Manejar La Ira

2. MANEJAR LA IRA.

IRA AGRESIÓN:

La hostilidad excesiva que llega a descontrolarse es una cuestión completamente diferente, ya estemos hablando de niños o adultos. Los niños se sienten llenos de emociones hostiles y airadas hacia las personas más importantes de su vida.

Hay veces en la que los niños no pueden controlar su agresividad y muerden, dan patadas y agreden a otros niños. Con el paso del tiempo y gracia a la ayuda de las personas que lo rodean, acaban encontrando la manera de expresar sus emociones a través del juego y más tarde llegan a poder hablar sobre ellas, también pueden utilizar su imaginación para comunicar esos esas emociones.

La Ira es el sentimiento que emerge cuando la persona se ve sometida a situaciones que le producen frustración o que les resultan aversivas (son sus desencadenantes). Es un componente emocional. Conlleva una experiencia subjetiva como son los pensamientos y sentimientos, una activación fisiológica y neuroquímica y un determinado modo de expresión o afrontamiento. Presenta factores moduladores que son la personalidad y el contexto sociocultural en el que se halla la persona. Es muy importante el proceso cognitivo del individuo, o sea su evaluación afectiva y la valoración de la situación. Sus funciones son: desarrollo rápido de conductas de defensa-ataque ante situaciones desagradables o frustrantes y vigorización de la conducta y elevación del nivel de activación.

AGRESIÓN EXCESIVA

Algunas veces los niños son algunas veces agresivos y atacan a sus padres, rompen juguetes y agreden a otros niños, en situaciones como esta es probable que los padres busquen ayuda profesional en un servicio de asesoramiento familiar y especializado en niños pequeños. Ha relaciones complicadas que llevan al niño a volverse extremadamente independiente y a desarrollar sus capacidades físicas para poder desenvolverse sin ayuda.

La agresión es un ataque no provocado producto de la práctica o del hábito de ser agresivo. Es una conducta hostil o destructiva cuya finalidad es provocar un daño a otro.

RABIETAS

Las rabietas o "berrinches" son comportamientos naturales durante el desarrollo de la primera infancia. Los niños tienen una tendencia normal y natural a afirmar su independencia a medida que aprenden que son seres aparte de sus padres.

Este deseo de control a menudo se manifiesta diciendo "no" frecuentemente y teniendo rabietas. Éstas empeoran por el hecho de que el niño puede no tener el vocabulario para expresar sus sentimientos.

Las rabietas generalmente comienzan alrededor de la edad de 12 a 18 meses, empeoran entre los 2 y 3 años, luego disminuyen rápidamente hasta la edad de 4 años, después de lo cual casi no se deben volver a presentar. El hecho de estar cansado, hambriento o enfermo puede hacer que las rabietas empeoren o se vuelvan más frecuentes.

DECIR <<NO>>

• Se sienten culpables y malvados por privar a sus hijos de algo y a veces se preocupan por si la frustración puede ser perjudicial para el niño, aunque sepan que, en realidad, la negativa era necesaria y estaba plenamente justificada.

• Los niños se dan cuenta inmediatamente de la más mínima indecisión o de cuando los padres no están de acuerdo el uno con el otro.

• Los padres no perjudican a su hijo cuando le dicen que no o le marcan limites, sino que el niño se sienta a salvo y tranquilo.

• Los padres se sienten sorprendidos y agradecidos cuando el niño se calma e incluso parece aliviarse en el momento en que le hacen parar.

• La postura de los padres es clara, pero en la vida diaria se encuentran con muchas áreas ambiguas en las que deben ser capaces de valorar en que batallas merece la pena embarcarse y cuando se puede ser un poco más flexible

• Es importante mostrarse coherente con para

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