Matoneo Escolar Abordaje Metodológico

Matoneo Escolar Abordaje Metodológico

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González Dayanna

Hincapié Ángela

Triviño Lina

Víctor Rivera

Psicología Humanista Existencial

        UMB, Cajica        

Psicología V

Mayo 08 de 2013

Tabla de Contenidos

1. Introducción
2. Justificación
3. Objetivos
4. Conceptualización

1. Definición Bullying
2. Características del Bullying
3. Tipos de Bullying
4. Principales roles
5. Factores
6. Consecuencias
7. Investigaciones
8. Posibles soluciones

1. Análisis
2. Conclusiones & Alternativas
3. Bibliografía
4. Anexos

Introducción

Para algunos niños y niñas, la asistencia al colegio se ha convertido en un “martirio”, y una de las causas de esto es que son víctimas de maltrato físico o psicológico por parte de uno o varios de sus compañeros. Las consecuencias que trae la experiencia repetida de actos agresivos en la edad escolar han sido estudiadas alrededor del mundo. Rives, Poteat, Noret y Ashurst (2009), afirman que el consumo de sustancias está altamente correlacionado tanto con el agresor como con la víctima del bullying y con la salud mental de ambos e incluso de los testigos y observadores aunque no estén involucrados directamente en el conflicto. Y con base en un estudio realizado por estos autores, se encontró una significativa asociación entre las víctimas y comportamientos obsesivos compulsivos, sensibilidad interpersonal, depresión,  ansiedad y paranoia. Otros estudios, han comprobado que las víctimas de bullying no cuentan con el apoyo y simpatía de sus pares y tienen pobres relaciones sociales, generalmente están solos en la escuela y son caracterizados por su timidez, (Schäfer, M. 2005, Brubarcher, M y cols. 2009) además, perciben bajo soporte familiar (Perren, Hornung, 2005)

se han observado diferencias significativas en algunas dimensiones de la personalidad entre los (las) jóvenes víctimas de bullying y los (las) jóvenes agresores. Cerezo (2001), en un estudio sobre las variables de personalidad asociadas a esta dinámica, se encontró que, en cuanto a los agresores, fuera del aspecto físico -casi siempre más fuerte-, se observa una tendencia a autopercibirse como líderes y sinceros, y presentaron alta autoestima y una asertividad considerable. Además, se observó un alto nivel de psicotismo. Las víctimas de acoso -generalmente de apariencia débil-, presentan timidez y retraimiento. Se autoperciben como poco sinceros (tendencia al disimulo). Tienen una alta tendencia al neurotismo y altos niveles de ansiedad e introversión. Con lo anterior, parece que presentan valores opuestos en cuanto a personalidad y socialización, sin embargo queda la pregunta de si esta diferencia se refleja también en la dinámica familiar de ambos grupos (víctimas y victimarios). También, si estas diferencias de personalidad y socialización anteceden a los hechos de acoso o en parte son producto de tal experiencia.

Cabe anotar que como grupos actores del conflicto, no solo están los bullies y los jóvenes victimizados, también se encuentra el grupo de los observadores o testigos de estas agresiones.  Estos jóvenes son influenciados e inciden en mayor o menor grado en tales conductas; sin embargo, en un estudio encaminado a buscar luces para prevenir la violencia entre niños y jóvenes en Colombia, Chaux (2002)  pone de manifiesto que los observadores no se involucran emocionalmente en los conflictos como sí lo hacen los actores directos, lo cual sugiere que para ellos puede ser más fácil aplicar habilidades encaminadas a solucionar conflictos entre compañeros, lo cual es positivo por cuanto el aprendizaje y práctica de estas habilidades pueden marcar una diferencia en la prevención y solución de estas agresiones (Chaux, 2002).

Además de estos roles, Del Rey y Ortega (2008), destacan el elevado número de estudiantes en Nicaragua implicados desde el rol de agresor-victimizado en comparación con los países desarrollados. Una dinámica de agresión completa en la cual el joven es víctima y también agresor, pasando de un escenario al otro en la dinámica bullying.

Las investigaciones realizadas sobre bullying muestran ciertos datos que podrían ser generales lo cual es importante de tener en cuenta. Por un lado se evidencian los datos diferenciales según el sexo de los estudiantes involucrados en la dinámica de acoso; se ha podido mostrar  que son los niños y no las niñas, los más involucrados (Olweus 1998, Chaux, 2002). Chaux (2002), revela una marcada diferencia entre los niños y las niñas en cuanto a agresión física: de los niños y niñas estudiados, el 50% de los niños manifestaron conductas físicas agresivas frente a un 22% en las niñas. Sin embargo, en Nicaragua esa diferencia no es tan evidente (Del Rey y Ortega, 2008); probablemente en Colombia los estudios más relevantes se han centrado en expresiones físicas de bullying, no tanto en aquellas verbales y de aislamiento social, en suma, prácticas de intimidación más sutiles y menos fáciles de detectar, las cuales son más usadas por las niñas (Del Rey y Ortega, 2008; Moreno, Vacas y Roa, 2006). Lo anterior podría llevar a pensar en la necesidad de agudizar los instrumentos de medición y evaluación, para esclarecer esta correlación en países en vía de desarrollo.

Además, se ha observado que en cuanto a la edad, los niños escolarizados más pequeños y aquellos que están en último grado presentan menos comportamientos bullying que los de grados intermedios (Schäfer, 2005). Y por último, es importante destacar que en cuanto a las características socioculturales, se evidencia que en los países en vía de desarrollo hay más prevalencia de Bullying.

Los problemas de bullying en los colegios de chía cada vez son más evidentes a la luz de personas externas por lo cual los niños están siendo afectados nos dedicaremos al colegio San Diego de Chía, nuestra investigación tiene como fin encontrar las causas que están afectando a los niños y las consecuencias de este en los niños menores de 15 años y unas posibles soluciones que van de la mano con ayuda psicológica, para que para que así no lleguen a ser unos adultos maltratadores o dependientes del maltrato.

Justificación

En la actualidad, la problemática de acoso escolar ha cobrado importancia también en Latinoamérica. Una investigación realizada por Del Rey y Ortega (2008) en Nicaragua, muestra que la prevalencia de bullying es extremadamente superior al de los países desarrollados, siendo el índice general de implicación en bullying del 35%. Esta cifra supera en gran medida los estudios realizados en países desarrollados que perciben una prevalencia de aproximadamente 22% de niños(as) agresores y agredidos. En la misma dirección, en Colombia, Chaux (2002) expone resultados reveladores acerca de la incidencia de violencia física entre estudiantes de Bogotá en condiciones socio-económicas difíciles. En promedio aproximadamente uno de cada tres estudiantes tienen una pelea física cada semana, frecuencia que es mucho más alta que aquella encontrada en otros estudios similares realizados con niños(as) y adolescentes de clase media de los Estados Unidos (Chaux, 2002).  

Es el matoneo escolar un problema social en chía que afecta a las niños menores de 15 años porque no les permite desarrollarse ampliamente en sus esferas sociales, ni cognitivas, y esto genera en los niños una personalidad dependiente o en su adolescencia ser maltratadores sociales así como buscar otros medio de evasión como lo son fumar, tomar, y hasta consumir, solo para buscar el reconocimiento social de los otros.

En términos generales, el niño agresivo puede mostrarse menos reflexivo y empático. Este fenómeno que como se ha dicho incide en el niño y el adulto que se va a desarrollar, naturalmente tiene incidencia en la perpetuación de conductas e imaginarios socioculturales que se mueven en el escenario de la  problemática de violencia en nuestro país. El niño que agrede, el niño que es agredido y el niño que observa la agresión están aprendiendo pautas de conductas disfuncionales que van a ser repetidas probablemente si el medio, en nuestro caso, la familia, no modula adecuadamente esta manifestación del comportamiento.

Objetivos

Determinar las causas que afectan a los niños víctimas del matoneo escolar menores de 15 años en el Colegio nacional diversificado de chía (CONALDI)

Objetivos específicos

1. Identificar qué características tiene los niños que se encuentran en la posición de víctima
2. Identificar las características del victimario
3. Identificar las características del observador
4. Cuáles son los medios que favorecen el bullying.

Conceptualización

Definición Bullying

El llamado bullying en inglés, se refiere a las actitudes tiránicas e intimidatorias de uno o más alumnos contra un estudiante. También es definido como un comportamiento en el cual, de manera constante y deliberada se hace que otra persona se sienta mal, incomoda, este puede ser físico o psicológico

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