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La Sonrisa De Kai


Enviado por   •  28 de Enero de 2014  •  2.676 Palabras (11 Páginas)  •  544 Visitas

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Nuevamente me encuentro escribiendo a cerca del libro titulado “la sonrisa de Kaï”, y al mismo tiempo haciendo una reflexión de mi práctica, trasladando o transformando la lectura en experiencias propias y vividas durante mi estancia en CAM.

Para iniciar, tenemos que recordar que Harmut G. era un estudiante que tenía que hacer su servicio civil, y que se decidió hacerlo en un Centro para impedidos, ahí conoció la vida de varios niños “impedidos”, como el autor mismo lo trata, y aprendió a vivir y convivir con ellos incluso llego hasta encariñarse con algunos, pero un día sucedió algo que era inevitable, el Centro dónde laboraban lo iban a cerrar, así que a él lo enviarían a otro de los centros de la misma índole, donde por cierto también depositarían a algunos de los alumnos con los que él trabajaba. Una vez estando instalado en el nuevo centro conoce a Kaï, es aquí donde, se desarrolla toda la trama de la novela y es aquí donde inicio mi pequeño ensayo.

Cuando Harmut conoce a Kaï, e intenta tratarlo, se da cuenta hasta entonces del porque todos le decían, “!cuidado con Kaï!”, y todos le huían, en un principio reacciona, como cualquier persona reaccionaria naturalmente, con acciones de defensa, pero se da cuenta de que entre más se le insinúa el NO, Kaï con mas frecuencia lo hace, cuando el joven cree todo perdido, cuando se está dando por vencido, se da cuenta de que las cosas pueden ser mejores, si no se trata por la fuerza, y empieza a dejar que Kaï actúe desinhibidamente y de forma mas independiente. Es sorprendente ver los resultados.

Cuando yo asistí primeramente al CAM de San Pedro Apulco, Zacatecas, creí que mi trabajo iba a ser muy fácil, pues regularmente solo asistían 3 niños, dos con Síndrome de Down y una tercera con Discapacidad Intelectual. Pero en más de dos ocasiones me pasa que el “grupo se me descontrola”, pues la maestra se ausenta del salón, durante tiempo prolongado, así que yo mantengo la responsabilidad de cada uno de los niños, con las dificultades que me tope y por lo tanto lo que me ocasionó el descontrol del grupo, o mejor dicho de un alumno en especial, fueron los berrinches de uno de los niños de nombre Luis Gerardo, pues, de buenas a primeras ya no quería trabajar, se apartaba de las demás y se ponía a llorar, primero solo lloraba en silencio, pero al cabo de algunos segundos gritaba, de hecho son mas gritos que lagrimas; yo no sabía como consolarlo, primero me acercaba y con voz suave le invitaba a continuar trabajando, pero cada vez que yo pronuncio una palabra es un alarido mas que Luís hacía, y si lo dejaba para yo trabajar con sus compañeras, se tranquilizaba un poco, pero para llamar la atención Luís Gerardo volvía a gritar, así duró bastante rato, hasta que solo se calmó, luego llego la maestra y ella fue la que lo integro de nuevo a la actividad; eso sucedió al inicio, en la primer jornada de observación y práctica; también otro aspecto que encuentro en la primerita visita a la que acudo, cuando aún no había cambio de maestras, la docente que estaba a cargo en ese momento, no quería a la niña que tiene Discapacidad Intelectual, debido a que no se aseaba y se hacia en los calzones, ella le reclamaba a la mamá, incluso un día me tocó presenciar un regaño muy fuerte de la madre hacia la niña, y todos estábamos presentes, por lo que a la niña le daba mucha vergüenza y se mantenía con la cabeza agachada, realmente yo me sentí incómoda con esa situación; ya en las últimas jornadas, la niña asistía al CAM continuamente y su aspecto de aseo había mejorado, entre pláticas de la maestra (está última), me dijo que ella había ido por la niña y la iba a tratando con calma y directamente con ella, ya no la regañaban sino mas bien hablaban con ella, y poco a poco, sola fue captando y se interesaba por cambiarse y bañarse por si sola; al igual pasa en el libro; cuando Kaï, en un inicio se hacia en los pantalones, y Harmut lo “obligaba” a que se aseara forzándolo, y Kaï reaccionaba al contrario, hasta que por fin lo deja ser independiente, y es entonces cuando Kaï inicia un cambio para bien, al igual que sucedió con Lourdes.

Entre otras, situaciones similares a la primera, las cuales si fueron solucionadas y no tan marcadas como la ya explicada.

En el capítulo de la transformación, donde Kaï, como el título lo dice, sufre una transformación, poco a poco comienza a cambiar, ahora es mas independiente, comienza a decir palabras nunca antes dichas, ya no es tan agresivo ni caprichoso, como que ahora tiene plena confianza en Harmut, a pesar que es un perfecto desconocido para él; sin embargo, Harmut es quien deposita la confianza en él primero, tanto lo hace que en una ocasión, lo deja que solo vaya al baño, y cuando el joven se da cuenta ya Kaï se había limpiado, pero no con papel sanitario sino con la misma mano, aun así, viéndolo, Harmut mantiene la calma y le dice con toda serenidad que puede lavarse las manos, a lo que Kaï le obedece inmediatamente. De mi parte considero que esa confianza que cada uno le deposite a los niños, es en cierta forma la seguridad que uno va edificando junto con los alumnos en ellos mismos, al darle una “responsabilidad” al dejarlos que ellos solos por iniciativa o por mandato realicen tal o cual actividad, los hacemos sentir útiles, y que valen por i mismos.

Por ejemplo, en mi CAM, mi estudio de caso fue precisamente Luis Gerardo, es un niño muy sobreprotegido por parte de su madre, aunque en ocasiones él desea hacer las cosas como bañarse, o salir a comprar carne el solo, su madre no lo deja, al contrario le dice que esta loco, y mas loca ella si lo deja. Eso fue una meta no lograda para mi, el hecho de no poder hacer nada por el niño, porque cada vez que intervenía en esa situación casi, terminábamos de pleito, pues ella se molestaba mucho y decía que era su hijo y no tenía porque exponerlo a nada, mientras ella viviera ella lo cuidaba. Pero en el caso de Lourdes, la niña con D.I. su mamá la deja ser como ella es, la manda a diferentes favores o mandados, y la niña los hace regresando contenta, así como se le asignan quehaceres en la casa, como barrer, trapear, lavar su ropa etc. De esa manera se refleja también en la escuela, cuando están solos, y yo les soy la oportunidad de hacer muchas cosas, que hasta después le gusta y no quieren terminar, o en ocasiones por iniciativa de ellos mismos inician a ordenar el aula, a barrer a recoger los juguetes etc., pero cuando están los papás presentes no hacen nada, incluso ni siquiera salen a jugar.

Hay algo que aunque puede parecer insignificante en la lectura, a mi me llama la atención, el hecho que Harmut pinta con colores vivos el cuarto de los niños, en mi CAM s presentó esta situación, año tras año pintan el aula, cuando yo estuve

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