Intervencion Psicosocial

INTERVENCION PSICOSOCIAL EN LA COMUNIDAD

Varios conceptos fundamentales constituyen el punto de partida en la intervención psicosocial, siendo el más importante el tratar de reducir o prevenir situaciones de riesgo social y personal, mediante la promoción de una mayor calidad de vida, fundamentada en la convivencia y en las creencias de los seres humanos.

La ética de la intervención consiste en comprender y aceptar los presaberes

de la comunidad para a partir de ellos lograr un abordaje adecuado en la resolución de conflictos.

Además de esto se debe poseer un profundo sentido de solidaridad humana y responsabilidad social, una sólida formación científica y técnica, preparados para el trabajo en equipo, con capacidad de iniciativa para enfrentar los problemas psicológicos de la comunidad, etc.

Desde este punto debemos tener claro que la intervención es un proceso de acompañamiento, donde todo influye y todo es influenciable. Ya que todo sistema social supone la interacción de sus miembros, en la que sin duda alguna siempre se suceden crisis o conflictos que desestabilizan la dinámica de la comunidad que se esfuerza por mantener un orden social para todo.

Los sistemas sociales están íntimamente ligados a todos los sistemas biológicos y psíquicos que rigen la condición humana, por lo tanto exige una mayor comprensión de todo lo circundante obligando al actor social a no dejar pasar ningún detalle que pueda estar perjudicando a la comunidad.

La intervención psicosocial requiere flexibilidad, pero a la vez gran carácter para poder constituirse en el eslabón que posibilite la comunicación y la resolución eficaz de los problemas sociales.

Es así como la comunicación es una de las más aventajadas herramientas en la intervención dentro de las comunidades, pues a partir de ella se pueden establecer normas y limites que posibiliten un acercamiento efectivo, a la comunidad a intervenir.

En este sentido se recomienda que a las comunidades no se les debe manosear, el respeto por las creencias, las costumbres debe ser primordial y debe ser un pilar en la intervención.

No se puede por lo tanto ni manipular la información, ni pretender entrar sin ningún fu nudamente ético, que nos impulse como actores sociales, a actuar de manera desordenada.

El amor a la comunidad debe verse al igual reflejado en la intervención, ya que sobre este se logra la persuasión y el cambio para establecer estilos de vida más acordes, a la calidad de vida que se requiere.

Recordemos siempre que la socialización humana se basa en la coordinación del potencial amoroso o cordial entre las personas.

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