La Psicoterapia Sistémica

La psicoterapia Sistémica

Durante casi toda su historia, la psicoterapia ha estado enfocada únicamente en tratar los síntomas que presenta una persona para curar su estado o problemática, en buscar dentro de su pasado qué es lo que ha causado que la persona padezca una psicopatología o conflicto y, con base a eso, encontrar un tratamiento adecuado para que el paciente llegue a un estado de estabilidad emocional que se proyecte en una vida cotidiana considerada como sana; sin embargo, enfoques más contemporáneos han dado pauta a pensar que no es sólo la persona que llega a terapia quien se encuentra un en conflicto, sino que es su ambiente y sus interacciones las que presentan una problemática.

En particular, el enfoque sistémico se ha fortalecido durante los últimos años al presentar una manera alternativa de percibir los conflictos de una persona no de manera individual, sino como un conjunto de relaciones y dinámicas que llevan a los pacientes, por medio de sus síntomas, a reflejar aquello que no les es funcional, y por el contrario, a presentar problemas en su manera de vivir que las pueden llevar a un colapso de su personalidad. Es por esto, que en el presente ensayo se abordará la psicoterapia sistémica desde una breve perspectiva histórica, principales conceptos, aplicaciones y limitaciones.

El enfoque sistémico basa su trabajo principalmente en considerar que cada persona es un sistema, que a su vez forma parte de otro sistema más grande, por lo que es necesario definirlo. Según Ludwig Von Bertalanffy (1968), un sistema está formado por un conjunto de unidades que se interrelacionan.

Ferdinand de Saussure (1931) se expresa de los sistemas como una totalidad organizada, la cual está compuesta de elementos solidarios que sólo pueden ser definidos unos con relación a otros en función del lugar que tiene esa totalidad. Por su parte Salvador Minuchín (1977) se refiere a un sistema como un conjunto de personas y sus relaciones, así como sus características y atributos.

Por lo anterior, podemos inferir que un sistema está conformado por varios elementos, los cuales tiene peso uno sobre otro y es esta relación la que hace que el sistema funcione y logre los objetivos para lo cual está conformado. Se pueden ejemplificar sistemas como el digestivo, compuesto por varios órganos que, a su vez, están compuestos por tejidos, los cuales están conformados por diferentes tipos de células. Cada elemento anterior tiene su función específica sin la cual, el funcionamiento correcto del sistema digestivo no sería posible.

La psicoterapia con enfoque sistémico ha ido conformando su fundamentación conceptual de diversos autores y teorías complementarias a través de los tiempos. Ha tomado su epistemología básica de la cibernética. Ésta es tomada para describir la realidad del funcionamiento de los sistemas (Droeven, 1997); apropiando conceptos como Interrelación, la cual describe específicamente de como un componente del sistema realiza su actividad relacionándose directamente con el de otros, un ejemplo concreto se puede observar al correr cualquier programa de computadora, el cual necesita que en el equipo se ejecuten otros elementos (drivers) los cuales hacen posible que el programa sea capaz de funcionar. También se toma la complejidad, el cual se define como la dificultad y la cantidad de recursos que se necesitan para resolver el problema que se presenta. Dicha complejidad forma parte de los sistemas en sus partes interrelacionadas que además, están contextualizadas, es decir, cada parte se encuentra dentro del marco en el que toman sentido sus relaciones (Anderson, leído en Mac Namee, 1996). Otro concepto importante que aporta la cibernética al enfoque es el de circularidad, básicamente trata de que A causa B y B causa C, pero C causa A, luego A en lo esencial es autocausado.

De la teoría de la comunicación humana, el enfoque sistémico toma importantes elementos. La ya mencionada comunicación, definida como el conjunto de elementos en interacción en donde toda modificación de uno de ellos tiene como consecuencia el cambio de las relaciones con los otros elementos ((Marc y Picard, 1992). Lo anterior conlleva a que la comunicación no únicamente una mera interacción sino que contiene cierto principios. Su principio de totalidad implica que un sistema es poseedor de características propias; el principio de causalidad regular establece que cada parte del sistema forma parte de un proceso de implicaciones mutuas; y el principio de regulación, que afirma que para que exista la comunicación, deben existir normas y reglas las cuales permiten el equilibrio del sistema (Watzlawick, 1971). Por lo tanto, se puede resaltar que de esta teoría se toma mas que otra cosa, la interacción comunicativa y sus formas, ya que ésta es la base para las relaciones humanas y por tanto, una idea central dentro de la psicoterapia con enfoque sistémico.

Otra extracción importante es la que se toma de la Teoría General de Sistemas. Como su nombre lo indica, va más relacionado a buscar la importancia de la interacción del todo con la suma de sus partes. Le da gran importancia al dinamismo de cada elemento del que se conforma el todo, pues cada elemento está determinado por el estado de cada uno de los demás que lo configuran, así pues, puede haber varios tipos de sistemas.

El sistema cerrado no intercambia información con su entorno, por ejemplo, una máquina, pues está conformada por diversas partes pero únicamente interactúan entre sí para lograr el objetivo por el cual fueron creadas, sin tener interacción con algo más. En cambio, un sistema abierto además de intercambiar información con su entorno, hay una modificación recíproca: del sistema al entorno y viceversa. Además, se considera la existencia de un conjunto de elementos que se mantienen relacionados entre sí y con el sistema, denominado subsistemas, los cuales deben ser identificables para reconocerlos como tal.

Los conceptos in-put, out-put y feed-back son importantes para expresar la entrada de información, procesamiento de esta y salida, creando así una retroalimentación. Pensemos en algo simple como una célula. Ésta, al estar conformada por otras partes (organelos) es un sistema que recibe información del exterior (nutrientes, proteínas, cargas eléctricas), y que al procesarla y aprovechar lo que necesita o le fue útil mediantes procesos de transformación, desecha hacia el exterior los residuos. Lo que salió de la célula puede ser captado por otra para buscar la manera de expulsarlo del cuerpo a través de algún fluido; esto sucede con todos los sistemas abiertos, es la manera en la que la retroalimentación se presenta para complementar sus procesos; de igual manera, cuando solamente se conocen las entradas y salidas

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