Teoría de la libido

Teoría de la Libido

El concepto de pulsión, tiene hoy expresión en el concepto de motivación. En la actualidad, una importante línea de las teorías psicoanalíticas actuales,  no se describe a la idea de que la organización pasional del ser humano es dual. Ya no se mantiene la concepción de Freud, por otra parte propia de su época de considerar que hay una  o dos pulsiones básicas “libido y auto conservación o eros”, posteriormente en la teoría de libido y agresividad o tánatos, de donde se derivan las demás, con la misma idea de modularidad que hemos indicado está presente en la neurociencia, en la psicología cognitiva y en la filosofía de la mente, en el psicoanálisis se ha aplicado al campo de la motivación y se asume la concepción de que existen múltiples sistemas motivacionales diferenciados, separables, articulados entre sí.

Este cambio en la concepción del aspecto motivacional humano ha sido enormemente fructífero, ya que lleva a poder superar muchas formas de reduccionismo en que se caía a la hora de describir patologías.

A lo largo de la historia del psicoanálisis, que abarca todo el siglo XX, cada autor resaltó un tipo de pulsión como la básica, si Freud resalto la sexualidad, otros psicoanalistas resaltaron otras, como la agresividad, el narcisismo o autoestima, o el apego, y en cada caso se tendía a considerar que esas motivación era la  más importante, la básica en la jerarquía, a partir de la cual las demás eran derivaciones. El modelo de los múltiples sistemas motivacionales concibe sin embargo el tema de otro modo, ya que ve que estas múltiples  dimensiones están presentes en todo ser humano pero tienen distinta fuerza, distinto desarrollo a demás están relacionadas entre sí dando lugar a distintas articulaciones y estructuras motivacionales, en cada uno de nosotros. Aunque aún no hay completo acuerdo entre cuales son los sistemas motivacionales básicos, lo importante es el cambio de modelo.

Se considera que los distintos sistemas motivacionales movilizan distintos tipos de deseos de auto conservación, sexuales, narcisistas, agresivos de  apego, de evitación  al placer, etc. A su vez la interrelación de estos puede llevar tanto a coincidencia como a contraposición entre los mismos, produciendo ansiedades de diversos tipos que dan lugar a su vez a modalidades defensivas especificas frente a estas ansiedades, todo lo cual lleva a caracterizar la personalidad concreta de cada cual.

Resumiendo la nueva concepción de los múltiples sistemas motivacionales independientes pero relacionados y entrelazados de diferentes modos, desde la sobre significación de unos por haber otro implicado, hasta el conflicto entre ellos, o la expresión manifiesta y consciente de uno para ocultar un deseo que corresponde  realmente a otro, aporta un marco explicativo mucho más en consonancia con la visión modular de la mente, y se identifica más con un paradigma de la complejidad acorde con nuestro tiempo. La clásica teoría de la pulsión de Freud muy marcada por la visión fiscalista de la época, está siendo sustituida. Sin embargo, permanece el énfasis que el psicoanálisis da a las motivaciones, especialmente inconscientes, frente a los procesos cognitivos, como explicación causal las actitudes y los comportamientos humanos. Pero ahora entendiéndolas como sistemas múltiples y complejos de necesidades básicas universales, compartidas por todos los seres humanos, que se van modelando en el desarrollo a través de la interacción social. En este sentido, la importancia de fundamento biológico que estaba presente en la original visión freudiana ha disminuido, dando al lugar a la naturaleza social de los motivos.

Complejo de Edipo

Freud define el complejo de Edipo como la atracción sexual hacia uno de los padres, acompañada de celos hacia el otro. Considera que  esta experiencia está determinada bilógicamente, aunque se engendran el individuo a través del cuidado que tienen los padres de las necesidades físicas del niño. Los deseos libidinosos hacía los padres varían de naturaleza, según la etapa del desarrollo de la libido, finalmente está culminando el deseo genital hacia los padres.

La hipótesis esta biológicamente condicionada, entonces está omnipresente, ha necesitado los usuales de otras dos hipótesis ulteriores. No se encuentran tranza del complejo de Edipo, que la mayoría de los adultos sanos, por lo que Freud supuso que el complejo de Edipo había sido reprimido con existo.

Al aplicar esta teoría a las relaciones del niño con sus padres sugiere varias conclusiones:

• El querer ser uno de los padres pueden ser un derivado de  anhelos por la incorporación oral.
• Un niño que no quiera separarse de uno de los padres puede ser la expresión de una organización oral intensificada.
• Cualquier clase de evolución sumisa a uno de los padres del mismo sexo es probablemente expresión de homosexualidad pasiva o de tendencias sexuales masoquista, mientras que la rebeldía contra uno de los padres del mismo sexo es probablemente una lucha interna de deseos homosexuales existentes.
• Toda clase de afección o ternura hacia uno de los padres es por definición sexualidad de fin inhibido.
• La hostilidad hacia uno de los padres puede entenderse como expresión final de rebeldía sexual.

Los términos son principalmente el castigo de deseos instintivos prohibidos (incesto, masturbación, celos) y el peligro anticipado en la castración de satisfacción física (miedo de castración, de pérdida de amor).

Estos sentimientos están presentes en todas las relaciones hijo- padre.

 La persona que posteriormente desarrolla una neurosis o psicosis haya sido muy apegada a sus padres, sea o no sexual este lazo. El mérito a Freud es verlo visto

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