LA LIBIDO

LA LIBIDO

Sigmund Freud hasta la actualidad sigue generando contradicciones, afirmó que la libido siempre tenía un carácter sexual y que el resto de pulsiones eran secundarias a la de reproducción, pero veamos de que trata todo esto exactamente.

Según Sigmund Freud define a la libido como la energía de las pulsiones o instintos que dirige todo forma de una conducta. Al principio de todo esto afirmo que la libido tenía un carácter sexual y que el resto de pulsiones eran secundarias a la de reproducción, a medida que se iba desarrollando su teoría Freud incluyo otros tipos de energía en este concepto.

El psicoanálisis de Freud el termino “libido” se llega a utilizar generalmente para poder hacer referencia a un afecto o también emoción vinculada a una pulsión concreta, que puede llegar a asociarse al Ello o al Yo. Más adelante Freud paso a dominar “pulsión de vida” o “Eros” a los impulsos de esta clase, y añadió otro tipo diferente de pulsión, la muerte o Tánatos.

La cantidad de la Libido de la que dispone la psique de un individuo determinado es limitada, por lo tanto, lo procesos mentales compiten entre ellos por tal de producirse y algunos tienen un coste muy elevado, por ello pudiendo llegar a interferir en otros, un claro ejemplo es cuando Freud afirmo que el mecanismo de defensa, la represión es especialmente costoso para la mente.

La libido se encuentra contenida en el Ello, que es una de las tres estructuras de la mente, mientras que el Ello representa a la parte más básica y primitiva de nuestro ser, el Yo y el Superyó se llega a surgir a lo largo del desarrollo para poder satisfacer las demandas del organismo y del entorno para así proveer de una conciencia moral.

Según la teoría que plantea Freud, la libido se expresa de las formas distintas en función del estadio del desarrollo en la que se puede encontrar al individuo en un momento determinado, Freud describió una de series de fases evolutivas que llegarían a ser comunes a todos los seres humanos, cada una de ellas se relaciona con una zona erógena concreta en la que se llega a focalizar la libido. Freud describió 5 etapas del desarrollo psicosexual: la fase oral, en que el placer se obtiene a través de la boca, la fase anal, la fase fálica, caracterizada por el complejo de Edipo, el periodo de latencia, en la que la libido se redirige a actividades, no sexuales mediante la sublimación, y la fase genital.

En algunas ocasiones la energía de la libido se estanca en un estadio del desarrollo anterior al actual se refirió a esto como fijación. Este fenómeno, se origina del malestar y de la psicopatología, podría derivarse tanto de la frustración de las necesidades libidinales en el estadio en cuestión como de si satisfacción excesiva, que puede ser igualmente problemática.  

Por otro lado, también tenemos la definición de libido según Carl Gustav Jung, él define a la libido como la energía psíquica general, esto se llega a tratar de la manifestación de los procesos vitales, que con frecuencia toma la forma de un deseo. Su origen llegaría a ser la oposición entre dualidades en la mente, como la que ya mencionamos entre el Ello y el Superyó.

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