¿Podemos Saber Cuándo Confiar En Nuestra Percepción Y En Nuestras Emociones?

Nuestra vida es un proceso de aprendizaje continuo, en la cual adquirimos conocimiento por medio de varias formas. Hoy en día, con tanta información a nuestro alcance la búsqueda del conocimiento es inevitable, ya que esto hace nuestra vida más completa e importante. Así pues, no deberíamos evitar el hecho que cuando conocemos por medio de la percepción sensorial y las emociones, estas influyen mucho en lo que “se nos queda grabado”, es decir en lo que verdaderamente aprendemos. De esta forma, es muy importante reflexionar si estas formas del conocimiento son totalmente confiables al momento de conocer. Incluso es necesario saber si alguna de estas dos es más útil en ciertas áreas del conocimiento, para entender completamente la información que recibimos.

En primer lugar, debemos recordar que el cerebro es un órgano que aunque lo utilizamos para pensar principalmente, éste también se ve afectado por esas reacciones afectivas que llamamos emociones, las cuales influyen mucho nuestra forma de pensar y conducta. No solo la capacidad para retener información depende mucho de nuestro estado emocional sino que, como ya sabemos, cada uno de nosotros se siente de mil formas diferentes que los demás. Por ejemplo, al momento de aprender sobre ciencias más objetivas como Matemáticas o Biología, los estudiantes con una actitud pesimista o que sienten inseguridad, ansiedad, o pereza puede que se distraigan más y que el conocimiento sea limitado ya que la información que se da requiere de más concentración y esfuerzo para ser comprendida y retenida. En cambio, el conocimiento que se adquiere bajo un estado emocional positivo, en cualquier área es mayor.

Esto sin embargo no aplica de la misma forma cuando se trata de las artes, como cuando dos personas están observando un mismo cuadro. Lo mas probable es que adquieran diferentes conocimientos e interpreten significados contrarios ya que ambos tienen emociones distintas y relacionan la forma en la que se sienten con la forma, los colores, o la técnica de la obra de arte frente a ellos. Debido a que el arte es subjetivo, no hay una interpretación fija al arte pues puede ver la misma obra en otro momento y entender un mensaje diferente. Por ende, ninguno de los puntos de vista estarían incorrectos, pero el mensaje del artista siempre se considera como la verdad.

Así también ocurre con el área de la ética. Aunque a simple vista pareciera que por medio de la emoción podemos hacer un juicio moral, decidir el futuro de una relación personal, o evitar quedarnos sin dinero, muchas veces nos podemos dejar llevar por estas y hacer cosas moralmente incorrectas. Por ejemplo, que matemos al asesino de un ser querido por venganza pura que puede parecernos justicia. En estos casos, lo ideal sería no confiar en las emociones y usar la percepción, por la cual ponemos en contexto nuestras sensaciones y dependemos más de las nuestras creencias, educación,

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