Metacognición

La nueva visión del cerebro

En los últimos 10 años se han realizado estudios sobre qué sistemas de neuronas intervienen en cada movimiento, estas investigaciones indican que las zonas del cerebro no están tan delimitadas, es decir, no cumplen una función independientemente de otras, sino que actúan simultáneamente. La racionalidad y la capacidad de conocimiento del ser humano, son resultado de la actividad de todo el cerebro.

Los científicos comprendieron que el lenguaje está ligado al funcionamiento de las neuronas de la corteza cerebral que controlan los músculos, en particular la respiración. El ser humano puede controlar las manos y los dedos, los músculos de la cara, lo que se debe a que existe una conexión directa entre la corteza motora y los músculos que controlan estas partes del cuerpo, además existen un grupo de neuronas motoras conocidas como núcleo ambiguo, que controla el movimiento de la laringe, y otro que controla los músculos costales que intervienen en la respiración.

Existe un tipo de neuronas frontales que contribuyen activamente a crear una respuesta veloz y simultánea a los estímulos recibidos del medio ambiente en cada momento y que proporcionan una representación interna de las acciones, tanto propias como ajenas, y son responsables de comportamientos como el reconocimiento y la imitación: Las neuronas espejo. Éstas, nos ayudan a entender las emociones de los demás. Lo anterior, explica lo que se conoce en teatro como catarsis: nuestros sentidos y percepciones se retroalimentan con los de los actores, haciendo que nos identifiquemos con la situación dramática que están representando. Este es el motivo que se les conozca como neuronas de la empatía, aunque esta no dependa al cien por ciento de ellas. La aversión al sufrimiento ajeno es innata en las personas. Para los investigadores, en nuestro cerebro existen zonas encargadas de elaborar juicios morales, las cuales dependen de la organización cerebral de las emociones. De la misma forma estamos predispuestos al sentimiento de equidad.

La relación entre el sentido moral y las emociones es muy significativa. Las emociones son nuestra manera de reaccionar al ambiente que nos permiten reaccionar a situaciones de supervivencia. Estas emociones son un instrumento fundamentales de la vida social humana, mientras que los sentimientos son la construcción racional, lingüísticamente o no, que hacemos de ellas para comunicarlas. En las decisiones morales existe un factor emocional que nos permite enfrentar las situaciones, por lo tanto, el comportamiento ético depende de la sensibilidad a las emociones.

Esta nueva perspectiva del cerebro humano, a través de las nuevas investigaciones, nos confirma que somos animales sociales y nuestro cerebro está predispuesto para relacionarnos de una forma muy compleja y por lo tanto transmitir a nuestros descendientes información diversa

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