Los Aspectos Psicológicos De La Obesidad Infantil En Niños De Entre 6 Y 9 años De Edad En La Conurbación Veracruz-Boca Del Rio

Justificación.

El motivo de esta investigación es porque desde nuestro punto de vista es un problema que nos afecta en general ya que son el futuro de nuestra sociedad y si no se detecta el problema desde un nivel de edad temprana podría llevar todo esto problemas futuros de forma irreversible.

Los niños obesos tienden a ser ignorados y se convierten en personas reprimidas y con cierto rechazo hacia la sociedad.

Introducción.

Las principales consecuencias de la obesidad en la infancia son PSICOLOGICAS. Los niños obesos son blancos de discriminación temprana la cual ocasiona preocupación por mantenerse delgados. Algunos estudios han demostrado que tanto varones como mujeres de entre 9 y 10 años prefieren tener como amigos a niños con discapacidades físicas antes que a compañeros obesos, lo cual produce una autoimagen negativa durante la adolescencia. Además, a los 6 o 7 años de edad, la obesidad suele asociarse a características negativas sociales y culturales tales como pereza, negligencia, y desorden, lo que ocasiona que el niño obeso con frecuencia, trate de establecer relaciones de amistad con niños de menor edad que ellos, que no estigmatizan aun su fenotipo.

La obesidad infantil no debe considerarse como benigna, cuyo principal problema es estético, de apariencia física, ya que cada vez hay más existencia científica de que la obesidad en la primera década de la vida es una enfermedad que tiende a cronificarse y a agravarse, y repercute en la conducta, autoestima y aceptación social de niños y adolescentes. Todo ello tiene un efecto negativo en la calidad de vida, que se deteriora progresivamente con el aumento del grado de obesidad.

Se ha observado que entre niños aparentemente desatendidos existe mayor probabilidad de obesidad que entre los que disfrutan de la atención familiar, esto es, que existen patrones de comportamiento asociados a un mayor riesgo de obesidad.

Por lo tanto la obesidad infantil tiene un gran impacto en su salud física, mental y social.

Objetivo General.

“Identificar las repercusiones psicológicas en la comunidad escolar del niño con obesidad”.

Marco Teórico.

Existe en el ser humano una relación o respuesta de carácter general al conjunto de todo lo social y cultural: la paulatina adaptación al ambiente social, el progresivo entender del mundo social y cultural, que conduce a una progresiva incorporación a dicho mundo (Albarán, 1999). Este proceso se llama proceso de socialización, este puede ser fácil para unos, difícil para otros.

Unos se encuentran provistos de inteligencia, iniciativa, imaginación, agilidad, serenidad, otros son torpes, pasivos, lerdos, lentos, impulsivos, temerosos; Unos tienen padres o maestros que los saben guiar, otros están o creen estar desamparados. Remesal Cobreros, R. (2008). Desarrollo evolutivo, personalidad y nivel de adaptación de un grupo de menores obesos. Apuntes de psicología, 26 (3), 411-426

El proceso de socialización es de extraordinaria importancia. El ambiente social y cultural es tan indispensable al hombre para desarrollarse y tomar las formas humanas; la vida social más rica resulta como una atmósfera más oxigenada, que otorga mayores fuerzas a quien respira.

Ahora bien, la autoestima va naciendo desde los primeros años de vida, y surge de las experiencias que tenemos, de cómo nos sentimos frente al mundo, de qué manera vemos a nuestros semejantes, cómo creemos que nuestros semejantes nos ven, qué “calificación” nos damos a nosotros mismos.

En esta etapa es cuando más necesitamos a nuestros padres y de la relación amorosa y sana que exista con ellos dependerá mucho la creación de una autoestima sólida y firme, que nos permita enfrentarnos a la vida de la mejor manera. En muchos casos, los padres son afectuosos, y este contacto físico y mental ayuda a que la autoestima se vaya desarrollando con el niño, cuando sabe que es valioso, respetado, que puede integrarse al mundo, pero hay otros en los que los padres no solo no ayudan a que se desarrolle una autoestima sólida, sino que contribuyen a deformarla o aniquilarla. Álvarez, R (1998).Obesidad y Autoestima. México: Mc Graw-Hill

Cuando un enfermo sabe que es obeso, que su problema es una enfermedad, que como tal requiere diagnóstico preciso y un adecuado tratamiento, se tiene respeto a sí mismo. Lamentablemente aquí entra la falta de respeto pero por parte de los familiares, porque agreden al enfermo, sea con “buenos consejos” o “regañitos estimulantes”, o con desprecio, palabras ofensivas, actos de violencia, etc.

El respeto en el enfermo obeso se pierde porque éste, sin saber que tiene, porqué está gordo, qué debe hacer, acepta que lo traten como ser humano de segunda clase y él mismo se siente impotente, inútil, incapaz, y sobre todo, imposibilitado para resolver su obesidad. Remesal Cobreros, R. (2002). Aspectos Psicológicos de la Obesidad Infantil. Tesis Doctoral.

Es triste ver a los obesos que se comportan como inválidos o discapacitados, y a la falta de comprensión, amor y cariño de familiares y compañeros, se asocia a la falta de aprecio por ellos

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