Padres y desarrollo de los hijos: Prácticas de crianza. Comentario.

Padres y desarrollo de los hijos: Prácticas de crianza

Dentro del contexto de que no hay culturas similares, sino que todas difieren entre sí. Y aún más, éstas cambian sus ideologías, tienen cambios en su historia y en su gente, existiendo diferencias incluso entre sus personas, pienso que es muy difícil clasificar o mencionar un estilo de aprendizaje como el más adecuado y un estilo menos adecuado.

Personalmente he de inclinarme por  la idea de que cada cultura tiene su estilo de aprendizaje que mejor se adecue a sus cambios, haciendo que el niño sea preparado ante todo a la adaptación de esta, no dejando de lado el afecto, la comunicación y mucho menos la disciplina.

Más allá de todos los planteamientos que los estudios han dado a lo largo de los años elijo muy por sobre los demás el estilo democrático de crianza. Pero… ¿Por qué he de inclinarme hacia esta forma de crianza y no hacia las otras?

Pues, analizando, tenemos: El estilo autoritario, que dejo claramente de lado, pues a pesar de haber un control y exigencia en la madurez del niño, nos encontramos con una pobre comunicación, donde las normas actúan de medio para la “obediencia y castigo”. La influencia es claramente de un poder que amenaza con tal que no se desobedezca el hijo acate todas las normas estrictamente impuesta o “habrá consecuencias”.

El siguiente en descartar es el estilo permisivo, en donde hay bajo control y bajas exigencias de madurez, lo cual acarrea poca responsabilidad de parte del hijo y miedo a su entorno. Dentro de este estilo hay una subdivisión que totalmente rehúso y es el de rechazo-abandono, esto por la actitud fría de los padres, y que claramente en su denominación nos dice todo. No solo hay pocas normas, sino que también no hay afecto, ni comunicación, lo que es crucial en la relación padre-hijo y crianza del muchacho.

Finalmente está el estilo indiferente, aquí los padres son negligentes, se da poco y se exige poco o ¡nada!

Por ello apruebo el modelo democrático de crianza: “Los padres establecen normas pero sin dejar de estar disponibles para la negociación orientando siempre al niño”. (Izzedin y Pachajoa 2009). Lo que quiero decir es que es más integral, los demás cojean, y son poco equilibrados. En el democrático se da una comunicación alta que, como ya dije, es fundamental (para la comprensión y entendimiento, para el afecto, para explicar las normas, los castigos, etc.). A esto agregar, que a través de esta comunicación, los padres escuchan a sus hijos llegando a acuerdos con ellos.

Todo esto traerá un resultado en el cual se crezca con afecto, con escucha, es decir con socialización, una buena red de apoyo padres-hijos. Además,  se fomenta que los niños sean interactivos y que con sus semejantes sean al igual son con ellos, o sea, afectuosos y sociables en sus relaciones, pero aun así independientes.

Entonces, tenemos que los padres son los agentes de socialización por medio de la crianza que les den a sus niños, ¿Cuál modelo de crianza fomenta esta situación? Pues notoriamente el democrático por el que se les permite así aceptar (a los niños) las normas de la cultura en la que vive, permitiendo que se forme y se exprese la personalidad de la persona en formación, tanto en el ámbito del hogar como en el ambiente escolar.

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