Manifestación Del Inconsciente

El siguiente ensayo estará basado al texto escrito por Freud, Una neurosis infantil (Caso del “hombre de los lobos”) el cual se relaciona de manera directa con aquellas manifestaciones del inconsciente.

Se expone el caso de un hombre el cual su infancia estuvo basada por una serie de trastornos, los cuales le generarían gravemente una perturbación neurótica. La cual se inicio a poco de haber cumplido los cuatro años de edad en base a un sueño, “el sueño de los lobos sobre un árbol”. Generándole síntomas de angustia, fobias y miedos a nuevas pesadillas. Éste relacionó aquel sueño con su miedo en la infancia a una estampa de un lobo parado en dos patas con las garras extendidas de un libro de cuentos.

Freud a través del sueño interpretó ciertos recuerdos con situaciones que habían sido reprimidas en la infancia de éste hombre. Siendo así el lobo la representación de la imagen autoritaria del padre, donde a partir del sueño se exterioriza el miedo a este. También lo es el significado de la figura del árbol, representando un recuerdo de la época relacionándola con navidad, mismo día en que este está de cumpleaños sintiendo insatisfacción por el hecho de no haber recibido dobles regalos como él esperaba. Pero otra relación también muy importante es aquella escena primordial de sus padres donde este tenía alrededor de un año y medio, durante el acto sexual en la cual su padre estaba erguido y la madre en posición animal, asociándola a aquella estampa del lobo que le atormentaba. Y así entre otros sucesos que lo llevaron a la conformación de neurosis obsesiva.

“Una vez que el neurótico entraña la perniciosa particularidad de apartar su interés del presente y adherirlo a tales sustituciones regresivas, producto de su fantasía. No podemos hacer más que seguirle su camino y llevar a su conciencia dichos productos inconscientes; pues, aunque carezcan de todo valor de realidad, son para nosotros muy valiosos como substratos actuales del interés del enfermo, interés que queremos apartar de ellos para orientarlo hacia las tareas del presente “ (Freud, S. 1997, pp.1996)

Freud hace mención que los infantes a diferencia de los adultos les es imposible separar lo consciente de lo inconsciente, entonces cómo podemos hacer distinción de lo real o ficticio, cómo saber si la descripción de la escena primordial de los padres por ejemplo, no es una fantasía.

El paciente comunica multitud de recuerdos espontáneos de sus años infantiles, de cuya aparición - o, mejor quizá, de cuya primera aparición- el médico no se siente en modo alguno responsable, ya que nunca ha orientado al enfermo con ninguna tentativa de reconstrucción hacia tales contenidos. Estos recuerdos, antes inconscientes, no tienen siquiera que ser verdaderos; pueden serlo, pero muchas veces han de ser deformados contra la verdad y entretejidos con elementos fantaseados, como sucede con los

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