Psicologa

VALORACIÓN PSICOLÓGICA AL NIÑO.

Niño de 19 meses de edad, de tez trigueña, de contextura y talla normal, que va acorde a su edad cronológica, al momento de la valoración se encuentra acompañado por una persona encargada de su cuidado, el niño en sus facies denota temor e inquietud, se manifiesta y comunica su incomodidad a través de quejidos y llanto al ver a personas ajenas a su entorno cotidiano, por lo que es complicado llevar a cabo la intervención psicológica de forma adecuada, a causa de que en el transcurso de la misma no se pudo establecer el rapport necesario (confianza que se crea entre terapeuta y paciente), sin embargo dichas manifestaciones evasivas del infante, son de gran valor diagnóstico para explorar el desarrollo psicomotriz (constituye un aspecto evolutivo del ser humano, en el cual se adquiere habilidades, conocimientos y experiencias en el niño, siendo la manifestación externa de la maduración del Sistema Nervioso Central, y que no solo se produce por el mero hecho de crecer sino que permanece bajo la influencia del entorno en este proceso).

Debido al deficiente contacto con él, la información obtenida es a través de la persona cuidadora; la misma dio a conocer las actividades cotidianas de “Panchito” (nombre con el que conocen al niño en la institución donde reside), dicha persona lo define como un niño bien portado y que suele ser tranquilo a la hora de realizar las rutinas diarias, determinadas por la fundación.

Al momento de la aplicación del reactivo, y con respecto a las consignas de cada ítem del mismo, no se llevó a cabo ninguna, ya que además de la falta de colaboración del infante, denotó no conocer el material expuesto en la prueba como: crayones, cubos de construcción y hojas de papel; además revela no estar familiarizado con instrucciones simples, por ejemplo en un ítem puntual, donde se le expone una petición al niño, donde indica “podrías pasarme la pelota…” la persona cuidadora, aduce explícitamente que él niño no podrá lograr dicha indicación, pues ese tipo de formulaciones no son usuales para él, por lo tanto no las llevaría a cabo, ya que no recibe estimulación de este tipo, pues según informa dicha persona, se considera en la fundación que los avances que hará cada niño serán en base a su propia iniciativa, y corrobora textualmente “no podemos decir nada, ellos tienen que aprender por sí mismos, aquí es prohibido mandar y ordenar”, justamente con respecto a dicha afirmación realizada por la persona cuidadora menciona que a pesar de dicha situación “Panchito” es un niño que aprende rápido, pues manifiesta que cualquier situación que él observa, enseguida la reproduce.

La directora de la fundación también expresa que el niño regularmente sale a paseos cerca de la institución, con una persona que en el trayecto se encarga de describir su entorno. Refiere además que cuenta

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