La importancia del juego en la niñez
jessica11gmTrabajo20 de Octubre de 2020
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Por qué del tema
Me intereso el tema debido a que el juego constituye un elemento básico en la vida de un niño, ellos necesitan estar activos para crecer y desarrollar sus capacidades. El juego resulta importante para el aprendizaje y desarrollo integral de los niños, es a través del mismo que los pequeños buscan, exploran, prueban y descubren el mundo por sí mismos, siendo un instrumento eficaz para la educación. Esta temática me remonto rápidamente a recuerdos de infancia, despertando curiosidad para investigar sobre la misma, ya que el juego resulta relevante para el proceso de configuración de la subjetividad que se instaura en los primeros años de vida del sujeto.
“La importancia del juego en la infancia”
A partir de este trabajo realizado por la propuesta ofrecida y también como parte de evaluación que realiza la cátedra “Psicología de la Niñez y la Adolescencia”, correspondiente a la carrera de Ciencias de la Educación, se presenta un análisis que tiene como objetivo resaltar la importancia del juego en la vida del niño. Mediante este escrito se busca realizar un acercamiento a las particularidades que posee la actividad de juego y tratar de comprender y sumergirnos en ese mundo mágico donde ellos se sienten cómodos y dueños de sus propias creaciones y cómo lo relacionan con su medio exterior.
Considero relevante y significativo abordar el tema desde previos conocimientos, la apreciación y percepción del mismo y por supuesto, con el sostén del material teórico con el que se trabaja durante el año. Ello me permitirá un abordaje más amplio, profundo y conceptualizado.
Reconozco que actualmente el juego va perdiendo cierta importancia, para una sociedad tan trasformada por las diferentes tecnologías o reemplazada por otras actividades y así simplemente el jugar va quedando relegado al tiempo del recreo o solo unos pocos minutos.
La elección de la temática se debió a cierta curiosidad por investigar y también al interés por la misma, debido a que el juego constituye un elemento básico en la vida del niño y resulta relevante para el proceso de configuración de su subjetividad.
El juego constituye un elemento básico en la vida de un niño, es la principal actividad por la cual atraviesa su vida durante los primeros años de edad, además de divertido, resulta necesario para su desarrollo. Pero, ¿por qué es importante y que les aporta? Por medio de él, los niños investigan, observan todo lo que se encuentra a su alrededor de una manera libre, esto los mantiene activos y por ende ayuda a su crecimiento y al desarrollo de sus capacidades, tanto motrices, como psicológicas, emocionales, etc. A su vez, el jugar, facilita las capacidades de aprendizaje y desarrollo integral de los niños, debido a que aprenden a conocer la vida, el mundo que los rodea, las personas con las que comparte el día a día, los objetos con los que tiene contacto y las diferentes maneras de comunicarse, todo esto jugando. La necesidad de repetir una y otra vez la misma actividad, es lo que los lleva a asimilarlas y aprenderlas. Por lo que la actividad lúdica tiene carácter formativo al hacerlos enfrentar una y otra vez a las mismas situaciones. A través del juego los niños buscan, exploran, prueban, descubren el mundo por sí mismos, realizando procesos de aprendizaje propios, siendo este un instrumento eficaz para su educación.
El juego es considerado por algunos padres como pérdida de tiempo, distracción o actividades de poco compromiso y sin importancia alguna. . En ocasiones, el juego no pasa de ser simplemente una actividad que se realiza por diversión, quizás la idea de que el juego es equivalente a pérdida de tiempo, se vea reflejada en una sociedad que prioriza demasiado el éxito escolar, económico y laboral, donde se priorizan las competencias, entonces allí resulta difícil abandonar dicha idea.
Esto se refleja claramente en la tendencia de los padres que hacen transitar a los niños por diversas actividades extraescolares, para adquirir habilidades distintas y aprendizajes estructurados, en vez, de simplemente jugar con ellos, lo que quiere decir que todos asumen el mismo papel, en ciertas ocasiones existen padres que estimulan a sus hijos con actividades que les permitan distribuir su energía y en muchos casos insertarlos más en un ambiente social determinado.
Hago referencia a un verso de la poesía “Yo no entiendo a la gente grande”
“(…) Porque perdieron las ganas de correr y saltar,
Porque olvidaron esas cosas que tanto les gustaba de chicos,
Porque antes de reírse siempre le piden permiso al reloj (…)”. En este caso deberíamos ubicarnos en el lugar de los niños, quienes, en muchos casos consideran que sus padres pasan más tiempo fuera de casa que con ellos. Tal vez, he llegado a comprender un poco más y verlo más claramente, a partir de mis propias vivencias y experiencias infantiles, ya que en algún momento de la vida fui niña, atravesando etapas cognitivas, y me tocó presenciar este tipo de situaciones o quizás similares, ver como mis padres o abuelos ocupaban su tiempo en actividades correspondientes al mundo adulto, en aquel entonces desconocido para mí. Me resulta más fácil comprender el porqué ahora, pues sus obligaciones y responsabilidades restaron esa cuota de diversión, ese tiempo de poder jugar junto a sus niños. Simplemente fueron acomodando y ajustando su reloj a esas obligaciones, dejando de lado aquello que permite reforzar las relaciones de padres e hijos, como es el juego.
Sin embargo resulta realmente importante destacar que es una actividad que contribuye al crecimiento y desarrollo integral del infante, asimismo permite la constitución subjetiva del sujeto que representa mediante la fantasía, su propia realidad, como logramos verlo claramente en el video expuesto durante la clase de infancia; Gio al ser más grande constituye una importante Zona de Desarrollo Próximo para su hermano menor; superando fácilmente su nivel de conocimiento potencial a uno más real, donde el de mayor conocimiento sirve de guía para facilitar un aprendizaje significativo; queda claro que los niños en estos tiempos desarrollan más rápidamente sus capacidades intelectuales.
Esta construcción de un mundo fantástico paralelo al real, por parte del niño, es un tanto parecido a lo que realiza un poeta. (…) “La fantasía en su estructura fundamental nos permite abordar la realidad haciéndola soportable y apropiable”. El niño/a que juega crea toda una ficción en la que se sumerge por completo, pero esto no quiere decir que lo aleja de la realidad y que su fantaseo no deriva de allí, pues a partir de sus previos conocimientos del mundo real, el infante transforma ese mundo fantaseando para poder ajustarlo a su medida y a sus deseos.
En la observación realizada en la Salita de 5 años de la Escuela 9 de julio, pude ver como los niños desarrollan constantemente sus habilidades para representar en el juego la ficción o lo simbólico.
Los niños suelen sustituir y representar una situación vivida anteriormente. Se logra apreciar que en sus juegos, los infantes, todo el tiempo “hacen como si…” al igual que la situación lúdica del video antes mencionado; realizando diferentes actividades, que le permiten ejercer vivencias cotidianas mediante la ficción.
Así se observa en las niñas como juegan a hacer dormir sus muñecas, es decir, atribuyen roles y adquieren conductas que no son propias, sino que son tomadas de otros modelos que imitan. Estos modelos son los que tienen alrededor, por ejemplo, la madre, el padre, hermanos mayores, videos juegos, incluso la misma maestra.
Algunos niños/as juegan a arreglar autos o que cocinan, trabajan de alguna profesión que les gusta, etc. Puedo decir que mediante el juego, el niño obtiene placer reviviendo ciertas experiencias que alegran y afirman la expresión del Yo.
En muchos casos, el juego es utilizado como medio para reaccionar contra el miedo que una situación les provoca; por ejemplo: “Mariano, uno de los niños de la salita, tiene miedo a los caballos, pero diariamente juega que pasea uno”. Docente de la salita.
Observo que en la mayoría de los casos, se realizan juegos individuales, no hay mucha interacción entre ellos, cada niño representa las cosas de la realidad de manera diferente y con objetos diferentes, se imitan mayormente los roles de “mamá y papá”, no existe una sola trama en los juegos, básicamente no hay coherencia, con esto nos referimos a que existe una falta de sucesión lógica y secuencial.
Durante las actividades, los niños de a poco comienzan a intercambiar ideas. Algunos niños logran compartir esa ficción que crean, con el otro. Considero que la docente debe favorecer el juego, es particularmente efectiva la influencia y el estímulo en la creación simbólica al jugar, como así también la orientación y la organización que se le puede brindar a los niños al momento de jugar.
El niño al verse constantemente obligado a adaptarse al mundo social adulto, que aún no ha llegado a comprender muy bien, se siente un tanto presionado, incomprendido o quizás confundido, no llega a satisfacer algunas de sus necesidades que aportan a su Yo, necesidades afectivas o intelectuales. Es lo que se expresa en otro fragmento del poema “Yo no entiendo a la gente grande”
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