estamos dormidos por el anhelo o la furia, trastornados por el amor o temor, el sistema límbico es el que nos domina... Refinó dos herramientas: aprendizaje y memoria. Si un alimento provocaba enfermedad, podía evitarse en otra ocasión, saber que comer y que desechar eran determinadas por el olor.

La neocorteza es el asiento del pensamiento, contiene centros que compara y comprenden lo que reciben el sentido.

Las estructuras límbicas generan planes y deseo sexual, las emociones que alimentan la pasión sexual.

(Mio) Región más primitiva (tallo encefálico) regula las funciones vitales básicas. De él emergieron los centros emocionales que dieron lugar al cerebro pensante (neocórtex).

Raíz más primitiva de nuestra vida emocional: sentido del olfato. A partir del lóbulo olfatorio comenzaron a desarrollarse los centros más antiguos de la vida emocional, que luego evolucionaron.

Parte del cerebro que envuelve y rodea el tallo encefálico (sist. Límbico) agregó las emociones propiamente dichas. Evolución de este sistema puso a punto el aprendizaje y la memoria, favoreciendo así toma de decisiones más inteligentes para la supervivencia.

El neocórtex es el asiento del pensamiento y los sentidos. Permitió comenzar a matizar la vida emocional. Especies carentes de neocortex no tienen afecto maternal.

A medida que ascendemos en la escala filogenética que conduce de los reptiles al mono Rhesus y, desde ahí, al ser humano, aumenta la masa neta del neocórtex.

Capitulo 2: Anatomía de un secuestro emocional

El secuestro neuronal se origina en la amígdala (uno de los centros del cerebro límbico). Tiene lugar en un instante y desencadena una reacción decisiva antes incluso de que el neocórtex tenga la posibilidad de darse cuenta de lo que está ocurriendo y de decidir una respuesta adecuada. (ejemplo: un ataque de risa, explotar ante alguien).

El asiento de toda pasión

Amígdala: especializada en cuestiones emocionales, muy ligada a la memoria y el aprendizaje. Una especie de memoria emocional y de significado. La interrupción de las conexiones entre la amígdala y el resto del cerebro provoca la ineptitud para calibrar al significado emocional de los acontecimientos (“ceguera afectiva”). Está ligada también a las pasiones.

LeDoux: 1º en descubrir el importante papel de la amígdala en el cerebro emocional.

El repetidor neuronal.

Una de las funciones de la amígdala consiste en escudriñar las percepciones en busca de alguna clase de amenaza. (Ejemplo: dirige la atención a la fuente del miedo y predispone a los músculos para reaccionar en consecuencia). La extensa red de conexiones neuronales de la amígdala permite, durante un crisis emocional, reclutar y dirigir una gran parte del cerebro, incluida la mente racional.

El centinela emocional

De la obra de Le Doux, demostró que la arquitectura del cerebro concede a la amígdala una Hay vías nerviosas para los sentimientos que eluden el neocórtex, lo que explicaría el poder de las emociones para desbordar a la razón.

Visión convencional de neurociencia: órganos sensoriales transmiten señales al tálamo y a las regiones del neocórtex encargadas de procesar las impresiones sensoriales y organizarlas tal y como las percibimos.

LeDoux descubre: pequeña estructura neuronal que comunica tálamo con amígdala.

El especialista en la memoria emocional.

Hipocampo: proporciona una aguda memoria del contexto.

Amígdala: registra el clima emocional que acompaña a esos hechos. Cuanto más intensa es la activación de la amígdala, más profunda es la impronta y más indeleble la huella que dejan en nosotros las experiencias.

El cerebro dispone de dos sistemas de registro: una para los hechos ordinarios y otro para los recuerdos con intensa carga emocional. Pero además, los recuerdos emocionales pueden llegar a convertirse en falsas guías de acción para el momento presente.

Un sistema de alarma neuronal anticuado.

La amígdala escruta la experiencia presente y la compara con lo que sucedió en el pasado. Su método de comparación es asociativo. Muchos de los recuerdos emocionales más intensos proceden de los primeros años de vida.

Cuando las emociones son rápidas y toscas.

“Emociones precognitivas”: confusiones emocionales basadas en el sentir antes que en el pensar. Cuando la amígdala experimenta una determinada pauta sensorial como algo urgente, no busca en modo alguna confirmar esa percepción, sino que simplemente extrae una conclusión apresurada y dispara una respuesta.

El gestor de las emociones.

Mientras la amígdala prepara una reacción ansiosa e impulsiva, otra parte del cerebro emocional se encarga de elaborar una respuesta más adecuada -> el regulador cerebral en los lóbulos prefrontrales que ponderan los riesgos/beneficios de las acciones posibles y apuestan por la que consideran más adecuada.

Lóbulo prefrontal:

- derecho: sede de sentimientos negativos

- izquierdo: los tiene a raya, probablemente inhibiendo el lóbulo derecho.

Las conexiones nerviosas existentes entre el córtex prefrontal y el sistema límbico resultan esenciales para llevar a cabo un ajuste fino de las emociones y para ayudarnos a navegar a través de las decisiones vitales más importantes.

Armonizando la emoción y el pensamiento.

“Memoria de trabajo”: capacidad de atención para mantener en la mente los datos esenciales para el desempeño de una determinada tarea o problema.

En la corteza prefrontal existe una vía nerviosa que conecta los lóbulos prefrontales cn el sistema límbico, lo que significa que las señales de las emociones intensas pueden ocasionar parásitos neuronales

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