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Miedo A La Libertad

aracely_trelez31 de Octubre de 2014

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PRIMER CAPÍTULO: LA LIBERTAD COMO PROBLEMA PSICOLÓGICO.

Se muestra un panorama general acerca de todos los problemas de la psicología social. Fromm nos dice que la naturaleza humana no es solamente el conjunto de impulsos que poseen los individuos de forma natural, ni tampoco la simple adaptación en diversas culturas, sino que es el resultado de la evolución humana. Por una parte, existen ciertos impulsos biológicos que el hombre posee de forma natural y, por otra parte, el individuo debe adaptar su personalidad a la sociedad en la que vive, con su respectiva cultura y sistema de vida.

Todo este análisis todo el tiempo se enfoca al tema central del libro. Se trata acerca de la paradoja de que mientras el hombre gana mas libertad, el miedo y las dudas para lograr relacionarse con los demás aumentan. Además el hombre teme atarse a unos vínculos que le den seguridad, porque al mismo tiempo, estos pueden destruir esa libertad y por lo tanto, individualidad que posee.

SEGUNDO CAPITULO: LA EMERGENCIA DEL INDIVIDUO Y LA AMBIGÜEDAD DE LA LIBERTAD.

Se analiza el proceso de evolución del hombre, desde que es un niño, hasta que alcanza la madurez y personalidad propia y definida. Al nacer, el niño se separa físicamente de la madre, pero no psicológicamente, ya que estará unido a ella durante toda su infancia. Por esto mismo, el niño carecerá de libertad mientras permanezca en esta unión maternal, pero a la vez, esto le dará seguridad y confianza. Estos vínculos son primarios. Así, poco a poco, el niño va separándose de sus lazos maternales y alcanza la individualidad, creciendo también su propia persona. Pero a la vez que el individuo va consiguiendo libertad, se produce un sentimiento de soledad y de indecisión frente a un mundo que parece estar lleno de peligros. Esta idea de la indignidad del individuo, de su incapacidad fundamental para confiar en sí mismo y su necesidad de someterse, constituye también el tema principal de la ideología hitleriana, que, por otra parte, no asigna a la libertad y a los principios morales aquella importancia que es esencial en el protestantismo. Esta similitud ideológica no es la única que hace del estudio de los siglos xv y xvi un punto de par tida particularmente fecundo para la comprensión de la escena contemporánea. También existe una similitud fundamental en la situación social. Trataré de mostrar cómo se debe a tal parecido la similitud ideológica y psicológica. Entonces como ahora había un vasto sector de la población que se hallaba amenazado en sus formas tradicionales de vida por obra de cambios revolucionarios en la organización económica y social; especialmente se veía amenazada la clase media tal como lo está hoy por el poder de los monopolios y por la fuerza superior del capital y tal amenaza ejercía un importante efecto sobre el espíritu y la ideología del sector amenazado, al agravar el sentimiento de soledad e insignificancia del individuo.

EL TERCER CAPÍTULO LA LIBERTAD EN LA ÉPOCA DE LA REFORMA

1. La sociedad medieval y el Renacimiento

A. El racionalismo la ha considerado sobre todo como un período de oscurantismo. Ha señalado la falta general de libertad personal, el despojo de la gran masa de población por parte de una pequeña minoría y el predominio de la superstición y la ignorancia, así como de una estrechez mental que hacía del campesino de los aledaños de la ciudad para no hablar de las personas originarias de otros países un extranjero sospechoso y peligroso a los ojos del habitante urbano.

B. Idealizada, sobre todo por los filósofos reaccionarios, y en ciertos casos también por algunos críticos progresistas del capitalismo. Se ha señalado el sentido de la solidaridad, la subordinación de las necesidades económicas a las humanas, el carácter directo y concreto de las relaciones entre los hombres, el principio supranacional de la Iglesia católica y el sentimiento de seguridad característico del hombre medieval. Ambas imágenes son correctas: lo que las hace erróneas es el considerar tan sólo una de ellas, cerrando los ojos ante la otra.

El Renacimiento fue la cultura de una clase rica y poderosa, colocada sobre la cresta de una ola levantada por la tormenta de nuevas fuerzas económicas. Las masas que no participaban del poder y la riqueza del

grupo gobernante perdieron la seguridad que les otorgaba su estado anterior y se volvieron un conjunto informe —objetos de lisonjas o de amenazas— pero siempre víctimas de las manipulaciones y la explotación de los detentadores del poder. Al lado del nuevo individualismo surgió un nuevo despotismo.

Asimismo, Fromm aduce que el Renacimiento representó el comienzo del individualismo moderno, y representó un grado de evolución alto del capitalismo industrial y comercial; era una sociedad en la que gobernaba un pequeño grupo de individuos ricos y poderosos que formaban la base social necesaria para filósofos y artistas que expresaban el espíritu de esta cultura

2. El período de la reforma

En este momento del desarrollo histórico surgieron el luteranismo y el calvinismo. Las nuevas religiones no pertenecían a una rica clase elevada sino la clase media urbana.

Lo que el análisis psicológico de las doctrinas puede mostrar son las motivaciones subjetivas que proporcionan a una persona la conciencia de ciertos problemas y le hacen buscar una respuesta en determinadas direcciones.

Si analizamos las doctrinas religiosas y políticas con relación a su significado psicológico, deberemos distinguir dos problemas. Podemos estudiar la estructura del carácter del individuo que crea una nueva doctrina, tratando de entender cuáles rasgos de su personalidad explican la orientación especial de su pensamiento. En este capítulo se habla sobre la clase de sociedad que había en la edad media ha sido idealizada, sobre todo por los filósofos reaccionarios, y en ciertos casos también por algunos críticos progresistas del capitalismo. Se ha señalado el sentido de la solidaridad, la subordinación de las necesidades económicas a las humanas, el carácter directo y concreto de las relaciones entre los hombres, el principio supranacional de la Iglesia católica y el sentimiento de seguridad característico del hombre medieval. Ambas imágenes son correctas: lo que las hace erróneas es el considerar tan sólo una de ellas, cerrando los ojos ante la otra.

CUARTO CAPÍTULO LOS DOS ASPECTOS DE LA LIBERTAD PARA EL HOMBRE MODERNO

En este capítulo quiere exponer de qué modo el desarrollo ulterior de la sociedad capitalista incidió sobre la personalidad en aquella misma dirección que se había podido observar durante el período de la Reforma.

Nuestro fin será, por el contrario, el de mostrar que la estructura de la sociedad moderna afecta simultáneamente al hombre de dos maneras: por un lado, lo hace más independiente y más crítico, otorgándole una mayor confianza en sí mismo, y por otro, más solo, aislado y atemorizado.

Estamos convencidos de que la libertad religiosa constituye una de las victorias definitivas del espíritu de libertad.

Este desarrollo había sido preparado por las enseñanzas de la Reforma. En la iglesia católica la relación del individuo con Dios se fundaba en la pertenencia a la Iglesia misma.

Desde el punto de vista psicológico este individualismo espiritual no es muy distinto del económico.

Dentro del sistema medieval, el capital era siervo del hombre; dentro del sistema moderno se ha vuelto su dueño. En el mundo medieval las actividades económicas constituían un medio para un fin, y el fin era la vida misma, o como lo entendía la Iglesia católica la salvación espiritual del hombre.

Estas ansias de poder (tanto económico como de cualquier otro tipo) están derivados de la avaricia que inculca la sociedad en el hombre, aunque este no se de cuenta y crea que lo hace por voluntad propia. Con el paso del tiempo el hombre se va haciendo más sumiso y conformista, lo que provoca su sumisión a dictadores fascistas (como se expone en los próximos capítulos) y la creación de la democracia actual.

QUINTO CAPÍTULO MECANISMOS DE EVASIÓN

Fromm refiere que las principales formas colectivas de evasión en nuestra época están representados por la sumisión de un líder, como ocurrió en los país fascistas, y el conformismo que prevalece en nuestra democracia; siendo las siguientes:

1.- El Autoritarismo. Es un mecanismo de evasión de la libertad que consiste en la tendencia a abandonar la independencia del yo individual, para fundirse con algo o alguien

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