Psicologia
9 de Mayo de 2014
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Cuál es la relación de las bases biológicas con la conducta del individuo?
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el cerebro humano resulta de la superposición e integración de funciones de tres cerebros distintos, con diferentes características estructurales y neurofisiológicas, y también especiales performances comportamentales.
El conjunto integrado por la médula, el cerebro posterior y el cerebro medio alberga los mecanismos neurales básicos de la reproducción y de la autoconservación, lo que incluye el ritmo cardíaco, circulación sanguínea y respiración. En un pez o un anfibio, éste es casi todo el cerebro que existe. Entre los elementos comunes al hombre y a los reptiles, que suponemos provenientes del componente R (cerebro reptílico) figuran la selección del hogar, la territorialidad, el involucramiento en la caza, apareamiento, crianza y, de acuerdo a McLean, también intervienen en la formación de jerarquías sociales y selección de líderes. Tiene participación en los comportamientos ritualistas.
Salvo algunas excepciones, pareciera que estos comportamientos forman parte de las conductas burocráticas y políticas del hombre actual. Se dice que "mató a sangre fría" y la metáfora alude al componente R y a la "sangre fría" de los reptiles.
Rodeando al complejo R se encuentra el sistema límbico. Lo tienen rudimentariamente los reptiles y, por supuesto, los mamíferos. El comportamiento de los mamíferos, desde las clases más inferiores hasta las más desarrolladas, incluyendo a los humanos, difiere de los reptiles no sólo en la gama mucho más vasta de comportamientos posibles, sino porque en ellos aparece la emoción. Algo muy importante es que este sistema no sufrió grandes cambios desde las especies menos avanzadas hasta las más desarrolladas. Esto se advierte en las expresiones de furia de un gato o un perro, notablemente similares a las de un humano en la misma situación. No es nada comparable con la impasibilidad de la expresión de los reptiles.
Es llamativo que la casi totalidad de los psicofármacos actúen en el sistema límbico. Los sistemas neuroendocrino, neuroinmune, neurovegetativo, los ritmos circadianos, todos ellos fuertemente influenciados por las emociones, tienen allí su sede.
La amígdala, parte importante en esta región, tiene un papel trascendente en la agresividad. Recordemos que, actuando armónicamente con el circuito septal, constituirían la sede neuroanatómica y neurofisiológica de los instintos de vida y de muerte de Freud. Existen motivos para creer que la base del comportamiento altruísta se encuentra en el cerebro límbico. El amor (instinto de vida) parece ser una adquisición de este cerebro. Muchas investigaciones documentan que las emociones son patrimonio de los mamíferos y, en algunos casos, de las aves. Precisamente las especies que, fuera de los insectos sociales, cuidan de sus crías.
Los sitios más primitivos de agresión, la agresión depredadora, han sido ampliamente estudiados, y numerosas estructuras filogenéticamente muy antiguas han sido implicadas, incluyendo el hipotálamo, el tálamo, el mesencéfalo, el hipocampo y, como ya se dijo, el núcleo amigdalino. La amígdala y el hipotálamo trabajan en estrecha armonía, y el comportamiento de ataque puede ser acelerado o retardado según sea la interacción entre estas dos estructuras. Por lo tanto, vemos que la inhibición de la agresión puede ocurrir entre dos elementos neuroanatómicos
Por último, aparece el neocórtex, que ya se presenta en estado rudimentario en los mamíferos inferiores, sufre un desarrollo impresionante en los primates y este proceso se vuelve explosivo en la línea de los homínidos y en los grandes mamíferos acuáticos. La velocidad, volumen y trascendencia de este desarrollo parece haber incidido para que la integración a los dos primitivos cerebros que le precedieron -y que ellos lograron entre sí- no se cumpliera completamente. Tal vez esta discrepancia permita explicar la disparidad entre la curva de crecimiento de los logros científicos por una parte y la falta de mejoría apreciable en el control de las emociones y la primacía de la conducta ética por otra.
La agresión y su subproducto perverso, la destructividad, requieren el compromiso de estas antiguas estructuras. Sin ellas no habría verdadera agresión, ya que ésta ni es una abstracción ni es definida por sus consecuencias.
Clasificación de las pruebas psicológicas
Debido a que las pruebas psicológicas son muy variadas en cuanto a su extensión, calificación, tiempo empleado en aplicarlas, etc., se hace necesario emplear más de un criterio para clasificarlas. A continuación se mencionan los principales de ellos:
En relación al tiempo de aplicación.
a) Prueba de velocidad: es aquella que tiene un límite determinado de tiempo por más allá del cual no se les permite a los participantes trabajar, aun cuando no hayan contestado a todos los puntos. La administración de este tipo de pruebas facilita en cierto grado la realización de un programa de pruebas en gran escala. Todos los documentos deben ser entregados dentro de un período determinado, lo cual hace posible calificar y estudiar simultáneamente todas las contestaciones. Además hay ciertas circunstancias en las cuales una prueba de velocidad es un aspecto esencial de la función que se evalúa. Por ejemplo varias pruebas de destreza manual están destinadas a medir tanto la precisión como la velocidad de las actividades motrices. Estas pruebas se administran con un límite de tiempo. La rapidez de los empleados auxiliares es otra de las funciones que se miden mediante pruebas con límite de tiempo. Los puntos que comprenden las pruebas de velocidad de los empleados auxiliares son relativamente sencillos, y requieren típicamente que los participantes examinen parejas de nombres o cifras.
b) Prueba de capacidad: una de las desventajas de las pruebas de velocidad es que no todos los sujetos responden fácilmente, por lo que sus resultados en este tipo de prueba son más bajos que los sujetos que si responden rápidamente. para evitar esto, se han desarrollados pruebas que no tienen límite de tiempo, pues el número de respuestas correctas no depende del tiempo sino de la habilidad que posea la persona.
En cuanto a la forma de administrarlas.
a) Pruebas de grupos: estas se pueden suministrar simultáneamente a un número considerable de personas, su administración resulta infinitamente más económica, con tal de que se disponga de facilidades adecuadas de asientos y de supervisión de los grupos que concurren a la prueba.
b) Pruebas individuales: son aquellas donde se requiere que esté presente un administrador por cada individuo que se somete a ellas. Durante una prueba individual es más fácil establecer una atmósfera de bienestar y observar el comportamiento del sujeto. Solamente en la prueba individual se puede hacer la clase de pregunta exploratoria necesaria durante cierta clase de apreciación de la personalidad.
En cuanto a la forma de realizarlas:
a) De papel y lápiz: son aquellas donde el sujeto se ve obligado a responder marcando o formulando una respuesta a preguntas escritas.
b) Orales: en estas la persona responde, asocia una palabra a otra.
En relación a las características medidas.
a) Pruebas de inteligencia: la definición de la inteligencia resulta complicada por la diversidad de factores incluidos en esta clasificación tan amplia. La inteligencia se considera como una especie general de agilidad mental. Puede ser que esto implique la capacidad de aprender rápidamente, de resolver problemas que no se han encontrado anteriormente y de recordar informaciones obtenidas algún tiempo atrás. Implica, sin lugar a dudas, la capacidad de pensar en términos abstractos lo mismo que concretos y de manipular símbolos tales como los conceptos matemáticos y verbales. El rasgo más destacado de cualquier definición de inteligencia es que implica la capacidad general de aprender y resolver problemas. El hecho de que las pruebas de inteligencia persigan la medición más bien de la capacidad que del saber, significa que una calificación alta obtenida en tales pruebas no garantiza la posesión de las habilidades específicas que se requieren para la ejecución satisfactoria del trabajo. un solicitante que obtiene en una prueba de inteligencia una calificación suficientemente alta para ser tomado en cuenta para el cargo de tenedor de libros o de contador, por ejemplo, puede en realidad saber muy poco de los procedimientos de la contabilidad o la contaduría. No ha hecho sino demostrar que tiene la capacidad de aprender estos conocimientos, con tal de que le proporcionen las oportunidades adecuadas. Entre las pruebas más utilizadas para medir la inteligencia se encuentran: Prueba Otis: las pruebas auto-aplicadas de capacidad mental
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