LA PERSONALIDAD EN EL ADULTO MAYOR

LA PERSONALIDAD EN EL ADULTO MAYOR

No todos los seres humanos crecen, se desarrollan y envejecen de igual manera, es por ello que cada ser humano es único e irrepetible por lo cual cada experiencia y cada situación de la vida ejerce un efecto sobre ella; de igual manera se deben tener claros los conceptos de las distintas edades como son: biológica, cronológica, clínica, funcional, por mencionar algunas; de ahí que la actitud asumida por la sociedad, la familia y sobre todo los amigos, influyen mucho en cómo se conceptualiza la persona mayor y como vive su etapa de envejecimiento de acuerdo a los cambios que se vayan presentando.

Por lo general la personalidad del ser humano, se mantiene estable durante el ciclo de la vida y en caso de producirse cambios, estos suelen relacionarse con los procesos de adaptación y con las pérdidas que han tenido; por ello las personas adultas deben aceptar y asumir su nueva etapa de la vida, como también aprovechar la experiencia y sabiduría que fueron adquiriendo durante toda ella para afrontar los cambios en todos sus aspectos, al igual que las pérdidas a que en cada momento de su vida deben enfrentarse y así tener una mejor adaptación frente a estos cambios

Es de anotar que una de las pérdidas más significativas para ellos es el autoestima; esta va asociada con la pérdida de sus roles, trabajo, adaptación, seres queridos, memoria, salud, recriminaciones por lo que pudo hacer en su etapa de juventud y no lo hizo, por citar algún ejemplo y esto obviamente podría llevarlo a desencadenar en episodios depresivos. Estas circunstancias, generan en la persona mayor ciertos cambios en su actitud, como volverse una persona agresiva, rígida e irritable, que podría ser debido a la falta de adaptación y por ende la pérdida de su autonomía; pero en nuestras manos está darles las herramientas básicas para que puedan adaptarse a las nuevas circunstancias como el acompañamiento motivacional, emocional y también espiritual.

Además estas personas presentan un declive en la capacidad intelectual, debido al deterioro neurológico, factores biopsicosociales, pérdida de continuidad en actividades intelectuales; pero esta disminución cognitiva, es más que un mito no es una realidad; las personas mayores no dejan de aprender, pueden adquirir conocimientos, destrezas como también nuevas habilidades; solo que en ellos se disminuye más la rapidez del desempeño mental y físico y por lo tanto quieren mucho más tiempo que las personas jóvenes.

En resumen, el problema principal radica en la sociedad; en la falta de políticas oficiales, que integren a los mayores con el resto de la población y que les permitan desarrollar todas sus capacidades artísticas, culturales, manuales, deportivas entre otros; que se les respete y vea como personas sabias, con experiencia, útiles a la sociedad. Pero sería bueno realizar

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