ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Marco teórico conceptual. El presente proyecto se dimensiona en 4 fases de las cuales subyacen 14 temas relacionados con la sexualidad humana

camsdSíntesis6 de Noviembre de 2015

3.326 Palabras (14 Páginas)426 Visitas

Página 1 de 14

Marco teórico conceptual

El presente proyecto se dimensiona en 4 fases de las cuales subyacen 14 temas relacionados con la sexualidad humana. A partir de ello, se establecen las siguientes fases: adolescencia, autocuidado, afectividad y factores asociados a las conductas sexuales. La primera fase “adolescencia”, abarca temas como, órganos sexuales, autoestima, identidad de género y roles sexuales. La segunda categoría “autocuidado”, incluye temas como métodos anticonceptivos, infecciones de transmisión sexual, ciclo menstrual y autonomía sexual. La tercera fase “afectividad”, engloba los temas de patrones de elección de pareja, virginidad y promiscuidad. La cuarta y última fase “factores de riesgo asociados a las conductas sexuales”, se encarga de las consecuencias del embarazo adolescente, el aborto y la violencia sexual.

En primer lugar, para tener claridad en el tema principal del presente proyecto, se hará una breve descripción de la sexualidad. A partir de lo anterior, la sexualidad es entendida como:

“Un aspecto de la vida de todos los seres humanos y está relacionada con la capacidad de sentir placer, nace con nosotros y se muere con nosotros e involucra aspectos físicos, sentimentales y emocionales. Esto quiere decir, que la sexualidad está relacionada con nuestra forma de ser, de pensar, de sentir, de actuar y de relacionarnos con otras personas y con nosotros(as) mismos(as)” (Profamilia, 2013).

Inicialmente se resalta la importancia de trabajar en conjunto los conceptos que prevalecen en la sexualidad humana, ya que en lo evidenciado en los resultados del diagnóstico situacional, las adolescentes presentan bajo conocimiento sobre la sexualidad y poca medidas de protección frente al mismo. Por consiguiente, se refleja la necesidad de abordar los temas mencionados anteriormente pues, si bien, la adolescencia es la búsqueda de identidad y formación sexual, por lo tanto, es relevante mostrar a las adolescentes el concepto de sexualidad de una manera clara y completa, creando así modelos de protección que les permita formar su vida sexual adecuadamente. En consecuencia, se desglosarán los temas a tratar en el presente proyecto, para así comprender la construcción y cohesión de cada fase.

En cuanto a la definición de la primera fase “adolescencia”, se encuentra según la Secretaría de Salud (2002), es una etapa de la vida que inicia a los 10/11 años de edad y finaliza a los 19 años. Se inicia con la pubertad, la cual se caracteriza por cambios biológicos y corporales, tales como el desarrollo de los órganos sexuales secundarios y la adquisición de la capacidad reproductiva. En esta etapa se resaltan con mayor influencia los cambios emocionales, algunos de estos como: la búsqueda de identidad, la separación de los padres-hijos, el duelo por la infancia y el fortalecimiento del yo. A su vez, se concibe como un periodo de preparación y proyección para las responsabilidades de la vida adulta.

A partir de lo anterior, en la adolescencia se presentan cambios físicos que según Profamilia (2013), son diferentes en el hombre y en la mujer y funcionan de manera distinta, estos son los órganos sexuales, están compuestos por partes internas y externas, cada una con una función específica. En el hombre, los órganos externos son el pene y el escroto, los órganos internos son los testículos, la próstata y la uretra. En la mujer, los órganos externos son los labios mayores y menores, la (vulva) y el clítoris; los órganos internos son la vagina, el himen, el útero, las trompas y los ovarios. Se evidencia que otra característica sexual de la mujer, son los senos.

Si bien, en la adolescencia se evidencian cambios físicos, los cambios emocionales también se manifiestan allí. A ello se hace referencia en la autoestima, pues Crocker y Wolfe, 2001 como se citó en Caño y Rodríguez, 2012) afirman que:

“La autoestima rasgo (o nivel típico de autoestima) depende principalmente de las contingencias de autovalía que experimenta el individuo y de su tendencia a construir circunstancias que satisfagan dichas contingencias. La autoestima estado (o experiencia momentánea de autoestima) va a fluctuar en torno a dicho nivel típico de autoestima en respuesta a los éxitos y fracasos que experimenta el individuo en las circunstancias vitales relevantes”. (P. 390).

Como se mencionó anteriormente, la construcción de la identidad se presenta en la adolescencia, por ello es importante comprender y abordar este tema para el buen manejo de la sexualidad. A partir de lo manifestado, la identidad de género se comprende como la autoclasificación masculina o femenina sobre lo que culturalmente se entiende por hombre o por mujer. Adicionalmente, se establece que es un conjunto de sentimientos y pensamientos que una persona representa como miembro de una categoría de género (García, 2005).

Finalizando la primera fase se encuentra el tema de roles sexuales los cuales se entienden como los patrones de conductas establecidas por una sociedad tanto para el hombre como para la mujer. Se comprende también como las creencias y las actitudes individuales que son plasmadas por la cultura para diferenciar comportamientos sexuales y físicos, actitudes, habilidades y emociones con base en el género (Catarina, 2006).

Haciendo cohesión con la primera fase, se encuentra la fase de “autocuidado” pues es allí donde se les mostrará a las adolescentes la importancia de emplear métodos de protección que les permita mantener calidad de vida y vivir su sexualidad satisfactoriamente. En consecuencia a esto, se encontró que el autocuidado se presenta en los hábitos de aseo, protección de infecciones de transmisión sexual, exámenes o revisiones médicas (citología vaginal), examen de próstata, entre otros. A su vez, se relaciona con los métodos de manera conjunta, ya que como se mencionó anteriormente el autocuidado hace parte de la protección y prevención de cualquier infección. Teniendo en cuenta lo anterior, el autocuidado se evidencia en la manera en cómo se protege cada persona ante una situación de peligro, proporcionando a su vez la prevención del mismo (Profamilia, 2013).

Uno de los elementos más relevantes para llevar una vida sexual sana, es el uso de los métodos anticonceptivos ya que son en su mayoría de veces, implementos físicos médicos, que protegen a la persona de cualquier enfermedad o infección de transmisión sexual. Por tanto, se plasmará la importancia de emplearlos en sus relaciones sexuales (Profamilia, 2013).

Sumado a lo anterior, se encuentra que por el poco o nulo uso de los métodos anticonceptivos, pueden llegar a presentarse infecciones de transmisión sexual, estas son enfermedades transmitidas entre otras formas, por medio de las relaciones sexuales (anales, vaginales u orales) y pueden ser causadas por bacterias, virus, hongos, parásitos y protozoos, por ello se enfatizará en el uso de anticonceptivos para una vida sexual plena (Eymin & Fich, 2003)

Otra de las categorías de la segunda fase es el ciclo menstrual, que a su vez es de gran importancia ya que según Berta (2004), comprende los eventos físicos que por acción de las hormonas sexuales, ocurren regular y constantemente en las mujeres, está asociado a la maduración del ovulo, su salida del ovario y la preparación del útero para recibir o desechar al óvulo. Es importante que las adolescentes comprendan estos cambios, ya que dicho ciclo presenta un periodo de fertilidad, es decir, la capacidad de lograr una gestación que lleve al nacimiento de un hijo, lo cual sucede con mayor facilidad en este periodo y es producido por mantener relaciones sexuales sin métodos de planificación.

Uno de los temas de los cuales se resaltará será “la autonomía sexual”, pues de allí parte el autocuidado de cada adolescente, se debe fortalecer la toma de decisiones para así prevenir conductas sexuales de riesgo que se manifiestan en el contexto en el cual se desenvuelven. La autonomía sexual implica identificar, conocer y dar sentido a las propias necesidades sexuales, buscando formas de satisfacción que reflejen las propias decisiones reproductivas, proporcionando equidad y asertividad frente al otro (Amorín, Benedet, Carril, Celiberti, Güida, Ramos, Parra, 2005).

Teniendo en cuenta la segunda fase, un factor importante en la sexualidad es la “afectividad”, ya que se concibe como una dimensión del desarrollo humano que comprende un conjunto de emociones, sentimientos y estados de ánimo que influyen en la manera de relacionarse individual y socialmente. A su vez, se constata que un desarrollo afectivo sano conduce directamente a la formación de una sexualidad sana y responsable (Ministerio de educación, 2013).

Haciendo referencia a lo anterior, para desarrollar afectividad se deben tener en cuenta los  patrones de elección de pareja, dado que se encuentran implicados en la formación de los tipos de vínculos sean sexuales, económicos, emocionales, de poder, culturales o de unión. En cada uno de ellos se establecen expectativas propias y el perfil deseable para la selección del vínculo relacional la cual implica afinidad en proyectos de vida conjuntos a futuro (Guerra, 2005).

Sumado a lo anterior, se tendrán en cuenta dos conceptos clave en la sexualidad, estos son: la virginidad y la promiscuidad. Según Díaz y Reyes (2012), la virginidad es entendida como la persona que no ha tenido experiencias sexuales. Se señala entonces que para analizar la virginidad es importante contemplar tres aspectos importantes: el erotismo, la sexualidad y la religión, factores necesarios para brindar un panorama referencial de lo que sucede con ésta como un constructo sociocultural. Por el contrario, la promiscuidad se comprende cuando un sujeto tiene más de dos parejas sexuales en menos de seis meses. (OMS, 2013).

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (22 Kb) pdf (160 Kb) docx (20 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com