MANUAL DE CONSEJERIA PRE Y POSPRUEBA DE VIH Y SIDA
VICARDONA25 de Diciembre de 2013
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Alternativa vital
Manual de consejería
pre y posprueba en VIH y sida
Manuel Antonio Velandia
Ministerio de Salud
Programa de sida
Bogotá, D.C., Colombia
2002
Fundación APOYÉMONOS
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Juan Luis Londoño*
Ministro de Salud
Juan Gonzalo López**
Viceministro de Salud
Isabel Cristina Ruiz***
Directora General de Salud Pública
Jorge Boshell
Director, Instituto Nacional de Salud
Fernando de la Hoz
Subdirector de Epidemiología y Laboratorio Nacional de Referencia
Instituto Nacional de Salud
*Virgilio Galvis 1998-2000
**Mauricio Bustamante 1999-2001
***Carlos Sarmiento 1998-2001
Presentación
En 1992, un grupo interdisciplinario de profesionales miembros de instituciones del Estado y de las ONG, convocados por el Ministerio de Salud y coordinados por el consultor Ricardo Luque, nos reunimos para revisar el documento del cual saldría el texto Protocolo básico del equipo de salud sobre asesoría en infección por VIH y sida, que fue publicado por el Ministerio con apoyo de UNDCP en noviembre del mismo año. Desde esa fecha no se volvió a publicar ningún documento oficial sobre dicho tema y cada vez se hacía más evidente la necesidad de un documento actualizado, acorde con los nuevos planteamientos jurídicos expuestos en el Decreto 1543 y los avances de la investigación científica en el tratamiento del sida, sobre todo, en lo referente a los medicamentos conocidos como inhibidores o tratamientos antirretrovirales supremamente activos (TARSA), conocidos igualmente como HAART (high activity anti-retroviral treatment).
El sida ha pasado de ser considerado una enfermedad de carácter mortal a ser una enfermedad crónica tratable en quienes tienen acceso a tratamientos con TARSA; ello redunda en que la mortalidad relacionada con el sida disminuye considerablemente y en que se vea reducido el número de hospitalizaciones a causa de las infecciones oportunistas relacionadas.
Igualmente, con la posibilidad de utilizar TARSA en las personas directamente afectadas, se presenta un cambio de actitud frente a la misma enfermedad, al conocer que existe la posibilidad de retardar su aparición o de mejorar la condición de salud de la persona que ya está viviendo con el síndrome. Esta situación influye también en el equipo de salud, ya que sus miembros asumen una actitud diferente ante la enfermedad y con los usuarios de sus servicios profesionales.
El conocer la posibilidad de usar el TARSA ha motivado en algunas personas una actitud más relajada en su vida sexual activa ante la consideración de que ya existe un tratamiento, lo que puede llegar a significar, a largo plazo, un incremento en el número de personas afectadas.
Entre los usuarios de TARSA se ha observado el uso inadecuado de los tratamientos, situación que incrementa el número de personas con VIH o sida, pues el virus se vuelve resistente a los tratamientos. Estas personas, a su vez, se convierten en un grave problema para la salud pública, por cuanto quienes se infectan o reinfectan con dichas personas se hacen a su vez resistentes a esos mismos medicamentos.
Todas estas problemáticas y situaciones particulares justifican un cambio en el sentido de la consejería y en sus contenidos; de ahí la necesidad de crear un manual acorde con la época, avances científicos y legislación.
Agradecimientos
El texto que usted tiene en sus manos tuvo como uno de sus grandes fundamentos el Protocolo básico del equipo de salud sobre asesoría en infección en VIH/SIDA del Ministerio de Salud (1992), documento a partir del cual se investigó el texto del presente manual, actividad que contó con el apoyo de un grupo de personas voluntarias de la Fundación Apoyémonos, ONG con sede en Bogotá, quienes por su experiencia en este campo y como profesionales de la psicología hicieron su revisión. Así mismo, participaron en la prueba del material, durante talleres de capacitación y utilizando como guía el manual, algo más de 150 profesionales que trabajan en programas de sida en las Empresas Sociales del Estado adscritas a la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, en EPS, ARS y miembros de ONG y grupos de autoapoyo, con sede en esta misma ciudad. Un reconocimiento merecen, así mismo, todos los hombres y mujeres que viven con VIH o con sida y sus familiares, amigos y profesionales que trabajan en este campo, quienes en el transcurso de mis 19 años de trabajo en sida me han permitido conocer sobre sus vidas, temores, esperanzas, sueños, angustias, alegrías, sinsabores y dolores, porque su experiencia nutre este texto y justifica su existencia.
En especial agradezco al abogado Francisco Herrera, fundador de "Acción por la vida", uno de los primeros grupos de autoapoyo que funcionó en Colombia. El día de su muerte, al despedirse, me entregó documentos y testimonios sobre su experiencia, que ahora reproduzco como citas a lo largo del manual y en el capítulo "Grupos de autoapoyo: alternativa válida"; a Gabriel Calvo Massy, miembro fallecido de Apoyémonos, quien fue protagonista del vídeo "Un vuelo de vida", realizado para el Programa de Sida del Ministerio de Salud por un equipo de miembros de la Fundación, bajo la dirección de la periodista y cineasta Margarita Carrillo; Gabriel, igualmente al momento de su muerte, me hizo depositario de escritos sobre sus vivencias. Así mismo, agradezco a José Luis Cruz por sus documentos, escritos que por su voluntad me fueran entregados por su familia, como también a Angélica, Margarita, Carlos Suárez y Mauricio Sarmiento por sus testimonios.
Un especial reconocimiento a todos los miembros de Apoyémonos, en especial a los psicólogos Carlos Ernesto Rojas Manosalva, César Rodríguez Malaver y Ana Paola Fonseca Ávila, al trabajador social Rommel Rojas Rubio, a la antropóloga María Yaneth Pinilla Alfonso y al publicista Ricardo Molano Acevedo, quienes de manera directa participaron en la construcción de esta ‘Alternativa vital’; a los médicos Ricardo Rojas Higuera (Secretaría Distrital de Salud), Luis Angel Moreno Díaz, Carlos Hernández, Ricardo Luque y a la psicóloga Gloria Puerta (funcionarios del Ministerio de Salud) por su lectura crítica, comentarios, como también por su apoyo, comprensión y corrección del texto.
Manuel Antonio Velandia Mora
Sociológo, filósofo, sexólogo, especialista en gerencia de proyectos educativos, magister en educación
Con rostro de mujer
“Yo no sabía ni siquiera porqué estaba allá, solamente fui porque la enfermera me dijo que fuera. Yo estaba tranquila… hasta cuando la señora que me atendió me miró con esa mirada. Yo no imaginaba que tuviera nada… pero cuando le dije
que me mandaron para la prueba, en ese momento, por su expresión, yo supe que tenía algo malo. Después, dijo muchas cosas, me preguntó si yo tenía relaciones peligrosas. Yo no entendía nada.
Vivir en Bogotá y en mi barrio es peligroso pero… no sabía porqué me enviaron.
Yo no le contesté nada, aun cuando me dio mucha ira, pero ella insistía y ahí fue cuando me interrogó sobre si yo estaba con muchos hombres.
Yo sentí que la cara me hervía -no sé sí de la piedra o de la pena-, callé un rato, finalmente le dije: claro que no. Yo sólo conozco íntimamente a mi esposo. Ella pareció no creerme… después siguió hablando, pero yo, la verdad,
no la escuchaba, es que a una no la pueden tratar como si fuera una mujer cualquiera.
Después no recuerdo nada, me sacaron sangre y me insistieron en que volviera al mes por el resultado.
Si no es porque me llaman a la casa yo nunca me hubiera enterado que tenía sida.
Bueno, realmente sólo tengo el virus y la diferencia es mucha;
pero ya me dañaron la vida y hacerme a la idea de que
...