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Neurobiologia y adaptación


Enviado por   •  4 de Mayo de 2020  •  Apuntes  •  10.655 Palabras (43 Páginas)  •  133 Visitas

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Unidad 6. NEUROBIOLOGÍA DEL CICLO SUEÑO-VIGILIA

Desarrollo del Ciclo Vigilia-Sueñ

Desde tiempos atrás se cree que los ancianos en general duermen menos que la población más joven. Esto se debe a la evolución normal de la duración del tiempo total de sueño ligado al aumento de la edad. Cuando se nace se duerme diariamente alrededor de 20 horas, un adulto joven en promedio duerme de 7 a 9 horas y pasados los setenta años se espera que se duerma entre 4 a 6 horas diarias. Hay que tener en cuenta que las necesidades y el esfuerzo físico diario cambian con la edad.

Actualmente se pueden clasificar los individuos adultos en varios tipos según la necesidad de sueño o mejor el tiempo de duración total de sueño requerido para recuperarse y sentirse bien al día siguiente. La población adulta se distribuye en forma de campana de Gauss según la necesidad de horas de sueño. Existen los adultos que duermen normalmente entre 7 y 9 horas diarias, con un promedio de 8.5 horas. Los sujetos que duermen entre 4 y 6 horas que corresponden a una minoría y los que requieren entre 9 y 12 horas de sueño que son un grupo un poco mayor que el anterior. En los extremos de estos grupos se encuentra una población que de manera patológica duerme menos de 4 horas o más de 12 horas con graves consecuencias para su bienestar físico y mental. Vale aclarar que el tiempo de duración total de sueño varia con la edad, siendo mayor en los recién nacidos y menor en los ancianos. En el año 2001 la National Sleep Foundation en su encuesta anual de salud y sueño en los Estados Unidos encontró que los norteamericanos duermen poco, se divierten menos y trabajan más. Prácticamente se concluye que no tienen tiempo para dormir.

Los mecanismos normales y fisiopatológicos relacionados con el dormir, para que una persona concilie el sueño o se mantenga en estado de vigilia se conocen cada vez mejor. En la actualidad se piensa por una parte, que existen sustancias cerebrales inductoras del sueño, principalmente la serotonina, acetilcolina y GABA y en segundo lugar, otras sustancias que ayudan a mantener la vigilia denominadas catecolaminas: adrenalina, noradrenalina y dopamina.

 

El sueño en relación con la edad

Un recién nacido duerme unas 16 horas por día. La cantidad total de sueño disminuye considerablemente hasta los 20 años de edad. Entre los 20 y los 65 años de edad, el sueño disminuye más lentamente. La proporción de sueño paradójico disminuye notoriamente desde el nacimiento hasta los 20 años, pasando del 50 al 20%. Por el contrario, éste valor permanece más o menos estable hasta una edad avanzada.

Por otra parte, la duración del tiempo de adormecimiento en función del horario de inicio del sueño es distinta y depende de los ciclos circadianos endógenos. La latencia para dormirse es tanto más elevada cuando más temprano se acuesta uno y tanto mas breve cuando más tarde se hace. Después de media noche sobretodo.

La duración del sueño esta igualmente en función del ciclo circadiano. Se duerme tanto más tiempo cuanto más pronto se va uno a dormir. Es pues probable, que para la mayoría de los individuos la hora ideal para irse a dormir sea un término medio, ni demasiado pronto, ni demasiado tarde, más o menos entre las 21 y las 24 horas.

 

Composición media del sueño en los poco y muy dormilones

Los trabajos de Benoit han demostrado que existen, en la población joven, grandes dormidores (que necesitan 9 horas o mas cada noche) y poco dormidores (que quedan satisfechos con 6 horas o menos). Este investigador francés, estudió las proporciones del sueño para estas dos categorías y pudo observar que los muy dormilones se distinguían sobre todo por las diferencias a nivel del sueño lento ligero (estadio 2) y de la somnolencia (estadio 1).

 

Existe también una pequeña diferencia, menos importante, en el sueño paradójico. Un dato significativo, las dos categorías de individuos, todos tiene la misma cantidad de sueño lento (entre 100 y 110 minutos en las fases 3 y 4). El sueño lento profundo parece ser, pues, que constituye una parte esencial del sueño. Es probable que exista igualmente una fracción asimismo esencial de sueño paradójico ya sea en el muy o poco dormidor.

 

Horne ha establecido un modelo del sueño análogo al del comportamiento alimenticio. Se sabe que el hambre que experimenta un individuo es la mayoría de las veces, subjetivo y no responde en nada a elementos biológicos (como la glucemia por ejemplo). En las condiciones habituales de Occidente, es más bien un mecanismo de prevención. A menudo estamos sobrealimentados. Cuando la carencia de alimentación llega a ser una amenaza real para el organismo, se entra en el campo de la alimentación esencial. Más allá de un determinado estadio, el individuo no experimenta pues hambre de verdad en el sentido físico sino un estado general que se denomina inanición.

 

Al parecer, sucede igual con el sueño. La privación de sueño tiene como primera consecuencia un estado subjetivo de somnolencia o incluso una conducta que desmotiva al individuo respecto a otros comportamientos, que no sean la búsqueda de un lugar para dormir. Es preciso que la privación de sueño sea muy importante para que produzca alteraciones en el organismo. Existe igualmente como en el caso de la alimentación un sueño "de lujo", o sueño facultativo, y más allá de éste último, que tendría sobre todo un efecto protector, un sueño esencial, que tiene un rol verdaderamente reparador. El sueño lento ligero (estadio 1 y 2), así como el sueño paradójico, constituirían el sueño facultativo. Mientras que los estadios 3 y 4 constituirían el sueño esencial.

 

Filogenia del sueño de los vertebrados

El estudio comparativo de un gran número de especies de vertebrados, pone de manifiesto que aparece un sueño conductual, con algunas reservas metodológicas, en los peces evolucionados y en los anfibios. Por el contrario, no se llega realmente a registrar sueño de ondas lentas más que en los reptiles.

 

Únicamente, los pájaros y los mamíferos tienen sueño de ondas lentas y sueño paradójico. En cuanto a los mamíferos, hay que, considerar también aparte los monotremas (equinos, ornitorrincos), que no tienen sueño de ondas rápidas tal y como se encuentra en el sueño paradójico.

 

El árbol filogénico muestra pues, que el sueño lento aparece probablemente antes que el sueño paradójico (el sueño de ondas lentas de gran amplitud aparece antes que el sueño de ondas más rápidas de escasa amplitud si se tiene en cuenta el hecho de que éste último está ausente en los monotremas).

 

Distribución del sueño lento y del sueño MOR en los mamíferos

El estudio de la cantidad de sueño lento (sueño lento superficial y sueño lento profundo) de los mamíferos, nos muestra que estos tienen tanto más cuanto menor es su tamaño. A partir de esta observación se ha llegado a la conclusión de que el sueño lento era tanto más abundante cuanto mas elevado es el metabolismo del animal.

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