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La Vejez Del Psicoanálisis


Enviado por   •  18 de Agosto de 2014  •  2.548 Palabras (11 Páginas)  •  1.057 Visitas

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La vejez del psicoanálisis – Herbert Marcuse.

Ciertas tesis fundamentales de la teoría de Freud han envejecido, en la medida en que ha envejecido su objeto, es decir, el individuo en tanto encarnación del ello, del yo y del superyó dentro del marco de la realidad social. Con la evolución de la sociedad la estructura psíquica ha dejado de tener las cualidades que Freud le asignaba.

Con esta transformación del objeto en el psicoanálisis creció un abismo entre la teoría y la terapéutica y ésta última se encuentra en una situación en la que parece prestar más ayuda al orden establecido que al individuo.

Marcuse discute en este ensayo el aporte del psicoanálisis al pensamiento político, intentando mostrar el contenido social y político de los conceptos fundamentales del psicoanálisis y ante esto va a decir que las categorías del psicoanálisis constituyen por sí mismas categorías sociales y políticas. Si el psicoanálisis pudo transformarse en un instrumento social y político eficaz, es porque Freud había descubierto los mecanismos del control social y político en las dimensiones profundas de los impulsos y satisfacciones instintivas.

Freud describió una estructura psíquica dinámica: la lucha a muerte que libran las fuerzas antagónicas: el ello el yo y el superyó, el principio de placer y principio de realidad, Eros y Tánatos. Es el individuo y a través de ellos que se libra esta lucha. El analista ejerce la función de portavoz de la razón del individuo mismo. No hace más que activar, que explicitar lo que se encuentra en el paciente. En virtud de su propia razón el individuo renuncia a las exigencias intransigentes del principio de placer y se somete a las voluntades del principio de realidad, aprendiendo a mantener el precario equilibrio entre Eros y Tánatos, a hacer su camino en una sociedad que es cada vez menos capaz de producirle felicidad, es decir de dar satisfacción a sus instintos.

Freud plantea la existencia de un conflicto esencial entre el individuo y la sociedad en la que éste vive. Presupone que el individuo constituye dentro de este conflicto lo que expresa la incapacidad en la que se encuentra para funcionar normalmente en la sociedad dada.

Este conflicto se origina en la amnesia del paciente y también en el destino general, global del individuo establecido por el principio de realidad.

¿Cuál es el factor histórico que determina esta concepción sea una concepción envejecida? Según Freud el conflicto fatal entre individuo y sociedad es experimentado primero ante la confrontación con el padre: es aquí que se libra la lucha global entre Eros y Tánatos, lucha que determina la realidad del individuo. Y es el padre quién asegura la subordinación del principio de placer al principio de realidad. Es así como la socialización primaria del individuo obra de la familia y sea cual fuera el grado de autonomía que pueda acceder el niño, su yo se desarrolla ante todo en un terreno y refugio de lo privado.

Esta situación en la que el yo y el superyó se constituían en el curso de la lucha contra el padre en su calidad de representante del principio de realidad, es en la actualidad una situación histórica, ha desaparecido en favor de las transformaciones de la sociedad industrial. Por lo tanto:

- El modelo psicoanalítico según el cual el padre y la Flia dominada por éste eran los agentes de la socialización psíquica, pierde su valor por el hecho de que en la actualidad la sociedad dirige inmediatamente el yo en formación al terreno de los medios masivos de comunicación de masas, grupos escolares t deportivos, grupos de jóvenes, etc.

- El hijo es cada vez más independiente del padre y de la tradición familiar. El aprendizaje y la internalización de las represiones y del comportamiento socialmente necesario ya no se realizan a través de un largo conflicto con el padre, más bien se lleva a cabo desde el exterior antes de que el yo se haya constituido realmente como sujeto personal y autónomo.

Estas transformaciones reducen el espacio vital y la autonomía del yo y abren camino a la formación de las masas. La mediación entre el ego y el otro cede su lugar a la identificación inmediata. El individuo se convierte en objeto de administración y el yo ya no parece ser capaz de existir indiferentemente del ello y del superyó. Entonces esa dinámica pluridimensional en virtud de la cual el individuo preservaba su equilibrio entre autonomía y heteronomía libertad y opresión, se sustituyó por una identificación unidimensional, estática del individuo con sus semejantes y con el principio de realidad administrado.

Esta estructura unidimensional no deja más lugar al desarrollo de los procesos psíquicos descriptos por Freud y por consiguiente el objeto de la terapéutica ya no es más el mismo y la función del psicoanálisis de modifica como resultado de las transformaciones en la estructura psíquica.

Sin embargo, según Freud, los procesos y los conflictos psíquicos no son históricos, sino que tienen un carácter universal, eterno. De modo que estos procesos no pueden desaparecer así como tampoco pueden resolverse estos conflictos: deben continuarse bajo formas diferentes que corresponden a otros contenidos y lo expresan, Es así en las condiciones que caracterizan la nueva sociedad: en el comportamiento de las masas y en las relaciones de estas con sus nuevos amos, que imponen respeto por el principio de realidad.

El análisis del yo se troca en un análisis político en el cual los individuos se vinculan a las masas, el ideal del yo, a conciencia moral y responsabilidad extraídos del área del psiquismo individual e incorporados a un agente externo. Este agente asume así algunas funciones más esenciales del yo, es el líder. El líder une a los individuos por el doble vínculo de la identificación con él y de la identificación del individuo uno con los otros.

Según la psicología de Freud los vínculos que unen a los individuos con las masas serían: vínculos afectivos; en su conjunto impulsos libidinosos inhibidos en cuanto su objetivo; o “aquellos” yo que pertenecen a un yo debilitado y empobrecido y por tanto tienen una regresión a estados más primitivos del desarrollo: una regresión a la horda primitiva.

Entonces según Freud el elemento más general y al mismo tiempo fundamental de la constitución de las masas a una civilización evolucionada es, según Freud, una extraña regresión a una actividad psíquica primitiva, que hace volver una civilización evolucionada al nivel de sus orígenes prehistóricos, al nivel de la horda primitiva. (Chiqis con horda primitiva se refiere a que todos los miembros de la “horda” – con horda se refiere a un grupo de gente, tribu, clan, sociedad-

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