Inteligencia Emocional

Desarrollo del talento humano en las universidades a través del manejo de la inteligencia emocional.

JUSTIFICACION.

En esta época de grandes complejidades y rápidos cambios en el mundo, se están presentando nuevos escenarios en la sociedad, las instituciones y la industria que requieren ahora profesionistas con un pensamiento holístico y una visión cabal sobre lo que es la interrelación entre los diversos actores de la sociedad y sus elementos integradores; que puedan desarrollar sus talentos, competir, tengan motivación y buenas actitudes las cuales los llevaran al éxito, no solo personal si no también laboral. Se requieren al mismo tiempo, de cambios en la forma de ser, conocer, hacer, vivir y convivir, de una permanente actualización y transformación del pensamiento y de los saberes, y así poder formar a profesionistas con un amplio espectro de formación, no solo en lo académico si no también en lo humanístico ya que el Cociente de Inteligencia (CI) utilizado habitualmente para medir el potencial de éxito en los estudios y en la vida profesional y laboral, se ha convertido en una herramienta obsoleta. Esto se da ya que en el mismo, sólo interviene en un 20% de los actores que determinan el éxito, mientras que el 80% restante está vinculado a otros factores que incluyen la inteligencia emocional. “Las escasas habilidades emocionales en nuestros universitarios hacen más probable que experimenten estrés y dificultades emocionales durante sus estudios la inteligencia emocional podría actuar como un moderador de los efectos de las habilidades cognitivas sobre el rendimiento académico” (Fernández-Berrocal, Extremera y Ramos, 2003; Gil-Olarte, Palomera y Brackett, 2006; Pérez y Castejón, 2007; Petrides, Fredericksony Furnham, 2004). Por esta razón se destaca la importancia de la inteligencia emocional para potenciar el desarrollo del talento humano en los universitarios ya que el talento humano es la columna vertebral de las instituciones y es una condición casi obligatoria, para que la humanidad pueda enfrentar los retos que se presentan cada día. Obviamente, que es necesario una educación fundamentada en el cambio en el desarrollo para actitudes, aptitudes y destrezas como factor esencial, en función de logran el éxito en la prestación de bienes y servicios a la misma humanidad. En primer lugar, el talento humano, es un valor esencial dentro de la institución, es quien puede crear nuevas soluciones e innovar, crear conocimiento, y mantener las buenas relaciones interpersonales.

PROBLEMA.

Hace algunos años hemos observado como la tecnología se ha desarrollado de una manera sorprendente, haciendo que la sociedad en que vivimos las adoptara en su rutina diaria. En especial la juventud en donde los aparatos electrónicos se convirtieron en un uso común de sus actividades y no puede vivir sin tener algún aparato electrónico en sus manos sobresaliendo el uso de los teléfonos celulares que lamentablemente en vez de aumentar la comunicación y las buenas relaciones surgió todo lo contrario, nuestros jóvenes empezaron a hacer mal uso del Internet, en redes sociales, paginas inadecuadas etc., sin tener algún tipo de provecho para ellos y solo los hacen perder el tiempo, provocando el bajo rendimiento escolar y laboral, aumentando también el estrés, la agresividad y un completo desapego de la realidad emocional que deberían de vivir, con una total indiferencia de todo lo que pasa a su alrededor actuando de una manera narcisista. Nos estamos convertido por completo en lo que un día el Científico Albert Einstein menciono “temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad, el mundo solo tendrá una generación de idiotas” Esto provoca que nuestra educación principalmente sea afectada, nuestros niños se están interesando mas en estas tecnologías desarrollando una cultura errónea desde muy temprana edad lo cual provoca que la educación a un nivel profesional tenga el mayor problema tanto en lo académico como en lo emocional perdiendo el interés en la sociedad y sobre todo en ellos mismos. Por estos motivos es importante abordar este serio problema implementando alternativas de solución para que nuestros estudiantes se empiecen a interesar en desarrollar el talento humano a través de la inteligencia emocional, para poder formar profesionistas íntegros interesados en su cultura, en el bienestar de la sociedad, interesados en conocerse y que aprendan a manejar sus emociones para que puedan llegar a un éxito personal y por consecuente un éxito laboral. Según Goleman (1998), define el éxito de gerentes, lideres y trabajadores como personas de un alto nivel de desempeño, destrezas, habilidades técnicas y emocionales, bien desarrolladas alcanzando capacidad de dar sentimientos, que cada vez se hacen más competitivos y necesarios en la familia, la gerencia y la sociedad. Si no ponemos un alto a esto que solo es el principio de los problemas que nos traerá el mal uso de las tecnologías y si no hay personas que se empiecen a interesar por lo que está pasando a nuestro alrededor llegara un día en que la tecnología tendrá totalmente el control de toda la sociedad. Y quizás no podemos frenar el desarrollo de las tecnologías pero con la ayuda necesaria, si podemos controlar el ser dependientes de ellas.

MARCO TEORICO.

El concepto de inteligencia se remonta a tiempos de Platón y de Aristóteles. Para los filósofos medievales, la inteligencia, término que proviene del latín intelligere, era la propia acción del intelecto, el proceso de conocimiento e interiorización de la realidad. Schein (1992), afirma que la palabra inteligencia deriva del latín intelligere, que quiere decir exactamente recolectar de entre, es decir, elegir y separar cosas de un conjunto, operación que implica establecer relaciones, seleccionar y por tanto percibir y discernir. Popularmente la inteligencia emocional es definida como un conjunto de habilidades, actividades, capacidades y competencias que determinan el comportamiento de un individuo, reacciones, estado de la mente y estilo de comunicación.

El concepto de inteligencia emocional nació a principios de 1990, Peter Salovey y John D. Mayer, publicaron el primer trabajo científico sobre este tema. Pero varios decenios antes, el célebre psicólogo E. L. Thorndike escribió en 1935 acerca de la inteligencia social, que era la capacidad de obrar prudentemente en las relaciones humanas. Sin embargo, el concepto no se popularizó hasta la publicación en 1995, del célebre libro de

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