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La teoría Crítica


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2012  •  Informes  •  2.415 Palabras (10 Páginas)  •  421 Visitas

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eoría Crítica.

La teoría Crítica es una perspectiva. La teoría Crítica se aproxima más a una visión del mundo que a un universo cerrado, más a una perspectiva de análisis de la sociedad que a un corpus homogéneo que, por otra parte, contradiría los propios criterios de la "teoría crítica". De ninguna manera una totalización que evada el conflicto o las contradicciones, de ninguna manera una visión esencialista que eluda los procesos históricos y, fundamentalmente, una perspectiva que halle en la negatividad el motor de la dialéctica donde lo implacable en el pensar y la resistencia a acepta lo dado como natural forman parte de un mismo proceso.

La sociedad racional Para Marcuse la teoría crítica surge cuando los pensadores comenzaron a vincular "la preocupación por la felicidad del hombre y el convencimiento de que esta felicidad es sólo alcanzable mediante una modificación de las relaciones materiales de la existencia". Las reflexiones de Marcuse apuntaban inicialmente al sentido y al valor de la razón tanto en la constitución de la filosofía como en el desenvolvimiento de la capacidad de la crítica por parte del ser humano: "La filosofía quería investigar los fundamentos últimos y universales del ser. Bajo la guía de la razón esa filosofía concibió la idea de un ser genuino en el que estuvieran reunidas esencia y fenómeno, pensamiento y ser. El ente no es inmediatamente racional, sino que ha de ser racionalizado. Se considera que el mundo posee una estructura que es accesible a la razón, que esta referida a esta última y que es dominable por ella. Así la filosofía es idealismo, coloca al ser bajo el pensar. Aquel principio por el cual la filosofía se convirtió en filosofía de la razón también convirtió a la filosofía en filosofía crítica: el mundo bajo la lente de la razón es mirado con cierta distancia. La razón adquirió la forma de subjetividad racional: ...el individuo tenía que examinar y juzgar todo lo dado según la fuerza y el poder de su conocimiento.

Tal concepto de razón contenía al de libertad ya que la única forma bajo la cual puede existir ese dispositivo llamado "razón" es bajo libertad. Sin embargo, los conceptos de razón y libertad resultaron víctimas del orden burgués y de la propia filosofía idealista: en la praxis, en el mundo social, sólo habrá apariencia de razón y de libertad, porque todo queda reducido a la capacidad y autodeterminación del sujeto.

Reaparición del mundo material

Sin embargo, instalada la idea de que la razón sería la tarea que el individuo libre debía realizar, y que tal realización sería no sólo en el orden del pensar y el querer puros, entonces "la exigencia de la razón se extiende a la creación de una organización social en la que los individuos regulan su vida según sus necesidades...". El mundo material reaparece así como también se inicia el cuestionamiento a la libertad como esfuerzo personal, de mónadas.

Optimismo Marcusiano?

Marcuse reivindica la creación del dispositivo "razón" y su trayectoria en la filosofía idealista ya que el mismo dispositivo permitiría la superación de la filosofía idealista por una teoría social concreta.

Decepción Marcusiana

Tal expectativa de cambio, si bien sería deseable, no es lo que Marcuse experimenta en sus tiempos. ¿Qué sucede cuando tales expectativas de cambio son eliminadas? "Esta situación obliga a la teoría a agudizar su preocupación contenida en todos sus análisis por la felicidad del hombre, por la libertad, felicidad y derecho del individuo".

Esta nueva situación adquiere especial vigencia la teoría crítica. La filosofía, convertida en teoría crítica, abandona la ceguera frente a lo fáctico, aunque también toma distancia con respecto al pragmatismo. "A diferencia de la filosofía, la teoría crítica fija siempre sus objetivos a partir de las tendencias existentes en el proceso social".

Las tendencias existentes en el proceso social permitieron a la teoría crítica prever y comprender las formas de la reacción, en el sentido de lo reaccionario social que se conjugó en los totalitarismos. La teoría crítica actuó frente - y no con- los hechos que se desplegaban en Europa.

Críticas a la perspectiva llamada economicista

Pero a la vez no concibió su comprensión sólo a partir de la evolución económica de las sociedades. De ahí que las reflexiones de Marcuse, instalado en el marxismo, sean también críticas en relación con la perspectiva llamada economicista.

Para Marcuse en las sociedades capitalistas obviamente la economía "no dominada" ocupa el centro de gravedad en relación con cualquier horizonte de otras acciones y reflexiones. Pero en una sociedad transformada (modo en que los individuos logren felicidad y que en esta idea de "felicidad" esté involucrada una concepción de lo humano no alienado, desplegando sus posibilidades en conjunción y no en contradicción con la naturaleza), en verdad habría que responder a las necesidades de una humanidad liberada y feliz y ver qué lugar ocupa la economía en el marco de esas necesidades.

Tal modo de prever el futuro y de ser constructiva no implica que la teoría crítica deba confundirse con un programa político. Tampoco debe confundirse con la reflexión filosófica: su interés por la gran filosofía (Kant, Hegel) es para abrevar (dar de beber) de allí la elaboración de su oposición a lo existente.

Filosofía idealista y Fantasía

La filosofía idealista no puede superar el abismo entre la teoría y lo existente, pero sí puede, para poner en presente lo que aún no es presente, desarrollar la fantasía. Según Marcuse, con la fantasía era posible imaginar cualquier cosa: "... pero en la teoría crítica ya no existe un horizonte infinito de posibilidades. La libertad de imaginación desaparece en la medida en que la libertad real se convierte en posibilidad real.

Ciencia y división del trabajo

Max Horkheimer publicó "teoría tradicional y teoría crítica", que constituye una suerte de manifiesto de la corriente frankfurtiana. Horkheimer no realiza una mera clasificación entre un modo de ser la teoría y otro, sino que intenta un despliegue dialéctico que no economiza esfuerzos para comprender en qué ha devenido la teoría, a partir de que prácticas sociales, y por qué durante siglos la Modernidad elevó a status de teoría un edifico que intentó despojarse de lo situacional

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