Matoneo escolar
oscares35Trabajo31 de Julio de 2014
3.167 Palabras (13 Páginas)298 Visitas
1. INTRODUCCIÓN
El término matoneo escolar, llamado en ingles bullying, se refiere a las actitudes tiránicas e intimidatorias de uno o más alumnos contra un estudiante.
También se define como un comportamiento en el cual, de manera constante y deliberada se hace que otra persona se sienta mal, incomoda asustada o amenazada, es de carácter constante, haciendo que aquellos alumnos se sientan intimidados e impotentes, sin poder llegar a defenderse
Existen diversas manifestaciones de matoneo en los colegios, está la de exigir dinero a cambio de no golpear al compañero, o dar a conocer algo que le puede causar problemas; otra forma es la del maltrato físico, con golpes, patadas, empujones; una manifestación más del matoneo es la burla, las amenazas, el colocar apodos crueles e insultantes, hacer bromas de mal gusto, atacar en grupo a alguien, retándose en pandillas y esperándose en las afueras, enviando mensajes de texto por internet, llamadas insultantes, chistes de mal gusto sobre la religión, el color o algún defecto físico.
2. OBJETIVO
2.1 OBJETIVO GENERAL
Explicar en qué consiste el manoteo a partir de experiencias y opiniones de personas que fueron afectadas por dicho problema
2.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS
1. Conocer que aspectos de la vida cotidiana y escolar incitan al Bullying en los colegios y en el municipio.
2. Desarrollar habilidades sociales en los estudiantes, para prever, evitar y solucionar de manera asertiva los conflictos cuando se presenten.
3. Determinar cómo las acciones de los docentes contribuyen a la disminución del fenómeno como el Bullying en los colegios.
4. Identificar como aparece el manoteo y ¿porque?
MATONEO O BULLYNG
Es un término que proviene del vocablo holandés que significa acoso. Dan Olweus fue la primera persona que empleo en sus investigaciones sobre acoso escolar el término “Bullying” El acoso escolar es un tipo de violencia que incluye diversas conductas de maltrato verbal, físico, social, electrónico o psicológico; que se repiten con alta frecuencia en las relaciones que mantienen algunos niños y jóvenes a lo largo de un tiempo determinado y que tienen la intención de lastimar a alguien. El matoneo no siempre se trata de golpes o insultos. Toma diferentes formas de acuerdo con la cultura escolar. En unos grupos sociales envuelve agresión física, en otros no se da así, pero sí verbal y no verbalmente a través de la exclusión, el matoneo constituye un abuso por el desequilibrio del poder, ya que el “bullie” o acosador agrede casi siempre al más débil ya sea a nivel físico, intelectual o social, ejerciendo así un nivel de superioridad que en él proporciona cierta satisfacción que lo impulsa una y otra vez a cometer dicha conducta.
Por otro lado, la víctima es decir, el estudiante que sufre el “Bullying”, piensa que lo que le sucede es normal, no le manifiesta a nadie lo que le está ocurriendo y puede llegar a tal punto de terminar creyendo lo que le dicen, sintiéndose inferior , indefenso y aislado lo que consecuentemente desencadena en él una baja autoestima.
La persona intimidada
• Llega a la casa con sus pertenencias dañadas o rotas
• No pasa tiempo con sus compañeros fuera del Colegio
• No quiere hacer fiestas por temor a que nadie asista
• Es tímido o retraído
• Reacciona llorando o alejándose, generalmente, frente a situaciones de conflicto
• Es hiperactivo e inquieto
El que intimida:
• Le gusta hacer bromas pesadas, poner apodos o humillar a otros
• Suele insultar o agredir físicamente a otros niños.
• Es más fuerte y grande que el resto de sus compañeros, posiblemente, si es hombre.
• Si trata mal a otros, no se siente mal después.
• Maltrata con frecuencia a los animales.
Manejo del “matoneo”
El “matoneo”, acoso o victimización se refiere a aquellas relaciones en las cuales una o varias personas (los matones o acosadores) tratan mal a otras personas usualmente más débiles (las victimas) durante un tiempo prolongado. Los estudiantes se refieren usualmente a esta situación como a que una o varias personas “se la tienen montada” a otra. Esta situación es común en todos los países del mundo y en todos los estratos socio-económicos en los que se ha investigado, aunque la prevalencia, la gravedad y la manera particular como ocurre varía de un contexto a otro.
Debido a la frecuencia de este fenómeno, algunas personas pueden considerar que el “matoneo” es algo normal en la vida de los estudiantes y que no requiere mayor preocupación. Sin embargo, el “matoneo” tiene efectos negativos en el largo plazo tanto para los que lo ejercen como para las víctimas. Diversos estudios han encontrado que los matones tienen un riesgo mayor de vincularse a actividades criminales probablemente debido a que con el “matoneo” aprenden que la violencia puede ser un instrumento útil para conseguir sus objetivos. Las víctimas del “matoneo”, por su parte, tienen un riesgo mayor de sufrir de depresión y de otros problemas relacionados con la auto-estima más tarde en la vida. De hecho, el “matoneo” puede convertirse en una verdadera pesadilla para sus víctimas e inclusive puede llevar a que planeen venganzas violentas contra sus victimarios. Por estas razones es fundamental para el desarrollo de los estudiantes y para la convivencia en general que el “matoneo” pueda controlarse.
El “matoneo” puede estar presente en las dinámicas de aula de todas las áreas académicas. El “matoneo” puede darse inclusive alrededor de asuntos académicos, como por ejemplo cuando algunos estudiantes se burlan repetidamente de otro Por su menor rendimiento académico. Así mismo, en las clases de todas las áreas académicas hay medidas que se pueden tomar para prevenirlo o controlarlo. En primer lugar es importante que los docentes puedan identificarlo porque aunque a veces el “matoneo” es claramente visible, otras veces es encubierto. Para esto es fundamental identificar si la víctima se siente repetidamente maltratada. En segundo lugar, los docentes de todos los cursos pueden estar preparados para frenar actos de “matoneo” cuando los detecten, por ejemplo llamando la atención de las personas involucradas o llevando a cabo asambleas de clase. Adicionalmente, los docentes deben ser muy concientes de cuando puedan estar contribuyendo al “matoneo” por medio de comentarios descalificadores que puedan herir la identidad de los estudiantes que los reciben, a pesar de que esa no era la intención que se tenía.
Finalmente, los docentes pueden contribuir a que sean los mismos estudiantes quienes lo puedan frenar. De hecho, los estudiantes no involucrados directamente en el “matoneo”, ni como matones, ni como víctimas, son los que están en la mejor posición para identificarlo, frenarlo y sobre todo deslegitimarlo. Siendo concientes de su potencial para influir en estas dinámicas, los docentes pueden contribuir a que los estudiantes desarrollen empatía por las víctimas, dejen de valorar y legitimar a los acosadores y pongan en práctica estrategias asertivas para frenar el “matoneo”. De esta manera estarían contribuyendo a construir ambientes más pacíficos en el aula.
Manejo constructivo de los conflictos:
En toda dinámica social, incluyendo por supuesto las clases en todas las áreas académicas, se presentan conflictos. Estos conflictos se pueden manejar de maneras constructivas o destructivas. Un ambiente que favorezca la convivencia pacífica debe permitir la existencia de los conflictos, pero debe promover un manejo constructivo de ellos. Esto se logra si ante los conflictos se generan espacios para discutir las diferencias, escucharse mutuamente, comprender las distintas perspectivas, practicar el manejo de emociones como la rabia, generar alternativas de solución, considerar las consecuencias de las distintas opciones y llegar a acuerdos de beneficio mutuo. En cualquier caso, es fundamental que los docentes estén preparados para identificar conflictos y fomentar maneras constructivas de manejarlos, sea a través de la negociación directa entre los involucrados o por medio de procesos de mediación liderados por estudiantes entrenados como medidores (ver sección de Medición Escolar). En espacios específicos como la clase de convivencia o la dirección de grupo los estudiantes pueden aprender maneras pacíficas para manejar sus conflictos. Sin embargo, este aprendizaje cobra sentido solamente si se utilizan las habilidades aprendidas en situaciones reales de conflicto. Los docentes de todas las áreas académicas pueden contribuir a darle sentido a este aprendizaje tomando los conflictos reales que surjan en sus clases, tanto los conflictos entre estudiantes como aquellos entre los estudiantes y los docentes mismos, como oportunidades para poner en práctica estas habilidades.
Aprendizaje cooperativo o en colaboración:
Algunas dinámicas de aprendizaje pueden contribuir a que los estudiantes compitan por reconocimiento, atención, notas y otro tipo de premio, inclusive pasando por encima de sus propios compañeros. En cambio, las actividades de aprendizaje cooperativo o en colaboración buscan que los estudiantes se comprometan con el aprendizaje propio y el de sus compañeros y con el bienestar
...