Los primeros 4 capitulos de John Dewey

Primeros 4 capítulos “Como pensamos” de John Dewey

En los primeros cuatro capítulos del documento de Dewey noto la relación entre el sentido como concepto sobre el pensamiento  y el vínculo que tiene con la formación a temprana edad en la escuela.

El pensamiento reflexivo se asemeja a ese accidental tránsito de cosas por la mente en el sentido de que consiste en una sucesión de cosas acerca de los cuáles se piensa”. La reflexión no implica tan sólo una secuencia de ideas, sino una consecuencia, es una ordenación consecuencial en la que cada una de ellas determina la siguiente como su resultado.

La escuela es un espacio donde tradicionalmente se tiene la idea que es el único espacio a la reflexión. Lamentablemente los docentes están preocupados en llevar y cumplir con el currículo administrativo que ejercitar el pensamiento crítico en los alumnos. La reflexión comienza cuando comenzamos a preguntarnos por la veracidad, por el valor, de una indicación cualquiera; cuando tratamos de probar su autenticidad y deber que garantías hay, que los datos existentes señalen realmente la idea sugerida, de modo tal que justifique la aceptación.

La reflexión comienza cuando comenzamos a preguntarnos por la veracidad, por el valor, de una indicación cualquiera; cuando tratamos de probar su autenticidad y de ver qué garantías hay, que los datos existentes señalen realmente la idea sugerida, de modo tal que justifique la aceptación, comúnmente se tiene la creencia que solo en ciencias se trabaja este tipo de reflexión.

Los adultos somos ejemplo de todo, en el pensamiento reflexivo también lo somos, refiere el documento todo lo que el maestro hace, así como el modo en que lo hace incita al niño a de una u otra forma a formar hábitos.

Considero que la escuela siempre será uno de los lugares más importantes donde se desarrolla el pensamiento reflexivo, lamentablemente dentro de la docencia las autoridades educativas saturan al docente en actividades administrativas que en muchas ocasiones limitan ejercitar las habilidades para la reflexión, además que, el docente tiende a estar más apresurado y presionado a cumplir con los contenidos que demandan los planes y programas de estudio, más que el desarrollo de habilidades intelectuales.

Cesar Cruz Hernández

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