Introducción a la Psicología Perinatal
sassytoneMonografía8 de Septiembre de 2020
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SEMINARIO
INTRODUCCIÓN A LA
PSICOLOGÍA PERINATAL
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Con el siguiente trabajo, pretendo acercar a los lectores, información básica referida a Psicología Perinatal como así también, de los contenidos estudiados en las dos primeras unidades del Seminario.
Para lograrlo, en primera instancia, haré un recorrido por los conceptos principales de cada tópica para profundizar en las ansiedades y estresores que median en el embarazo de una mujer.
Cabe aclarar que para la realización de esta monografía, tomaré los aportes y saberes de reconocidos autores, que serán identificados en las citas bibliográficas correspondientes.
MARCO TEÓRICO
Psicología Perinatal
Una maternidad nace mucho antes que un parto. Los cambios que se producen en este camino son tan intensos y significantes que muchas veces, generan ansiedad y estrés.
Tal como lo menciona la Lic. Putallaz (2015), la experiencia de estar embarazada, produce en la mujer un fuerte impacto tanto a nivel psicológico como espiritual, esta experiencia viene acompañada además de cambios físicos. Todos ellos modifican la vinculación de ésta con su ambiente, produciendo un cambio en la manera de relacionarse y de percibir el mundo. Implica un atravesamiento por una sucesión de procesos y etapas de su propio ciclo vital.
La Psicología Perinatal, es la rama de la Psicología que se orienta a la prevención, cuidado, acompañamiento y diagnóstico de las familias durante todo el proceso que rodea al nacimiento.
Aborda los procesos psicológicos y emocionales que implican la búsqueda de un embarazo, los tratamientos de reproducción asistida, la concepción, el embarazo, el parto, el post parto, el puerperio, los duelos gestacionales o perinatales y también cuando hay maternidad y paternidad por adopción (Cavanna y Cruz, 2018).
También, es un área de la Psicología de la primera infancia. Trabaja con dos sujetos de manera simultánea: la madre embarazada o puérpera, y el bebé, es decir, es la rama de la Psicología que abarca el embarazo, el parto, el nacimiento de un bebé y el puerperio de una madre.
La Psico-Peri-Natalidad, considera a la maternidad como una crisis vital y evolutiva, que produce un cambio psíquico en la mujer y en el hombre que van a ser padres. Abarca el tratamiento de las madres desde el embarazo, parto y puerperio. Se ha comprobado que el órgano central sobre el que actúa el estrés durante el embarazo, es el útero (Oiberman y Galíndez, 2005).
Esta psicología trabaja el vínculo entre la madre y su bebé imaginario, real y fantasmático, junto con el papel del padre en ese proceso de parentalidad (Oiberman, Santos y Nieri, 2011).
Una de las principales tareas de la Psicología perinatal es la protección de la salud mental tanto de los padres, como de los bebés, por lo que está orientada a la prevención, el apoyo, el diagnóstico y el tratamiento durante todo el proceso que precede el nacimiento de un hijo.
Un importante aspecto con respecto a esta psicología es el cambio en la mirada y el logro de pensar la maternidad en pos del “maternaje”.
Maternaje es el proceso psicoafectivo que acontece o no en la mujer cuando tiene un niño, se puede desarrollar o no al acontecer la maternidad y puede reactivar conflictos del pasado y potenciar las problemáticas presentes, fundamentalmente las relacionadas con el vínculo con los otros (Oiberman en Putallaz, 2015).
En palabras de Vizental (2012), el maternaje, entonces, dependerá de la historia personal de la madre y de los conflictos infantiles reactivados, así como de la red de sostén que pueda proveer la pareja, del apoyo de figuras maternales, como también del estado, temperamento y competencias del bebé. Es un proceso de maternalización complejo, donde la historia, el inconsciente y el imaginario de la madre tiñen la relación con su infante para promoverla o comprometerla.
De esta manera, constituye un nuevo abordaje de la Psicología, un nuevo campo interdisciplinar en el quehacer del psicólogo. Campo que incluye una mirada integral de la mujer, desde un enfoque de derechos (Olaverry, 2018).
Su rol radica en favorecer y acompañar en el camino para lograr un embarazo, nacimiento y un vínculo temprano de la madre con su bebé de una manera saludable; así como también el acompañamiento en la crianza hasta aproximadamente los tres años (Sánchez, 2013).
Un psicólogo cuya actividad se realiza en el ámbito de lo perinatal, es un psicólogo que se desempeña en el área de la Psicología de la Salud.
Esta disciplina surge como una alternativa al modelo biomédico tradicional, reduccionista, donde solo se prestaba atención a las causas biológicas y químicas de la enfermedad y donde el concepto de salud era inseparable del concepto de enfermedad (Oblitas, 2008).
Con la aparición y aceptación de la Psicología Perinatal, asistimos a un cambio de paradigma, donde los controles tecnocráticos del modelo médico hegemónico, orientados a la patogénesis, se ven reemplazados por los distintos cuidados, provistos por el modelo psicosocial orientado a la salutogénesis.
A continuación, un cuadro comparativo de los dos modelos:
MODELO MEDICO HEGEMÓNICO | MODELO PSICOSOCIAL |
La atención se enfoca en la patología (diagnóstico e intervención). Al centro de la asistencia se encuentra al profesional con la tecnología médica y la búsqueda del síntoma. La seguridad está en el control de la mujer. | La atención se focaliza en la salud y la activación de los recursos. Al centro de la asistencia se encuentra la mujer, el bebé, su familia y la búsqueda de recursos. La seguridad está en que la mujer es quien controla. |
Para que el trabajo de la Psicología Perinatal sea efectivo es necesario un enfoque multidisciplinar, un enfoque que recoja y comparta los conocimientos y la práctica de otras ramas profesionales como Medicina de Atención Primaria, Ginecología, Pediatría, Enfermería, Trabajo y Educación Social (Sánchez et al., 2013).
Es en esta instancia donde se pone de relevancia el trabajo desde una mirada interdisciplinaria, considerándola como la noción de intersección de conjuntos, suponiendo un área de encuentro con un elemento en común.
Es aquí donde el dispositivo perinatal representa un agente de cambio en la forma de abordar la interdisciplina, la emergencia en la sala de partos y en su posterior proceso en la construcción del maternaje, el otorgarle valor a la palabra, como aquella que va a emerger a partir de que el psicólogo pone en cuerpo junto con el de la madre, al del bebe y al del equipo médico (Putallaz, 2015).
Ansiedades y Estrés en el Embarazo
La psicoanalista Raquel Soifer (1973), tras la observación clínica del embarazo, manifiesta que existe un incremento de la ansiedad durante esta etapa vital y que cada uno de estos accesos de ansiedad, produce sintomatología física propia, e inclusive puede provocar el aborto o el parto prematuro.
Esta ansiedad se caracteriza por fantasías bien determinadas y específicas, cuyo conocimiento permite al terapeuta, realizar la intervención adecuada en vías de evitar una ulterior agravación.
Dentro de las ansiedades que menciona la autora, se destacan las siguientes:
La situación psicológica en el comienzo de la gestación: la primera sospecha de embarazo recae sobre un síntoma que produce cierta inquietud: la hipersomnia. Este síntoma revela desde el punto de vista psicoanalítico el comienzo de la regresión, que asume las características de una identificación fantaseada con el feto. Estas regresiones también se observan en un estado de ensimismamiento, de sopor y una cierta desconexión del mundo.
Desde el segundo mes suelen presentarse las náuseas y los vómitos que suelen coincidir con la ansiedad determinada por la incertidumbre acerca de la existencia o no del embarazo. A veces persisten hasta el establecimiento del diagnóstico preciso o bien hasta la aparición evidente de las modificaciones corporales o bien ante la percepción de los movimientos fetales. Estos síntomas sirven para evidenciar el embarazo, a la vez que dan salida a la ansiedad por la incertidumbre.
Otro aspecto de las náuseas y vómitos es el temor a no ser capaz de dar a luz y criar un niño, tanto por el temor al hijo en general, como por el desarraigo cultural con respecto a los conocimientos sobre crianza.
Ansiedades del 2° y 3° mes. Formación de la placenta: La nidación es un acto agresivo por parte del huevo fecundado hacia la mucosa uterina.
Se observan en la embarazada, sueños en los cuales aparecen elementos de sangre en forma directa o simbólica. Este período es conocido como el período de peligro de aborto. Debe tenerse en cuenta que cuando una mujer se ha embarazado es porque su tendencia a la maternidad ha superado ampliamente el terror a los hijos. Este terror seguirá existiendo en ella, pero con características atenuadas por el deseo de ser madre.
En esta época, a los síntomas de vómitos y náuseas, suele agregarse la diarrea o constipación, los cuales son asociados al peligro de aborto. Si bien estos síntomas son expresión del rechazo al hijo, debemos considerar que involucran tan sólo un aspecto de la personalidad, de importancia menor que el otro, el que anhela ser madre.
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