Inteligencia Emocional

Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer e interpretar las emociones humanas tanto internas como externas. Una persona con “inteligencia emocional” es capaz de conocer y controlar sus propias emociones, y las de otras personas.

Este término se hizo popular gracias a Daniel Goleman, con su libro: “Emotional Intelligence”, publicado en 1995.

La Inteligencia emocional también se define como la habilidad de conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.

Las definiciones mas comunes relacionan la inteligencia emocional con aspectos cognitivos como la memoria y la capacidad de resolver problemas, pero en 1920 el psicólogo E.L Thornike relaciono la inteligencia emocional con la habilidad de comprender y motivar a otras personas.

Según el modelo de Goleman, la inteligencia emocional se organiza en 5 capacidades, estas 5 se dividen en “intra-personales” y “interpersonales”. La primera categoría se ocupa de las emociones propias de cada persona, la segunda trata de las interacciones emocionales entre dos o más personas.

Estas capacidades son:

1. AUTO-CONCIENCIA

La autoconciencia es la capacidad de centrar la atención en tu propio estado emocional en cualquier situación, así como ser capaz de procesar con eficacia este estado y usar lo que sabes para tener mejores acciones futuras.

Un ejemplo es:

- Cuando te sientes enojado, pues al estar consiente de tu enojo pues puedes determinar la causa de la ira, y así utilizar este conocimiento para decidir qué hacer, evitando una reacción descontrolada que te puede ocasionar problemas.

2. AUTORREGULACIÓN

La autorregulación te da la opción de seleccionar la emoción que deseas experimentar en un momento dado, en cada situación particular aunque ésta emoción sea desagradable. Este proceso requiere de mucha práctica y una considerable cantidad de auto-control, para tener el dominio que te permitirá conseguir tener el control de tus emociones, sin que llegues a ser víctima de acciones de otras personas. Es un proceso activo que requiere un considerable entrenamiento y el enfoque necesario para poderlo llevar a cabo.
No se trata de reprimir las emociones con sus energías correspondiente, sino saberlas controlar y hacer uso de esas energías en algo bueno para la persona.

Algunos ejemplos son:

- Los recaudadores de impuestos se motivan para llamar por teléfono induciéndose un estado anímico de enojo e irritabilidad.

- Los médicos que están

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