PROCESOS COGNITIVOS
loka0521 de Septiembre de 2013
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DIFERENTES MODOS DE ABORDAR EL ESTUDIO
DE LOS PROCESOS COGNITIVOS
Indice
Introducción.
Lic. María Elena Colombo
1. La Psicología de la Gestalt: un enfoque estructural para el estudio de lo mental. Cuestionamiento y crisis del enfoque asociacionista en Psicología. Los aportes para la comprensión del fenómeno de la percepción.
Lic. Halina Stasiejko
2. El estructuralismo Genético de Jean Piaget. Una breve descripción de un gran científico. ¿Por qué Epistemología y Psicología Genética?. ¿Cómo entiende el conocimiento?. ¿Cómo construye esta Psicología Genética?. El sujeto que conoce. El objeto a conocer. El método. Concepto de estructura, génesis y equilibrio. La actividad inteligente. Asimilación, acomodación y adaptación. El desarrollo cognitivo. El mecanismo del desarrollo.
Lic. María Elena Colombo
3. La Psicología Histórico-cultural. Lev Semionovitch Vigotsky. Su vida. La Psicología de su época. El programa de la Psicología Histórico-cultural de Lev Vigotsky. Mediación cultural. Orígenes sociales de las funciones psicológicas superiores. Concepción histórica del desarrollo. El análisis genético. El destino de la obra más allá de Vigotsky.
Lic. María Elena Colombo
4. Psicología Cognitiva. Una “vista panorámica” a manera de introducción. La caída del “imperio conductista”. Creando identidad, como dijo el poeta: “haciendo camino al andar”. Cibernética. Teorías de la comunicación y de la información. Psicolingüística. Teoría de la computación. Década de 1960: el movimiento adquiere su “identidad adulta”. La mente como procesador que computa representaciones simbólicas. La metáfora funcional del ordenador. Desarrollos posteriores de la Psicología Cognitiva. Conexionismo. La entrada al significado.
Lic. Halina Stasiejko
INTRODUCCIÓN
Lic. María Elena Colombo
En los comienzos del siglo XX han ido surgiendo una serie de sistemas psicológicos que trataron de superar, desde distintos enfoques teóricos, la visión elementalista en el estudio de los procesos mentales, propia de la psicología asociacionista del siglo XIX.
La psicología se constituyó en ciencia al asumir una forma de abordaje de lo mental conforme a los modelos de la ciencia del siglo XIX. Así es como comenzaron a aislar las unidades mínimas y para poder estudiarlas adquirieron una metodología experimental.
El dualismo cartesiano había planteado, ya en el siglo XVII, lo mental como territorio propio de la filosofía, dejando la exploración del cuerpo, en tanto materia sensible, al tratamiento científico. El cuerpo recibía un abordaje científico pero la mente quedaba confinada a la reflexión filosófica. Esto permitió que a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX se produjera un gran auge de las ciencias naturales como la física, la biología, y la química, que contribuyó al desarrollo de investigaciones sobre la naturaleza biológica del hombre.
Pero a mediados del siglo XIX, y sobretodo en Alemania, comienzan a plantearse nuevas preguntas, acompañadas por el desarrollo de una joven disciplina, la fisiología. Estos interrogantes giraban alrededor de las preocupaciones que animaban a los científicos, dirigidas a encontrar las formas de articular los mundos escindidos por Descartes: la materia sensible y la materia pensante. Las preguntas que se formulaban eran, por ejemplo: ¿podemos medir el impulso nervioso? ¿podemos ligar las variaciones del mundo exterior a las experiencias conscientes de nuestro mundo interior? ¿podemos establecer regularidades entre el mundo físico-externo y el mundo pensante-interno?
Estas preocupaciones concentraron el trabajo de los psicofísicos que buscaron a través de la introspección experimental establecer los vínculos entre las dimensiones del mundo exterior e interior. Importantes descubrimientos se realizaron, como la distinción entre nervios sensitivos y motores, el modelo del arco reflejo, la velocidad de transmisión nerviosa. Existía en esta época la fuerte creencia de que no se podían medir los tiempos mentales. Ahora, y a través de procedimientos experimentales, comienza a medirse el tiempo mental, y comienzan a estudiarse las constancias perceptivas de forma, color, brillo, tamaño, etc. Estas pretensiones de objetividad y cuantificación se van a continuar en los comienzos del siglo XX con los trabajos de Cronometría Mental y con la construcción de test mentales para medir las capacidades psicológicas.
El auge de la química y la fisiología brindó el modelo para considerar el estudio de la mente. Así la mente fue fraccionada, atomizada, en distintas facultades: memoria, pensamiento, percepción, y los procesos mentales comenzaron a ser estudiados y medidos. Pronto los marcos teóricos y la metodología resultaron insuficientes, pues la introspección no era un método válido para el estudio de los procesos mentales porque sólo podía abordar los procesos conscientes y las investigaciones, como por ejemplo los trabajos de von Helmholtz (procesos de inferencia inconsciente en percepción) y de Freud (olvido motivado por mecanismos psíquicos de represión), estaban mostrando la existencia de procesos mentales inconscientes.
Algunos jóvenes discípulos del profesor Wundt comenzaron a replantearse los enfoques limitados de la psicología asociacionista e inspirados en los profundos cambios que estaban aconteciendo en las ciencias físicas como así también en las nuevas corrientes filosóficas como la fenomenología, propusieron un nuevo enfoque para el estudio de los procesos psicológicos que superara el elementalismo reduccionista del siglo XIX. Así es como Wertheimer, Köhler y Koffka, y también Kurt Lewin, van a introducir el enfoque estructural en psicología considerando que al abordar el estudio de los procesos mentales no pueden descomponerse, los mismos, en sus elementos sin perder las propiedades que emergen al estudiar la totalidad. De este modo introducen un debate acerca de los enfoques insuficientes del elementalismo en oposición a los enfoques estructuralistas en psicología.
Por otro lado, las perspectivas historicistas dialécticas, comenzaban a plantear el debate entre las jóvenes ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, resaltando el carácter social de la naturaleza humana, y reclamando para la misma un enfoque propio, diferente en cuanto a los criterios de cientificidad con respecto a las ciencias de la naturaleza.
En el marco de estos debates surge, en la década del veinte, el planteo vigotskyano que quiere construir un nuevo estatuto para la psicología, desde la perspectiva marxista, a partir de la discriminación de los procesos mentales elementales inherentes a la vida animal y las formas superiores del comportamiento humano que resultan de la utilización de instrumentos culturales. Plantea fuertes críticas a los enfoques elementalistas por el reduccionismo que implica el estudiar los procesos psicológicos como si fueran “estados” de la conciencia. Introduce formas nuevas para pensar el abordaje de lo mental a partir de elaborar un nuevo método que explique la construcción de las funciones psicológicas y no su estado final en el adulto. Es así como se instala un debate en torno a la validez de los modelos descriptivos frente a los modelos explicativos, promoviendo la reflexión sobre la importancia de estudiar los procesos mentales a través de su desarrollo en contraste con las formas de abordaje descriptivas que venían realizando los enfoques asociacionistas de los psicofísicos y de los conductistas.
Al mismo tiempo que Vigotsky instalaba una fuerte crítica a la psicología de su época, surge en Ginebra un biólogo que va a interesarse en el conocimiento pero desde una perspectiva que, en principio, no parte de inquietudes psicológicas. Jean Piaget va a proponerse resolver cuestiones de larga data en el pensamiento filosófico pero que él las asumirá desde una perspectiva científica. Se trata de inquietudes epistemológicas acerca de los mecanismos formales que pueden explicar las formas cada vez más complejas del pensamiento racional. Partiendo de modelos biológicos y utilizando la lógica como instrumento de interpretación va a construir la Psicología Genética para poder justificar sus hipótesis y a través de ella buscará descubrir la génesis, es decir la construcción de los mecanismos que permiten al niño elaborar las nociones y estructuras para constituir un mundo estable. Así ubicado en esta perspectiva realiza fuertes críticas a las psicologías de la época dirigidas, por una parte, a los enfoques empiristas que creen que el sujeto no aporta formas a aquello que conoce, y por otra parte, a los enfoques estructuralistas como la Psicología de la Gestalt, que proponen una exagerada visión universalista, común a los hombres y a los animales, en los que descuidan los enfoques genéticos, afirmando el carácter universal de las estructuras cognoscitivas y no analizando los procesos de construcción de las mismas. Por otra parte también les critica el asimilar las leyes que rigen los niveles físicos, biológicos y psicológicos a un mismo sistema de legalidades a través de la hipótesis del isomorfismo.
Los sistemas psicológicos contemporáneos en la Europa continental se han caracterizado, en general, por asumir una perspectiva racionalista, y en gran medida también constructivista, en el sentido de que
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