La Primera Entrevista Con El Psicoanalista
ROCIO89926 de Septiembre de 2012
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Resumen del Capítulo 4 del libro “La primera entrevista con el psicoanalista” de Maude Mannoni
¿En qué consiste la entrevista con el psicoanalista?
Comienza la autora explicando qué es y que no es una entrevista con el psicoanalista. No es una proyección del sujeto sobre el analista; si es una declaración o discurso al que califica como discurso alienado (etimología → alienar = proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición) y se puede salir de ese discurso alienado mediante el psicoanálisis, y cita a Lacan y a Freud que consideraban que ese discurso es el medio con el que el sujeto explica su historia, con la palabra, y al descifrar la palabra el analista descubre según Freud el idioma de los símbolos. Por eso no es fácil poder asir, coger, asimilar, interpretar, los pensamientos que el paciente pone en palabras; ya que el sujeto puede utilizar el lenguaje para ocultar la palabra o ahogarla.
Explica Mannoni, que existe un temor al psicoanalisis ya que hay personas que han oído hablar de la “transferencia”, de “ser atrapadas”. Otros quieren un analista que sea un escucha tan comprensivo que sea como un ser íntimo; por todas estas malinformaciones, al analista y al paciente les tomará tiempo poder encontrar la verdadera causa del trastorno psíquico que existe. Tanto con los padres como con el niño en la entrevista se plantea el problema, pero lo refieren a los otros, no a ellos mismos. Pone como ejemplo a una madre que dice que su hijo la cansa, sin embargo el niño dice que su madre no lo escucha; en el fondo la madre tenía el remordimiento o la culpa de saber que ese niño no era de su marido, y aunque quería ignorar ese hecho, quería trabajar para no tener que estar en la casa, y seguir fingiendo que no le daba importancia, pero el niño percibe, es sensible a todo lo que no se dice. Relata otro caso de un niño de 7años con padres divorciados que le cuenta que nunca veía a su mamá, que lo traían de una casa a otra, donde no lo trataban bien, pero él no sabía que su mamá se drogaba y por eso siempre estaba solo. Felizmente el niño recordaba todo desde que tenía 3 años, felizmente en el sentido de que “…la neurosis puede generarse en su olvido”.
Mannoni explica que las personas podemos vivir bajo el mismo techo sin conocernos realmente, incluso aunque haya relaciones íntimas, y más aún, tampoco vivimos con nosotros mismos, en el sentido de que no nos conocemos, no conscientizamos sobre lo que hacemos y decimos y por eso al ir al análisis cada persona le dice al analista su versión “alienada” de los hechos ya que siempre se refieren al Otro, ”siempre a través de una cierta ilusión” según Lacan. Sin embargo algunos pacientes durante las entrevistas van recuperando lo dicho anteriormente al darse cuenta de que la verdad era muy distinta de cómo la expresaron al principio.
Relata el caso de una niña a la que su mamá le tenía muchos cuidados porque según decía, la niña le exigía estar con ella, lloraba, no dormía, hasta que desarrolló asma; el marido y ella vivían desesperados porque ya no sabían que hacer hasta que un médico descubrió que era una asma falsa ya que notó que la niña respiraba perfectamente cuando no había alguien cerca. Era una forma de la niña de tener a su mamá pendiente de ella, el amor dice Mannoni, también puede sofocar, como la angustia de esa madre neurótica que desde antes que la niña naciera ya dudaba de poder darle todo a su hija y se volvió tan obsesionada por cuidarla que la niña también había desarrollado una neurosis. Y la madre quiere que todo sea así para desplegar su amor inmenso en forma de cuidados cuando en realidad desde el embarazo rechazaba sutilmente a la niña; esta madre le dice a Mannoni que le viene la idea de elegir entre su muerte o la de
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