Margaret Mahler "Nacimiento psicológico del infante humano" capitulo 7

Mahler, cap7

La tarea principal de la cuarta subfase es doble: el logro de una individualidad definida y el legro de un cierto grado de constancia objetal.

En lo que representa al sí mismo, hay una estructuralizacion de gran alcance del yo, y se producen signos definidos de internalización de exigencias parentales, que indican la formación de precursores del superyó.

El establecimiento de la constancia objetal afectiva depende de la gradual internalización de una imagen constante positivamente catexiada de la madre. Esto, para comenzar, permite que el niño funcione separadamente pese a grados moderados de tensión. La constancia objetal emocional se basará por supuesto en el logro cognitivo del objeto permanente, pero también participan de esta evolución todos los otros aspectos del desarrollo de la personalidad del niño.

Pero la conciencia objetal emocional implica algo más que el mantenimiento de la representación del objeto de amor ausente. Implica también la unificación del objeto “bueno” y “malo” en una representación total.

El lento establecimiento de la constancia del objeto emocional es un proceso complejo y multideterminado, que incluye todos los aspectos del desarrollo psíquico. Los determinantes previos esenciales son: la fe y la confianza a raíz de que ya en la fase simbiótica ha ocurrido un alivio regular de la tensión provocada por las necesidades. En el curso de las subfases del proceso de separación – individuación este alivio de la tensión provocada por las necesidades se va atribuyendo gradualmente al objeto total que las satisface (la madre) y se transfiere luego, por la internalización, a la representación intra psíquica de la madre.

Y la adquisición cognitiva de la representación interna simbólica del objeto permanente, en nuestro caso, del objeto único de amor: la madre.

Después de bien avanzada la constancia objetal, la madre puede ser sustituida durante su ausencia física por la presencia de una imagen interna confiable que se mantiene estable. Sobre la base de este logro, puede prolongarse y tolerarse mejor la separación temporaria. El establecimiento de la permanencia del objeto y de una “imagen mental”.

Hay por lo menos dos diferencias fundamentales entre el objeto libidinal y los objetos estudiados por Piaget: 1- el niño está en continuo contacto con el objeto libidinal, es decir, con la madre. 2-  estos contactos ocurren a menudo en condiciones de gran estimulación.

Hemos establecido que a medida que esta subfase avanza, el niño se va volviendo en general cada vez más capaz de aceptar la separación de la madre. Consideremos esto como signo del logro incipiente de la constancia objetal emocional. Ejemplo (pag 128)

El logro de la individualidad:

Como el niño aprende a expresarse verbalmente durante este periodo , podemos rastrear algunas de las vicisitudes del proceso de separación de la madre y los conflictos que lo rodean. La comunicación verbal se desarrolla durante ésta y en la cuarta subfase de la separación – individuacion, y reemplaza lentamente a los otros modos de comunicación. El juego se vuelve más planificado y constructivo. Hay un comienzo de juego de fantasía, desempeño de roles y juego como-si. Las observaciones acerca del mundo se vuelven detalladas y estan incluidas en el juego, hay un creciente interés en los compañeros de juego y en los adultos que no son la madre. Comienza a desarrollarse un sentimiento del tiempo y una capacidad de  tolerar la demora en la gratificación y de soportar la separación. También es caracteristica de esta subfase la recurrencia de un negativismo leve o moderado.

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