ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Psicología Del Mexicano


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2012  •  1.437 Palabras (6 Páginas)  •  492 Visitas

Página 1 de 6

Por Juan Francisco Escamilla De Luna. 4to semestre, grupo “F”. Desarrollo Humano II.

La psicología del mexicano se puede ver reflejada en distintas obras, para llevar a cabo este trabajo, abordaré dos, comenzando por “Vida, Pasión y Muerte del Mexicano”.

En la obra “Vida, Pasión y Muerte del Mexicano”, se presenta una perspectiva muy interesante de lo que es el mexicano desde antes de nacer, empezando por la carga que le pueden dar sus padres con el nombre que le pongan.

Desde la elección del nombre, el padre ya está poniendo expectativas sobre su hijo y con éstas, tendrán que cargar los hijos.

Sabemos muy bien la personalidad que tiene el mexicano, como lo menciona, desde ofrecer su casa a cualquier persona, es como si se vendiera a sí mismo.

Y claro, en México de tu “cuna” depende cómo será la vida, ya que si los padres son ricos y tienen contactos, claro que el hijo tendrá sus beneficios, esto es muy visible hasta en un reducido núcleo social.

En México no obtienes un trabajo por lo que sabes o por tu capacidad, sino por las relaciones que puedas llegar a tener.

Hay una parte que mereció mi especial atención: “Los mexicanos estamos acostumbrados a comprar las cosas <<en abonos>> ya que no se tiene la cultura de pagar en el momento lo que cuesta y, sabiendo que no tiene, prefiere endeudarse, a ahorrar para comprarlo”, otro ejemplo de la falta de “cultura”, es la falta de lectura, como menciona el libro: “tendrán muchas revistas para leer cuando no tienen sueño, pero libros como tal no hay”.

El mexicano tiene una característica muy peculiar, guarda y utiliza todo lo que le regalan, y pone sentimientos sobre el regalo, los recuerdos que tienen de la persona que les dio aquel presente, dándole un valor al objeto equivalente al valor hacia la persona quien dio el presente, más que al objeto mismo.

El problema es que cada vez más nos hemos ido separando de “nuestra cultura” y hemos ido adoptando nuevas tendencias queriendo imitar a lo que queda más cerca “Estados Unidos”.

Somos compradores compulsivos de marcas, cambiamos, como lo menciona el libro, los nombres de las cosas por algo más “chido”.

¿Qué hay en la cultura que avergüenza al mexicano o que quiere tapar? ¿Por qué negar lo que es, por qué ese tan fuerte hermetismo?

Cuando se trata de algún asunto serio, el mexicano prefiere evitar hablar del tema, evade de cualquier forma, pero eso depende de la clase económica en la que se encuentre la familia, eso también define mucho a las personas.

Somos lo que aprendemos en la escuela, lo que nos enseñan en casa, las reglas, los limites, los prejuicios, los tabús y son cuestiones que generación tras generación vamos a ir transmitiendo, sin siquiera analizar las cosas que se nos inculcan, sin siquiera comprender del todo a qué se refieren los tabús o los prejuicios, todo sin cuestionar. Aunque claro, no se puede generalizar, pues si esto fuera una regla general, no se hubiera dado siquiera una aceptación en México de distintas corrientes culturales, tal es el caso de “la muerte de dios” (Nietzschiana), pues al igual que ésta, se han roto muchos dogmas e imposiciones.

Aunque considero que los mexicanos somos excesivamente apasionados cuando se trata de pasatiempos como ver el fútbol, como las fiestas, exacerbamos nuestras creencias y ponemos en alto todo aquello que los mueve, sobre todo la religión (sea cual sea, incluso el ateísmo).

Es un poco contradictorio lo que el mexicano dice y hace.

Pedimos respeto, cultura, educación pero realmente no nos involucramos, entonces la mentalidad es: “si no lo hace él, ¿Por qué lo tengo que hacer yo?”

En cuanto a la muerte, solemos minimizarla porque no la entendemos realmente, era lo que decía Freud en un ensayo sobre la muerte: “Los seres humanos no comprendemos lo que es la muerte en sí, y por el miedo, preferimos evitar hablar del tema, o en este caso minimizarla”. O como dijo Sócrates (a través de los diálogos platónicos): “No sabemos si la muerte es el mejor de los bienes, la desconocemos, por eso es más fácil pensar que es el peor de los males”.

Por otra parte, hay otro texto, que a mi ver, ataca muy bien una perspectiva diferente en ciertos aspectos: “Máscaras Mexicanas”, de Octavio Paz.

En éste, se ofrece la posibilidad al lector de conocer el perfil del pueblo mexicano, pero también le permite descubrir gran parte de su historia, sus costumbres y tradiciones. Por esa forma de desnudar, a través de la palabra, al hombre mexicano y dejar al descubierto las fortalezas y debilidades de su espíritu.

Paz, sin ser psicólogo, nos habla sobre el machismo y diferentes facetas que vive el mexicano a lo largo de su vida. El título, se refiere a la variedad de máscaras que el mexicano utiliza en la vida para protegerse, para que no le hagan daño, y no sólo de los hombres, sino también de las mujeres, las cuales portan una máscara que a los demás les conviene ver.

Tanto es el miedo a que el mexicano se abra al exterior, que nos ocultamos en el lenguaje: “El lenguaje popular refleja hasta qué punto nos defendemos del exterior; la idea de la <<hombría>> consiste en no rajarse”, según el propio texto.

En el mexicano, abrirse es muestra de una debilidad, de humillarse, de “rajarse”, pero el no hacerlo es “permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad”.

Los mexicanos consideran a la mujer, como un mero instrumento de los deseos del hombre, de los fines de la ley o la sociedad. Sólo participa de manera pasiva en las decisiones y la vida en general. “Prostituta, diosa, gran señora, amante, la mujer transmite o conserva, pero no crea, los valores y energías que le confían la naturaleza o la sociedad”.

“El mexicano, siempre está plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación. Tan celoso de su intimidad, como de la ajena. Aún en la disputa prefiere la expresión velada a la injuria: <<al buen entendedor pocas palabras>>. En suma, entre la realidad y su persona se establece una muralla, no por invisible menos infranqueable, de impasibilidad y lejanía. El mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos, también, de sí mismo”.

Este texto nos abre la ventana de las distintas máscaras del mexicano, quien las ocupa para no abrirse hacia los demás ya que eso es considerado como una falta de hombría, este hermetismo fatídico para el progreso. Por otro lado hace la diferencia entre los hombres modernos y el mexicano propiamente tal. Octavio Paz expresa lo que el cuerpo y el pudor es para el mexicano, lo que significa la mujer para ellos y cómo debe ser para ser aceptada en su mundo, pues se degrada a la misma sobreprotegiéndola, haciéndola incapaz de valerse por sí misma.

El autor , nos da a entender que, desde su perspectiva , piensa que el mexicano es un ser que se encierra y preserva , independiente de su edad , grupo étnico o social (“ Viejo adolecente , criollo o mestizo , obrero o licenciado”) ; y que por esto ocupa máscaras , como es “máscara el rostro, máscara la sonrisa”.

Octavio Paz se une a los mexicanos, a quienes describe, diciendo que para ellos, el abrirse es considerado como una debilidad o traición.” El mexicano puede doblarse, humillarse, “agacharse” pero no “rajarse”, esto es, permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad”. Explica también que las mujeres son seres inferiores porque “al entregarse, se abren”, por eso son considerados seres inferiores y que su inferioridad constituye a su sexo (Claro, esto desde una perspectiva mexicana, en general). Aunque en mi opinión, ese papel se ha revertido, a tal punto, que hoy caemos en un feminismo supremo.

Según el autor sus conductas con otros hombres están “teñidas de recelo”, lo que quiere decir que están llenas de temor, desconfianza y sospecha. Compara el abrirse con otro hombre con “abdicar”, como si alguien hubiera entrado al castillo fuerte, lo que a fin de cuentas, para él, es sinónimo de “rajarse”. También, se expone que “el que se confía, se enajena” Y lo clarifica con el ejemplo de “me he vendido con Fulano”, lo cual resalta en comparación del texto “Vida, pasión y muerte del Mexicano”, donde también se hace alusión a cómo el mexicano se “vende”.

Finalmente, me parece que ambos textos, nos dan dos perspectivas diferentes, pero parecidas sobre la psicología del mexicano. Pues tenemos una identidad definida, aunque a veces se

...

Descargar como  txt (8.5 Kb)  
Leer 5 páginas más »
txt