Psicosis y Perversion en la sociedad

PSICOSIS:

Desde el punto de vista psicoanalítico se la define como un TRASTORNO PRIMARIO DE LA RELACIÓN LIBIDINAL CON LA REALIDAD, POR RETRACCIÓN DE LAS CARGAS DE OBJETO, CON INTENTOS POSTERIORES DE RECONEXIÓN CON DICHO OBJETO. La libido sustraída no busca un nuevo objeto sino que se retrae al Yo, quedando suprimida la investidura de objeto y reconstituido un primitivo estado narcisista. Es una desorganización total de las funciones del yo,  a la que le sigue una reorganización narcisista, expresada en la construcción de un mundo propio. Respecto de una descripción clínica,  “se produce un derrumbe regresivo del Yo” (una vivencia del fin del mundo).  La teoría de Freud implica una regresión a la etapa primara oral, y una falla de la represión original;  como así también una no instalación del Super Yo, en donde no se instala la ley, ni el nombre del padre, lo que Lacan llama “forclusión”. El mecanismo que opera es la proyección, en donde lo cancelado desde adentro, retorna desde afuera.  En la psicosis se desmiente la realidad y se trata de sustituirla; tomando el Yo partido por el Ello.

Algunos síntomas y manifestaciones de los pacientes psicóticos son:

• La imagen del propio cuerpo aparece siempre como la de un cuerpo en trozos.
• El sujeto muestra confusión  entre el significado y el significante.
• Un triángulo edípico perturbado, en donde el paciente suplanta al padre, ubicándose e uno de los extremos superiores del triángulo,  reemplazándolo a veces por algún personaje ilustre o fantástico.
•  El sujeto manifiesta una bisexualidad, en el sentido de que fracasa en función de ubicarse en la diferencia de los sexos.
• El sujeto identifica el nacimiento y la muerte. Habla del nacimiento como de una muerte y de la muerte como de un nacimiento.
• Siente extrañamiento, despersonalización, megalomanía, vivencias de fin del mundo (por el retiro de la libido de los objetos).

EL DELIRIO SURGE COMO UN INTENTO DE RECONEXIÓN LIBIDINOSA, Y DEBE SER ENTENDIDO COMO “LA CURA PARA LA ENFERMEDAD”, YA QUE INTENTARÁ RESTABLECER EL VÍNCULO QUE SE PERDIÓ CON LA REALIDAD.  

Es por eso que el trabajo del analista se orienta en ayudar al paciente a armar este delirio, para que pueda lograr una unidad de significación. En el espacio del análisis no podrán pedirse asociaciones libres como en la neurosis, ya que aquí no funciona el mecanismo de la represión, y por tanto no hay que hacer consciente lo inconsciente.  

Pueden desarrollarse diferentes tipos de delirio:

• Delirios de contenidos persecutorios: el sujeto refiere a varias personas que quieren hacerle daño, que lo persiguen, lo molestan, forman complots contra él, etc.
• Delirios de contenidos celosos: como la celotipia, en donde el sujeto por ejemplo siente celos enfermizos por su pareja.
• Delirios de contenidos místicos: el delirio forma parte de una matriz religiosa, el sujeto se atribuye funciones proféticas o mesiánicas, cree ser un enviado o representante de Dios o del Demonio, etc.
• Delirios de contenido erótico: en donde el sujeto cree que una del otro sexo y de elevada posición lo quiere y le presta demasiada atención.

PERVERSIÓN:  

Se define como UNA “ESTRUCTURA CLÍNICA”, es necesario hacer una distinción entre actos perversos y estructura perversa, ya que hay ciertos actos sexuales asociados con estructuras perversas, pero también es posible que esos actos sean realizados por sujetos no perversos; o, al revés, que un sujeto perverso nunca realice tales actos.

Para Lacan por ejemplo, la homosexualidad es un acto de perversión ya que infringe los requerimientos normativos del complejo de Edipo.

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