Introduccion al concepto de colusion

Maestría en Sexualidad Humana Asociación AMSSAC

Terapia de Pareja en Sexualidad

Ricardo Alejandro Guerrero Núñez

Introducción del concepto de la colusión por medio de un ejemplo

 Todos en algún momento hemos escuchado la frase: “Siempre hay un roto, para uno descocido” o “encontró a su media naranja” estas máximas del amor romántico, parten de la idea de que somos individuos incompletos y crea la ilusión de que es posible encontrar en nuestro conyugue la complementariedad que sane nuestras heridas y satisfaga nuestras carencias. Sin embargo, el amor maduro requiere del encuentro de personas completas, capaces de disfrutar de su relación, construir espacios comunes y planificar la vida en común. El amor no hace feliz al otro, sino que transforma al otro en testigo de nuestra felicidad, nos acompaña y hace lo posible por comprendernos. El amor no completa, complementa. Cuando se sigue la máxima de “Siempre hay un roto, para un descocido” la relación romántica se funda en requerimientos emocionales y afectivos provenientes de la historia de cuidado, protección y reconocimiento durante la infancia. Las carencias en cualquiera de los tres factores mencionados, establecen dificultades para amar, baja autoestima y carencias afectivas, por lo que se busca cuidados, protección y valoración en la pareja. En el caso de las parejas en colusión el conflicto no superado durante la infancia genera distintos roles, lo que produce la ilusión de que los compañeros son opuestos entre si cuando en realidad se trata de variantes polarizadas de un mismo trauma. La unión de los conyugues en este conflicto favorece los intentos de curación progresiva y sobrecompensadora en uno de los compañeros y regresiva en el otro. Este conflicto no superado forma parte el inconsciente común de la pareja permitiendo verla como un colectivo donde los individuos interactúan y se perfeccionan en base al acuerdo en el cual uno de los miembros desarrolla ciertas características que son necesarias para el otro, mientras que este exterioriza características que el otro expresa como necesidades. En este caso los conyugues se impulsan recíprocamente en este comportamiento patológico y se acostumbran a un juego inconsciente (la colusión). Y aunque en un principio este tipo de relación da una falsa sensación de seguridad y complementariedad, esto genera una relación que se condiciona al cumplimiento de un rol de manera rígida e inflexible, que con el tiempo transforma la liberación y satisfacción de delegar los impulsos reprimidos en el otro en una prisión para la personalidad. Esta prisión en torno al cumplimiento de un rol inflexible genera una relación de amor-odio en la pareja, en este caso la pareja no soporta la intimidad pues esto conlleva aferrarse un rol que ya no está dispuesto a cumplir sin embargo al separarse de su pareja siente inseguridad y angustia pues su rol carece de sentido sin su contraparte. A largo plazo, este intento de autocuración colusiva fracasa a causa del retorno de lo reprimido en la pareja generando un incumplimiento de sus respectivos roles. Los juegos colusivos en la pareja generan un círculo vicioso de mecanismos tóxicos donde abunda la culpabilidad (“yo soy así porque tú eres así, si tú no fueras así yo no sería así…”), reproches (“Nunca haces nada, todo lo hago yo”) e inseguridades (“Nadie me va aceptar como soy, yo soy el problema”). Lo paradójico de estas relaciones es que ninguno de los miembros está dispuesto a cambiar nada de sí mismos pues esto conlleva abandonar el rol simbiótico que se ha adoptado y mediante el cual se tiene la intención de ser salvado, así como sanar las heridas de relaciones pasadas, esto sin mencionar que debido a las carencias afectivas durante la infancia existe un ansia mal sana por recibir amor y el miedo de que al abandonar el rol se pierda el amor de la pareja. Así pues, cuando alguno de los miembros trata de abandonar su rol su contraparte expresa el suyo con mas intensidad generando así conflictos en la pareja que resultan en un abandono al progreso individual a fin de retomar el rol que le corresponde. Un ejemplo claro de este tipo de pareja se encuentra en la relación de Jerry Smith y Beth Sánchez, del programa de televisión Rick y Morty. En esta relación Jerry toma una actitud regresiva con un comportamiento infantil, es un amante de la comodidad y la mediocridad, constantemente víctima de las inseguridades y los celos del amor inmaduro mientras que su esposa Beth toma un rol progresivo y se desempeña como una profesionista exitosa con tendencias narcisistas y complejo de superioridad. A lo largo de la serie Beth recrimina a su marido por su poca o nula contribución al matrimonio, debido en parte a su posición de menor nivel y posterior desempleo, mientras que Jerry culpa a su esposa de mostrarse distante y no brindarle el apoyo que requiere para salir adelante. En este caso el inconsciente de la pareja y la herida en común es el abandono de sus padres, por un lado, Beth sufre la muerte de su madre y el abandono de su padre mientras que por el otro Jerry nunca recibió atención o aprobación por parte de sus padres. Esta relación simbiótica y de codependencia se vuelve mas evidente cuando tras el divorcio Beth sufre una crisis de identidad tomando un papel regresivo y sumiso ante sus hijos (que la rechazan) mientras que Jerry contempla el suicidio al darse cuenta de que es incapaz de afrontar la vida por su cuenta. Finalmente, ambos retoman su relación y vuelven a sus respectivos roles negándose al progreso y el desarrollo como individuos. Como podemos ver de este ejemplo dentro de una relación de pareja es importante el respeto mutuo, así como también la aceptación de defectos y hacer consciencia de que es imposible cambiar la conducta o las actitudes de la otra persona, sólo se puede llegar a un acuerdo mutuo. También es importante no transgredir los límites de la otra persona, ni ceder las funciones que le corresponden a cada uno. Dejar que los roles progresivos y regresivos fluyan de manera armónica entre los miembros de la pareja a fin de desarrollar un ambiente que permita el desarrollo de ambas partes.

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